Cuatro hombres y una mujer tomaban café en la Plaza San Pedro del Vaticano, el primer hombre dice a sus amigos:
– Mi hijo es sacerdote, cuando entra a algún lugar, todos lo llaman ‘padre’.
El segundo hombre expresó: – Mi hijo es obispo, cuando entra en algún sitio, la gente lo llama ‘Reverendisimo’.
El tercer caballero dice: – Mi hijo es Cardenal, cuando entra en algún establecimiento, todo mundo inclina la cabeza y dice ‘Su Eminencia’.
El cuarto hombre, el mas viejo, dice muy orgullosamente:- Mi hijo es el Papa. Cuando entra a algún lugar la gente lo llama ‘Su Santidad’.
Como la única mujer de la mesa tomaba su café en silencio, los hombres le dan un sutil: – ¿Y bien….?
Ella responde: – Yo tengo una hija, esbelta, alta, 138 cm. de busto, 61 cm de cintura, 86 de cadera y cuando ella entra en cualquier lugar, la gente dice «Dios mío»…
Recibido por correo. Gracias Luis.
Frente a la soberbia masculina chispa y salero femenino. Abrazos
Ester Como dije en cierta ocasión, en este blog, no siempre los chistes son machistas, aquí hay campo para todas y todos.
Abrazos
Que buenoooo !!!
Me lo tomo acompañado de un café. Gracias.
(Ahora me pide que complete los «campos requeridos» cada vez !?)
trimbolera Lo de los campos cada vez, es algo que me temo me están implantando para evitar el bombardeo masivo de ataques que estoy sufriendo, es algo que quiero hablar con el que me aloja en su servidor, en mi caso también tengo que escribir en todos los campos para poder contestaros.
Genin ya me había advertido.
Si me guardas un poco de café y una magdalena, te acompaño.
jajaja Muy bueno!!!
Salud
Genín Digamos lo que digamos, las mujeres son más sutiles que los hombres y con el salero que suelen tener, nos dan unas cuantas lecciones a los hombres.
Saludos
La señora les ha superado con creces. Si les das ocasión las mujeres siempre ganan. Cse, cse, la femme.
Jesús Eso lo tengo muy claro desde hace mucho tiempo, pero te puedo asegurar que en mi casa mando yo… siempre que no esté mi mujer, que en ese caso, «donde hay patrón no manda marinero».
Seguro que ninguno se esperaba esa respuesta.
Calandra Es que las mujeres sois finas y elegantes donde las haya.
Una como esa es la que me ha recomendado a mí el médico.
Tawaki Yo estuve el otro día con el matasanos, pero me recomendó todo lo contrario, ya que según dijo, a mi edad, no me recomendaba determinados excesos.
Eso sí que es tener la última palabra… Como para replicar.
Una mirada… Si es que, las mujeres cuando quieren, son más listas que las pesetas.