Que si quieres arroz, Catalina es una expresión que usamos cuando nos contestan con una incongruencia o ni siquiera nos contestan. Vamos, que no nos hacen ni p… caso.
Pero ¿conocemos su origen? Hay varias versiones, aunque en realidad más parece una anécdota pero sin visos de realidad, de hecho en palabras de José María Iribarren, autor del «El porqué de los dichos» no es convincente.
«Como tantas otras anécdotas de su especie, constituye, más que una explicación del origen del dicho, una aplicación del dicho mismo, aun cuando, como ocurre en este caso, se refiera la historieta a tiempos medievales, tratando de dar mucha antigüedad a la frase».
Pero vayamos con el supuesto origen : Érase una vez del reinado de Juan II de Castilla, allá por la primera mitad del siglo XV. La tal Catalina habría sido la esposa de un judío converso residente en León y mujer aficionadísima a los condumios de arroz, un cereal del que hablaba maravillas en cuanto a sus propiedades salutíferas y profilácticas. Según ella, no había dolencia o mal para el que el arroz no tuviera alguna sustancial ventaja terapéutica y en esta personal cruzada arrocera fueron pasando loa años hasta que Catalina enfermó de gravedad. Familiares y amigos, sabedores de su fe arrocera, se llegaban hasta el lecho para ofrecerle el remedio que durante tanto tiempo ella misma había elogiado…
“¿Quieres arroz, Catalina?“, le repetían uno tras otros sus deudos, pero la buena mujer, en los arrabales de la muerte, no tenía ya fuerzas para responder a la oferta. Ellos y ellas, quizá pensando que la enfermedad le había afectado al oído, llegaron a gritarle a coro: “¡¡¡ ¿Que si quieres arroz, Catalina? !!!“. La moribunda guardó silencio hasta que le llegó el momento de exhalar el último suspiro, por lo que la conminatoria pregunta pasó al acervo popular como símbolo o sinonimia de alguien que se obstina en ignorar olímpicamente aquello para lo que se requiere de su conformidad.
Fuentes consultadas : Historias de la historia, Yorokobu.
Me quedo con la Catalina esposa del judío y a la que le gustaba el arroz, no se el origen, bueno si tu no lo has encontrado yo ni lo intento. Y alguna vez he dicho la frase y alguna me la han dicho. Un abrazo
Ester En estos dichos o refranes hay alguno que tiene un origen totalmente cierto y perfectamente documentada, pero en otros al ser el boca a boca la transmisión de su origen, se ha podido escamotear el verdadero origen de la expresión.
Un abrazo
El origen no me convence mucho, pero bueno… 🙂
Salud
Genín Hay dichos o expresiones que no se conoce exactamente su origen, esta es una de ellas.
Saludos
Pues no conocía este origen pero tampoco conocía la expresión!!
Ni la he dicho nunca, ni me la han dicho nunca. Ni la había escuchado antes. Glub..
El origen será incierto, pero es bien cierto que yo he aprendido algo nuevo (la expresión).
Un beso, Jubi.
Faerie Glen Quizás es que por las islas no se utiliza o casi no se conoce esta expresión, por aquí, no es que sea excesivamente habitual, pero se utiliza de vez en cuando.
Un beso
Fíjate que no conocía esa expresión. Me parece graciosa.
Un beso.
Sara O. Durán Esta expresión no es de las que se utilicen mucho, pero el origen no probado, como mínimo es curioso.
Un beso
Conocía la expresión, aunque la verdad es que no la uso nunca. Sea ese o no su verdadero origen, es curioso.
Tawaki La verdad es que se usa muy poco y es curioso el origen que se le atribuye.
Yo sí uso esta expresión, pero nunca me había preguntado de donde venía.
Senior Citizen El uso de los dichos o refranes va un poco también por autonomías o por zonas dentro de la Península.