Hoy entramos en un tema que tiene debate en la actualidad ya que posiblemente en estas navidades, bebamos alguna que otra botella de vino, incluso alguna de más. Hablamos de los tapones que se emplean para las botellas de vino.
¿Os imagináis un Vega Sicilia 2007, un Pesquera Reserva o un 200 Monges Reserva con tapón sintético o tapón de rosca? De momento no los veremos en nuestros mercados por las propias exigencias que estos tipos de vinos marcan, aunque ya es una realidad que estos tapones tienen cada vez más presencia en el mercado. Sobre todo en el anglosajón y el estadounidense, en donde 3 de cada 10 botellas de vino tienen tapón sintético o de rosca.
Tradicionalmente el vino ha ido cerrado con tapones de corcho. pero como todo en esta vida, los avances también llegan al cierre de las botellas. Por ese motivo vamos a intentar ver cuáles son los cierres o tapones más empleados en la actualidad para el cierre del vino.
El corcho natural es sin duda el de mayoritario uso. Con el se busca conservar la vida del vino por tiempos largos. El corcho posee una estructura muy elástica lo que les permite una gran versatilidad. Es decir, puede malearse y contraerse y expandirse dentro de unos límites y proporciona un cierre en la botella prácticamente hermético.
La cantidad de aire que puede atravesar el corcho en mínima, casi imperceptible, pero la estructura celular permite ese paso. Pero eso no es del todo perjudicial ya que hay vinos que incluso les puede beneficiar en su almacenamiento esa mínima cantidad de aire que entra.
El corcho natural es el más empleado y pueden ser de una sola pieza cortados de una hoja de corcho, o de varias piezas, donde al menos dos piezas de corcho se pegan, o aglomerado, donde los pequeños agujeros dentro de un corcho natural están llenos con polvo de corcho y pegamento.
El corcho sintético lleva en alza desde hace poco más de un cuarto de siglo. Los más habituales son los elaborados con plástico a base de aceite. Otros fabricantes están realizando tapones con polímeros a base de plantas de maíz y caña de azúcar.
Un detalle importante, como el corcho no necesita estar en contacto con el vino para transmitirle humedad como en los tapones de corcho, admite que las botellas puedan guardarse de pie, algo interesante para los consumidores en casa. Tienen además un sellado hermético y anti-bacteriano.
¿Qué es la enfermedad del corcho o TCA? (Extractado de Diego Di Giacomo. Sommelier – Miembro de la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores) : Vamos a hablar aunque sea superficialmente sobre esta enfermedad. Debemos remarcar que de todas las posibles imperfecciones que se pueden hallar en un vino, esta es la más expandida a nivel mundial.
A tal punto es así, que las estimaciones indican que alrededor del 4 % de todas las botellas del planeta poseen este problema, sobre el cual la industria del corcho trabaja fuertemente para reducirlo a su mínima expresión. Se trata de un defecto que una vez que invade al vino, no es posible eliminarlo, y es motivo de rechazo del producto por parte del consumidor, si se halla en altas proporciones.
Los clorofenoles son sustancias que se encuentran en muchos pesticidas, desinfectantes, detergentes… e inclusive en la atmósfera como producto de la acción y contaminación humana. Pueden estar también en el alcornoque, en el agua y en los suelos de los bosques. Es un compuesto clorado, o sea, que posee cloro en su estructura. Son muy tóxicos para los seres vivos.
Debemos remarcar que las condiciones ambientales de humedad y temperatura que reinan dentro de la bodega, favorecen la acción del hongo; y por otra parte que la «enfermedad del corcho» o el «sabor a corcho» es un título aplicado injustamente, ya que dicho defecto puede originarse en distintos elementos o instalaciones de la bodega y pasar luego a la atmósfera. No es un problema exclusivo del corcho. Sería ideal llamarlo «sabor a moho», o «gusto a moho».
El TCA se formaría casi exclusivamente en el corcho. Y una vez en el vino, las sensaciones que transmite son desagradables, distorsionando nuestra capacidad de detectar olores, entregando descriptores como moho, papel mojado, humedad, corcho, y hasta el «muy famoso» olor a perro mojado o sudor de caballo.
¿Cómo se previene este problema? Acorde a un estudio del INTA al respecto «es importante eliminar toda fuente de cloro que puede provenir de detergentes, aguas que poseen hipoclorito, maderas tratadas con clorofenoles, etc, ya que como vimos, lo que antes se atribuía al corcho ahora parece tener varios responsables. Incluso se ha demostrado que corchos sanos pueden absorber los cloroanisoles de vinos defectuosos.
La española Vega Sicilia, a mediados de 1.999 decidió retirar del mercado la totalidad de su vino tinto de segunda marca, el Valbuena, cosecha 1.994. En una entrevista realizada en el año 2.000, el enólogo jefe de la bodega explicó que «a comienzos de 1.998 empezamos a notar en algunas botellas algo raro, nada en especial, sino que el vino estaba muy cerrado de aromas. Empezamos a comercializarlo, y en el mes de mayo, viendo que el problema persistía y que en alguna botella notamos un olor extraño, decidimos investigar lo que estaba pasando. La conclusión fue que algunas botellas estaban contaminadas por TCA, proveniente de los corchos».
Pues como dejen de usar el corcho, se acabó el negocio en el Parque Natural de los Alcornocales.
Senior Citizen No creo que lo dejen de usar, sería una gran pérdida, ya que en España se concentra más del 50% de los alcornoques que hay en la Tierra.
Menudas explicaciones tan largas alrededor de un corcho en el que apenas si reparamos. Esperemos que se solucione el problema pues si se deja de utilizar corcho algunas regiones lo van a pasar mal.
Calandra Las explicaciones están muy extractadas, que eran mucho más amplias. Espero que el tapón de corcho no se deje nunca de utilizar. Cualquier día traigo al blog, la fabricación de los tapones de corcho.
No sé qué te diga, Emilio. Lo tradicional es el corcho, pero un corcho de buena calidad encarece el precio de la botella, amén del problema que has expuesto. La silicona tiene sus ventajas aunque no sea tan ¿estética?. Lo cierto es que sella la botella perfectamente y por los tanto conserva mucho mejor el vino. En cuanto al tapón de rosca es muy práctico y, como dices, se usa en algunos países, pero no vemos un vino de calidad con este tipo de cierre. De todas formas hay que tener abierta la mente a nuevas técnicas, antes se usaban los lagos de cemento y hoy día el acero inoxidable. Un saludo
Felipe Tajafuerte Hoy por hoy aquí en España es impensable que los buenos vinos tengan un tapón distinto del clásico de corcho. Aunque de vez en cuando aparecen vinos con tapones de silicona, incluso de de bajo precio siguen teniendo el clásico tapón de corcho.
Aunque como bien dices hay que estar abierto a las nuevas tecnologías, se tardará mucho tiempo, suponiendo que llegue ese día, que un vino de calidad no venga con el tapón que siempre ha tenido.
Saludos
Tengo algunos amigos bodegueros, hace poco estuvimos en la Rioja y siempre nos cuentan cosas interesantes, la madera de las barricas, el corcho , estuvimos en Muga viendo como se embotella el cava y es muy curioso. El mundo del vino es un mundo aparte y menudas tres botellas has elegido, no las abras si no es en buena compañia. Un abrazo
Ester No entiendo de vinos, así que esas tres botellas se quedarán siempre sin abrir ya que sería una pena que les tuviera que echar gaseosa para poderlas beber.
Un abrazo
Todo un doctorado en tapones para el vino, especialmente del corcho nos has regalado con tu entrada, por demás interesante, desde luego… 🙂
Salud
Genín Como de vinos no entiendo, se me ocurrió buscar información sobre la forma de mantenerlo encerrado en una botella.
Saludos
REconozco no estar puesto en el tema, pero me parece que el principal hándicap será convencer a los productores del cambio de un tipo de tapón a otro.
Una mirada… Si algún día llega ese cambio, tardará mucho tiempo, yo no lo llegaré a ver.
Otra cosa que hay que impedir, sintéticos nooo!!
Mucho trabajo me tienes, para un domingo que pintaba para muy despreocupado : ( del café nos pasamos para lo de los vinos.
Besitos.
Sara O. Durán Bueno, pues primero los vinos con algo para comer y de postre café.
Besos
Me gusta el corcho e toda la vida, pero la vida avanza y a veces nos trae cambios que no son necesariamente malos. Yo no noto la diferencia entre en vino con corcho natural y otro sintético pero me gustaría saber cuánto hay de verdad en lo que nos cuentan y cuánto hay de ahorro económico (del que nadie habla). Lo del tampón de rosca sí me cuesta más aceptarlo. Imagino que cada tipo de vino requiere el suyo propio.
Al final, donde mejor se conserva el vino es en la barriga.
Tawaki Hoy por hoy en España no concebiríamos un tapón de rosca para un vino de calidad, tampoco uno de silicona, aunque efectivamente todo puede llegar.
¿En la barriga?
A mí, me gusta el pipiripí pipí,
con la bota empinar parara papá,
con el pipiripí pipí
con el paparapa papá
al que no le guste el vino
es un animal, es un animal,
o no tiene un real.