El sobao o sobao pasiego es un producto de repostería típico de la comarca de los Valles Pasiegos (Cantabria, España). Su popularidad ha hecho que sea unos de los productos más reconocidos y comercializados de la gastronomía de Cantabria.
Se ignora el origen histórico de este bizcocho, aunque con toda probabilidad fue producto del uso espontáneo de las materias primas comunes en el entorno rural cántabro: mantequilla y harina. La adición de azúcar no parece probable que fuese anterior al siglo XIX, dado el carácter escaso y lujoso de esa sustancia en fechas anteriores. Quizá se usaba miel como edulcorante, o sencillamente no se endulzaba la masa. En la receta primitiva, el sobao se elaboraba con masa de pan, azúcar blanco y mantequilla, a lo que se podía añadir huevos, cáscara rallada de limón, y anís o ron.
¿Pero sabemos como se fabrica en plan industrial? Vamos a verlo.
En primer lugar cascaremos los huevos y los mezclaremos con la mantequilla que sometida a alta temperatura está líquida. Después echaremos el azúcar y la harina y con un proceso de batido conseguiremos esta pasta.
La máquina capsuladora tiene preparados los moldes para dosificar la masa en cada uno de ellos.
Pasan por el horno y permanecen en esta cinta de enfriamiento durante más de hora y media. Así ya están listos para envasar y posteriormente ser distribuidos.
Es posible que en un principio se endulzaran con azúcar de caña.
-Senior citizen- En realidad no tengo ni idea, con respecto al endulzamiento de los primeros sobaos.
Hoy esos productos típicos se hacen el cualquier lugar, han perdido su esencia, yo los he visto en varios pueblos y ciudades andaluzas, en pueblos de Castilla, lo dicho ya no tienen denominación de origen aunque la mantengan.
Saludos
-emilio- Siguen teniendo denominación de origen y a partir de 2021 se homenajea este producto dedicándole la fecha del 3 de mayo bajo la denominación Día del Sobao.
Esto último lo acabo de leer en Wikipedia, pero ni lo conocía ni he podido comprobarlo.
Saludos
Qué rico. Un beso
-Susana- Los suelo tomar en el desayuno mojados con el café con leche.
Un beso
Ñam…
-Magda- Ñam… Tengo la boca llena, casi no puedo hablar, estoy terminando de desayunar en un bar.
Hablar de sobaos me pone los dientes largos, que sabor a deliciosa mantequilla, que textura y lo mismo sirve para el desayuno con un buen tazón de café con leche o como delicatesen de bollería a cualquier hora del día, o cuando despistadamente abres una determinada puerta del armario de cocina y allí se exhibe provocador a sabiendas que es irresistible su presencia.
-Frajayo- La primera vez que los comí al menos de manera consciente, fue en Santander haciendo un curso de un mes de un equipo de radio italiano, italiano, que ni conocía ni lo aprendí, me refiero al idioma, pero me lo pasé de cine visitando los alrededores.
Como y habéis dicho varios aquí a veces pierden la esencia al hacerse en otros sitios con variaciones.
En cuanto a la producción industrial a veces lo acomodan a un gusto más neutro como pasa con las madalenas que parece más un bizcocho suave que otra cosa.
Mmmm… Los desayunos de fin de semana…
-Magda- ¿Le podemos añadir cebolla como a la paella?
– Jubi, ¿Cebolla en la paella? ¡¡Ufff, que asco!!
Sobre gustos no hay nada escrito, y si vieras la cantidad de ingredientes que le echan a la paella en el Reino Unido o en EEUU, alucinarías.
– Jubi, ¿Pero en una delicatessen, como es un sobao?
Calurosos saludos, que el calor no mengua, va a más.
Sí, la que armó Jamie Oliver al hacer la paella con chorizo…
Jajajaja…
-Magda- Hasta el marisco se puso en pie para protestar a Jaime Oliver por la forma de hacer la paella.
Bien buenos que están. Me salva que no necesito el dulce, que si no, no sé qué sería de mí.
-Tawaki- A mi tampoco me molesta un dulce, ni algo de alcohol, menos aún un poco de colesterol… por supuesto tampoco un poquito de…
– Jubi, ¿El galeno que te ha dicho?
Que para mi edad puedo hacer lo que quiera, total dentro de poco…