El Seat 600 bate un Récord Guinness.
El pasado sábado 9 de septiembre del 2017 por la tarde desfilaron disciplinadamente uno detrás de otro delante de la atenta mirada de los inspectores del Libro Guinness en el Circuito de Montmeló (setecientos ochenta y siete) 787 Seat 600.
La empresa no era fácil. Había no sólo que conseguir reunir la mayor cantidad de Seat 600 posible en estado de marcha sino convencer a todos sus conductores -de todas edades, orígenes y condiciones- de que circularan uno detrás de otro en perfecta fila india, sin dejar más separación que la de un coche entre ellos y a baja velocidad por el circuito de Montmeló.
Y a las cinco de la tarde, todo el mundo a los coches y hacia la pista. Había que dar una vuelta pegaditos al coche precedente (manteniendo la misma distancia, más o menos entre todos ya que sólo así, los señores del Guinness considerarían que aquello, en lugar de una reunión de amigos -de muchos amigos- era un desfile con todas las de la ley. Llovía y el primer intento fue un auténtico desastre. Se iba a empujones, frenando, parando, arrancando, acelerando, lejos del de delante, en fila de a dos… Fatal. El Récord quedaba lejos.
Pero luego, aparcaron todos en la recta de meta a cinco de ancho. Bueno, en la recta y en la curva anterior, hasta la chicane porque aunque los 600 son pequeñitos, casi 800 de ellos abultan lo suyo. Desde megafonía, los organizadores se pusieron serios y se dieron las consignas correspondientes. Despacito, como reza la canción, y uno detrás de otro en una serpiente multicolor que ríanse ustedes de la vuelta ciclista. Y se pusieron en marcha.
Y se logró. Los señores del Guinness confirmaron que sí, que el día 9 de septiembre de 2017, a eso de las siete de la tarde, 787 señores y señoras llenaron sus Seat 600 con familiares y amigos y desfilaron, uno detrás de otro.
La noticia extractada de Coches.net
Son eternos los Seat 600… Bonito récord… Abrazos
Ligia Con un 600 aprendí yo a conducir, también aprendí a meterle mano a un coche, cambio de bujías, puesta a punto, cambio de aceite…
Hoy en día imposible tocar un coche, está todo informatizado.
Abrazos
Cuando veo uno me hace ilusión, me hubiera encantado ver a tantos juntos, soy la única o una de las pocas personas que no ha tenido nunca un 600. Buenas noches y abrazo
ester En los exteriores de la plaza de toros de Las Ventas en Madrid, aprendí yo a conducir con un 600 y luego lógicamente me compré uno de segunda mano.
Buenos días , un abrazo
Raro que no llevaran esteladas… 🙂
Salud
Genín No creo que los del Guinness lo hubieran permitido.
Saludos
Hay grupos de dueños de 600 que se reúnen de vez en cuando para hacer una excursión y da gusto ver a tantos juntos y tan bien conservados.
Calandra He visto alguna concentración de esas en Zaragoza y la verdad es que parecen todos los coches que están recién salidos del concesionario.
Como los electrodomésticos de antes, que duran más que los de ahora.
Magda Es cierto, eran más simples, todo mecánica, sin rastros de digitalización que al fin y al cabo, se puede manipular…
Saludos
En uno de esos, de segunda o tercera mano, que era de una amiga con el carnet recién sacado, subíamos la cuesta de la facultad tan cargadas que arrastraban los fondos, pero nunca nos dejó tiradas.
Senior Citizen Eran muy duros y muy nobles, aguantaban casi todo lo que se les echaba, como prácticamente no tenía maletero en vacaciones se les veía con una baca cargada hasta los topes.
Unos coches muy familiares que han resistido lo indecible. Alguno he probado en plan artículo museístico y se me caló cuesta arriba. Menudo calentón le dio y salía humo que para qué contar. Y el dueño, que venía de copiloto, terminó echándole más de media botella de agua de Veri. Fue apoteósico.
Una mirada Estos coches tenían su intríngulis, en verano había que abrir y bloquear una trampilla en la parte posterior e inferior donde se encontraba el motor y en invierno cerrarla, esto era como consecuencia de que la refrigeración del motor se controlaba por esta trampilla y si no funcionaba bien el motor en verano echaba humo. Pese a todo y por si acaso era bueno llevar una botella de dos litros de agua para añadirle al circuito de refrigeración.