En los tiempos de Maricastaña, había una vez un rey, como ya no se encuentran, guapo, rico, que quería casarse, pero ninguna princesa le gustaba, en esto, llegó una mendiga (entonces solo había príncipes, princesas y mendigos)…
Si os lo cuento yo, no tiene gracia, así que sentaros en vuestra silla preferida y darle al ratón adelante o atrás, no os voy a cobrar más por eso y por favor no tiréis al suelo la bolsa de las palomitas, que la tendréis que recoger.
Estoy plenamente de acuerdo, en los tiempos que corren con la cantidad de violencia doméstica, maltratos, etc ;el tema viene como anillo al dedo; las mujeres debemos querernos más, el amor comienza cuando nos valoramos y queremos primero nosotros, un abrazo patagónico!!!
Ahhh y no dejé ninguna palomita tirada ehhhhh!!!!
Muy buena enseñanza…
Aplicándonos más veces esta historia, el mundo, sin duda, iría mejor…
Un abrazo…
Te mando este meme:
http://helektron.com/2007/05/12/meme-si-fuera/
Saludos!!
Muy cierto.
(La verdad es que el rey tenia pocas luces, eh) 😛
Todo tiene un límite.
Opino como Susymon, en primer lugar tenemos que valorarnos a nosotros mismos, no prodigarnos a quien no nos corresponde, ni a quien nos hace sufrir sin necesidad.
Están bien estos cuentecitos con moraleja. Este es un claro ejemplo sobre la importancia de la autoestima.
Susymon Creo que la moraleja lo deja todo muy claro.
¡Ah! y gracias por no tirar nada al suelo, pero te hubiera tocado recogerlo a tí ya que lo veías desde tu casa.
Saludos maños.
delokos Efectivamente y por lo menos la violencia doméstica bajaría en picado.
Saludos
Victor Recogido el testigo, publicado y ya se han apuntado de manera voluntaria a seguirlo.
Saludos
Aitor ¿Pocas luces? Menos que una luciérnaga de día.
Chela Quizás el cuento esté un poco forzado, pero ¿no estamos oyendo constantemente que una mujer ha sido asesinada por su marido y que después de cuatro o cinco agresiones anteriores no lo había denunciado ninguna vez? O a lo sumo lo había denunciado pero había retirado las denuncias.?
Muy verdadero, me encantó. Estas cosas las sabenos pero no siempre las ponemos en practica.