Un día, cuando ingresé en la secundaria, vi a un chico de mi clase caminando hacia su casa desde la escuela, su nombre era Claudio y estaba cargando todos sus libros. Pensé, porque alguien trae todos sus libros a casa en viernes? Debe ser un traga infernal!. Tenia planeado un gran fin de semana (fiestas y un juego de fútbol mañana en la tarde), así que solo me encogí de hombros y seguí mi camino.
Foto del ABC
Mientras caminaba, vi a un grupo de chicos corriendo hacia Claudio. Le tiraron los libros que traía cargando y lo empujaron para que cayera al suelo. Sus anteojos salieron volando y vi como cayeron en el pasto a unos tres metros de el.
Miró hacia arriba y observé una terrible tristeza en sus ojos. Mi corazón se volcó hacia el. Corrí hacia el y mientras se arrastraba hacia sus anteojos, vi lágrimas en sus ojos. Mientras le entregaba sus anteojos, le dije : Esos tipos son unos idiotas. Deberían ocuparse en algo. Me miró y dijo, «Oye, Gracias»!
Había una enorme sonrisa en su cara. Era una de esas sonrisas que mostraba auténtica gratitud. Le ayudé a recoger sus libros y le pregunté donde vivía. Resultó que vivía cerca de mi casa, así que le pregunté por que nunca lo había visto en el vecindario. Dijo que había ido a una escuela privada anteriormente (yo nunca me había juntado con un chico de una escuela privada).
Hablamos en el camino a casa. Resultó ser un chico muy agradable. Lo invité a jugar fútbol conmigo y mis amigos el sábado en la mañana y aceptó. Pasamos juntos el fin de semana y mientras mas lo conocía, mas me agradaba. Mis amigos pensaban igual. Llegó la mañana del lunes y allí estaba Claudio de nuevo con su enorme montón de libros. Lo detuve y le dije que si continuaba así, iba a conseguir muy buenos músculos.
El simplemente se rió, y me paso la mitad de los libros. Durante los siguientes cuatro años, Claudio y yo nos convertimos en los mejores amigos. Cuando estábamos por salir de la secundaria y empezamos a pensar en la Universidad. Claudio escogió El Salvador, mientras que yo escogí la UBA (Universidad de Buenos Aires).
Yo sabia que siempre seríamos amigos y que la distancia nunca sería un problema. El decidió convertirse en doctor y yo conseguí una beca para estudiar en la escuela de negocios. Lo molestaba todo el tiempo de que era un traga. Incluso fue de los primeros seleccionados por Universidades y se estaba preparando para el discurso del día de graduación.
Me alegró de no tener que ser yo el que tuviera que pasar al frente y hablar. El día de la graduación, Claudio lucia fantástico. Se adaptaba e incluso se veía bien con anteojos. Tenia mas citas que yo y todas las chicas lo amaban. Bueno, algunas veces estaba realmente celoso de el! Hoy era uno de esos días en que el estaba nervioso. Así que le di una palmada en la espalda y le dije, Oye, amigo, estarás genial!
Me miró con una de esas miradas (de agradecimiento) sonrió y dijo, Gracias! Mientras empezaba su discurso, aclaró su garganta, y empezó: «El tiempo de Graduación es el de agradecer a aquellos que nos ayudaron a lograrlo a través de esos años difíciles; nuestros padres, nuestros maestros, nuestros hermanos, tal vez un entrenador… pero mas que nada, a los amigos».
Estoy aquí para decirles que ser «un amigo» es el mejor regalo que les puedes dar a alguna persona. Les voy a contar una historia; prosiguió, (Yo, miraba incrédulamente a mi amigo mientras contaba la historia del primer día en que nos conocimos).
Había planeado suicidarse ese fin de semana, dijo. Nos contó acerca de como había vaciado su casillero para que su mamá no tuviera que hacerlo después y estaba llevando sus cosas a su casa. Me miró profundamente y me regaló una sonrisa. Gracias a Dios, fui salvado.
Mi amigo me salvó de hacer lo indecible. Oí una exclamación de la multitud, mientras este guapo y popular muchacho nos comentó acerca de su momento de debilidad. Yo vi a sus padres mirándome y sonriendo agradecidamente. Hasta ese momento no me di cuenta de la profundidad de esto. Nunca subestimes el poder de tus acciones. Con un pequeño gesto puedes cambiar la vida de una persona.
Sí, nunca pensamos en el alcance de nuestras acciones, para bueno y para malo.
Senior citizen Hay palabras que (no) se las lleva el viento y por supuesto mucho menos las acciones buenas o malas que hagamos.
Nunca sabemos cuánto puede repercutir una acción en los demás. Pero siempre hacerlo con todo el corazón es mejor.
Gran historia. Un beso.
Sara O. Durán Es muy difícil vaticinar que ocurrirá con una palabra, frase o acción dicha o hecha. Esta historia es ficticia, pero en la actualidad pudiera ser perfectamente real.
Un beso
Me has puesto la piel de gallina.
Un aplauso para ti, salvaste una vida humana. Es increíble que esas cosas pasen a diario, cuánta crueldad.
Besos y feliz fin de semana.
Crónicas de una Española en Viena Aunque está escrito en primera persona, por supuesto no he sido yo el que evita el suicidio de Claudio.
Besos y feliz semana que entra dentro de unas horas.
Preciosa historia. Un abrazo
Ligia Es emocionante y en la actualidad perfectamente posible.
Un abrazo
Que historia tan enriquezedorara, tal vez doy mucho valor a la amistad de verdad, un buen amigo puede hacerte mucho bien y mucho mal, un gesto,una palabra dependiendo el momento es mas importante que la mejor pastilla
Ayer estuve escribiendo una próxima publicación sobre el peso de las palabras
un abrazo
mjesus Tienes razón, hay una sentencia que dice «LOS AMIGOS son aquellos que te levantan cuando los demás ni siquiera saben que te has caído»
Un abrazo
Bueno, no fue un pequeño gesto, fue un gran gesto, ojala que abundaran… 🙂
Salud
Genín Deberían abundar estas acciones a todos los niveles.
Saludos
La fuerza de la amistad puede, como en el caso que nos ocupa, cambiarte la vida. Unos buenos amigos te traen paz y espíritu honesto y bondadoso. Unos malos amigos, te acercan a la perdición.
Frajayo Hay una serie de refranes que aseveran lo que tu nos estás diciendo.
Dime con quién andas, y te diré quién eres.
Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
Y alguno más que ahora no recuerdo.
¿Has comprobado si puedes visualizar los vídeos de youtube?
Estoy esperando que mañana, mi hija, acople el ADOBE FLASH PLAYER que me recomendaste. Yo soy incapaz de maniobras semejantes. Muchas gracias por tus atenciones.
Frajayo Esperemos que haya suerte y sea eso, pero también podría ser alguna otra cosa.
No tienes que darme las gracias.
Opino como Senior
Calandra En demasiadas ocasiones hacemos o decimos algo que a los pocos segundos si pudiéramos nos volveríamos atrás por no haber pensado en lo que iba a significar el alcance de nuestra acción.
Pequeños detalles para unos son enormes acciones para otros.
Saludos,
J.
José A. García Totalmente de acuerdo contigo. Hay acciones que no pensamos el alcance que pueden tener, para bien o para mal.
Saludos
Ayer, cuando miraba tu texto en el feed, recordaba que lo había leído en algún sitio. Hoy, que he parado en casa, he rebuscado y lo he encontrado en una Agenda Juvenil… ¡de 2001!
Parece que no ha pasado el tiempo.
Una mirada… Existen en la red historietas que se van propagando, se quedan unos años en stand by y luego con ligeras modificaciones, dependiendo del país desde donde se inicie la propagación, aparecen con más fuerza.
Una historia muy edificante. Lástima que los acentos hayan caído en el texto como la simiente en una siembra a voleo.
Tawaki Y eso que arreglé yo unos cuantos, pero me cansé.