No, no es una vivienda temporal como la mayoría podríamos pensar, es una vivienda utilizada desde hace 22 años.
Miguel Restrepo, de 62 años; y su esposa María García viven junto a su perro Blackie en una alcantarilla en Medellín (Colombia).
La alcantarilla tiene 6 metros cuadrados y casi 1 metro y medio de alto. La equiparon con una cocina, un televisor, un ventilador, una silla y una cama.
El principal problema, dicen ellos, es cuando llueve porque el agua se filtra. Igualmente sostienen que viven “mejor que el presidente” porque ellos están tranquilos y sin custodia.
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¡Que alegría! No he tenido que poner mis datos para comentar.
Supongo que no se puede tener todo, o casa o tranquilidad. Pero creo que tenemos que tenerlo todo, casa y tranquilidad. Un abrazo
ester Habrás tenido suerte, ya que a Genín y a mi mismo nos toca meterlos cada vez que comentamos.
Eso sería lo bueno, tener casa, tranquilidad y dinero para pagar todos los gastos.
Un abrazo
Ne había dado un vuelco el corazón al leer a ester, pero mi gozo en un pozo, yo si que he tenido que poner los datos 🙁
Y yo pensaba que mi ranchito era pequeño… 🙂
Salud
Genín Mala suerte, yo también tengo que introducir mis datos.
Puedes empezar a hacer agujeros en tu parcela y alquilarlos como vivienda.
Saludos
Falta un pequeño detalle, ¿sabéis cual?
Senior citizen Lo ignoro. Quizás el cable de entrada de la luz eléctrica?
No, un sitio donde desbeber y descomer. Elemental, querido Jubi.
Senior citizen Había pensado en las letrinas pero como he sido uno, que en el pueblo de mi padre de niño, en la mayoría de ocasiones utilizaba el campo como letrina, por supuesto sin papel de ningún tipo, utilizando las hojas grandes de las plantas si las había y si no, la piedra más redondeada posible…
Por ello y viendo la foto Nº 9 del enlace, he visto que no era necesario ese moderno artilugio sanitario que hoy en día se tiene en casi todas las casas y que aún es desconocido en algún país africano y en muchas zonas rurales de demasiados países del mundo..
Y parecen tan felices y son cariñosos con el perro, está claro que para ser feliz hacen falta pocas cosas.
Calandra No es más feliz el que tiene grandes posesiones o maneja mucho dinero.
Aunque no es lo mismo, siempre recuerdo el fragmento de La vida es sueño de Calderón de la Barca :
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Ciertamente, la felicidad es una cuestión de actitud personal.
Una mirada… Totalmente de acuerdo contigo, cuando tenía 10 ó 12 años era el niño más feliz del mundo, disfrutaba con pequeñas cosas que ahora ni se tienen en cuenta, jugar en las calles sin coches, esperar a mi padre con la comida puesta por mi madre, en la mesa en un piso alquilado con dos habitaciones…