Habiba Ahmed, de periodista a heroína asesinada a tiros por la causa pro Mursi.
rafael p. unquiles / corresponsal en abu dhabi El rostro de la periodista Habiba Ahmed Abd Elaziz, de 26 años, se multiplica por segundos a través de las redes sociales, donde va camino de convertirse en uno de los símbolos de quienes denuncian en la calle el derrocamiento militar del primer presidente elegido democráticamente en Egipto, el líder islamista Mohamed Mursi.
Habiba Ahmed, redactora de nacionalidad egipcia de «XPress», publicación del diario emiratí «Gulf News», ha sido una de las más de 600 personas que fallecieron en las proximidades de la mezquita Rabáh al-Adawiya de El Cairo cuando protestaban por la situación que actualmente vive su país de origen. Murió a tiros. No estaba allí cubriendo la noticia. Era una activista cuya lucha se ha visto relanzada tras perder la vida.
Al hilo de las revueltas en Egipto, he recordado unas canciones, que ligeramente modificadas cantábamos en la mili, aunque no llegué a vivir ni la guerra civil española; 17 de julio de 1936 a 1 de abril de 1939, (no había nacido), ni la olvidada guerra de Ifni (1957-1958) hice la mili en Ifni, pero 11 años después, en el año 1969.
Nunca deberíamos de enfrentarnos los unos contra los otros en una sangrienta guerra.
Yo soy del 41 pero mi padre si murió a los 26 a consecuencia de heridas ya terminada la guerra.
Solo de recordar la puñetera guerra me pongo triste, como es posible que los seres humanos seamos tan burros y nunca aprendamos…
Salud
Genín No sabía nada, poco a poco los blogueros nos vamos conociendo más profundamente.
Mi padre tuvo suerte y eso que en ocasiones tenía que trabajar arreglando líneas telefónicas entre los dos bandos, donde se cruzaba el fuego de los disparos. Normalmente los combatientes se daban una tregua y dejaban trabajar a las brigadas de Telefónica.
Saludos
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
–Miguel Hernández–
Una mirada… No conocía este poema de Miguel Hernández.
El crimen fue en Granada (A Federico García Lorca)
Se le vio caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
_sangre en el frente y plomo en las entrañas_
…Que fue en Granada el crimen,
sabed _¡pobre Granada!_, en su Granada.
Antonio Machado
Federico y muchos más junto a él, a los que no ha cantado nadie y siguen -como él- enterrados en cunetas y barrancos. Si todas las guerras son malas, las guerras in-civiles lo son aun más.
Senior citizen Desgraciadamente en todos los sitios existen tumbas anónimas, olvidadas, fosas comunes.
En Zaragoza por ponerte un botón de muestra, en la batalla de Belchite (1937), se saldó finalmente con la toma por los republicanos del pueblo, que quedó completamente devastado. Se estima que murieron 5.000 personas en 14 días.
Hay libros, canciones, referencias a esta batalla, pero ¿a cada uno de los combatientes muertos?
Cuando se enteraran los mandamases del mundo que la democracia no se impone con tiros ni con bombas
francisco Desgraciadamente el hombre es el mayor depredador de su especie. Bajo esta idea se esconde, la mayor intolerancia, los sentimientos más ambiciosos, los impulsos más primitivos, y la crueldad más insólita e inconcebible del ser humano.
Hace muchos años, el cantautor Adolfo Celdrán -hoy, injustamente olvidado- musicó el siguiente poema de Brecht:
Otra vez se oye hablar de grandeza
(Ana, no llores,
el tendero nos fiará).
Otra vez se oye hablar del honor
(Ana, no llores,
no podemos comer ya).
Otra vez se oye hablar de victorias
(Ana, no llores,
a mí no me tendrán).
Ya desfila el ejercito que marcha
(Ana, no llores,
ya desertarán).
General, tu tanque es muy potente,
aplasta a cien hombres y arrasa el pinar.
General, pero tiene un defecto:
Necesita un hombre que lo pueda guiar.
General, tu avión es poderoso,
vuela como tormenta y destruye la ciudad.
General, pero tiene un defecto:
Necesita un hombre que lo pueda pilotar.
General, el hombre es muy útil,
puede volar, puede matar.
General, pero tiene un defecto:
Puede pensar.
Puede pensar.
Aquí, la canción.
Una mirada… Que mejor contestación, que el artículo siguiente te lo acabo de dedicar debido a tu aportación que hago pública.
Gracias.
La verdad es que había olvidado a Celdrán y eso que lo tengo en los dos CDs «De un tiempo y un país», que realmente se llamaba «¡Volad, canciones, volad!»
Senior citizen La verdad es que yo lo conocía un poco por encima, ahora veo que en YouTube tiene unas cuantas canciones. Canción del Esposo Soldado, Vientos del Pueblo, Rueda que iras muy lejos, Ropas con su olor, Juramento de la Alegría…
Celebro que os suene. En general, es un desconocido para la mayoría. Yo lo conozco desde mi infancia porque en el pueblo había un círculo izquierdista que organizaba audiciones y cantadas con música de Celdrán, Paco Ibáñez, Pablo Guerrero… Con sus compases aprendí a tocar la guitarra acústica.
Una mirada… He seguido indagando, y hay mucha información en la red sobre Adolfo Celdrán, incluso hay entrevistas e inclusive el Gran Wyoming (presentador y humorista de la Sexta) presenta y canta con Adolfo Celdrán la llegada de la primera televisión a un pueblecito cantando a dúo.
Mal camino lleva el conflicto de Egipto, demasiados muertos y demasiada destrucción, como sigan así pocos van a quedar para contarlo.
Leodegundia Muy mala pinta tiene y la mayoría de los países, como mínimo condenan la escalada de violencia y recomiendan no viajar a Egipto.
En las guerras civiles no hay ganadores, todos pierden. Jubi me has sorprendido, mi padre se pasó la guerra tendiendo lineas por el monte, fue herido en la batalla de Teruel, hecho prisionero y traido a Valencia, se escapó, y luego fue depurado dos años en Barcelona, antes de volver con su esposa e hijo.
Jesus Lo que son las cosas, como le comentaba a Genín, poco a poco y en ocasiones sin darnos cuenta, los blogueros nos vamos conociendo unos a otros. En ese aspecto mi padre tuvo suerte, algo parecido le pasó a mi madre, cuando todavía no se conocían, trabajaba en el barrio de Salamanca de Madrid, en casa de unos escritores, su misión era ir a la compra y ayudar en las tareas domésticas del resto de servidumbre. En ocasiones al ir o volver de la compra se escuchaba un silbato, eso equivalía a avisar a los posibles viandantes que se refugiaran ya que empezaban las hostilidades en la calle. Había veces que tardaba dos y tres horas en volver a casa, pero excepto en una ocasión que perdió toda la compra, nunca le pasó nada.