El alcalde de Miami pide cotizaciones para pintar la fachada del Ayuntamiento, y le entregan 3 ofertas
(de un inglés, un alemán y un español).
La del inglés asciende a 3 millones de dólares, la del alemán a 6 millones, y la del español a 9 millones.
Ante tales diferencias, se entrevista con los ofertantes, por separado, para que justifiquen su estimado de costo.
El inglés dice que él usa pintura acrílica para exteriores en dos capas, y que cuesta 1 millón; en andamios, brochas, equipos y seguros se va otro millón, y el otro millón restante es la mano de obra.
El alemán justifica su estimado diciendo que él es mejor pintor, que usa pintura de poliuretano con tres capas, cuyo costo asciende a 3 millones.
En andamios, otros materiales, equipos y seguros se gastan otros 2 millones, y el millón restante es la mano de obra.
El último, que es el que finalmente gana la licitación ya que el alcalde asegura que es el presupuesto mejor justificado, resulta ser la del español que le dijo: «Mire Alcalde, 3 Millones son para usted, otros 3 para mí, y los 3 restantes se los damos al inglés para que nos pinte la fachada».
P.D. ¡¡¡CUALQUIER PARECIDO CON LA VIDA POLÍTICA DE TU MUNICIPIO ES PURA COINCIDENCIA!!!
Recibido por correo. Gracias Luis.
Buenísimo. ¿me lo prestas?.
Carlos Puedes hacer con el lo que quieras, pero… ya sabes las ganancias a medias.
¿coincidencia? JAJAJAJAJAJAJAJA. MUY BUENO
Bueeeeeeeeenísimo. Aún sigo riendo. Real como la vida misma
Bueno, no exageres, la mordida habitual y dada ya por sabida y por suesta en las diferentes adjudicaciones, ha oscilado (que yo sepa) entre el 3 y el 10 %.
Oficialmente era dinero para el Partido de turno, a la hora de la verdad no sé cuanto de ese dinerito llegaría de verdad a las arcas partidarias
Real como la vida misma.
Saludos
Ja,ja,ja,ja,ja…
Pero lo mejor de todo tu comentario final.
Yo creo que en España la mayoría de las obras realizadas están pintadas por los ingleses, ja,ja,ja…
Un abrazo.
Un chiste realmente bueno y desde luego aplicable en muchos sitios. Pero, si no queremos ser injustos, después de reirnos un poco nos daremos cuenta de que no es aplicable a todos los políticos. Hay muchos muy honestos. Y lo peor de todo es que la actuación de algunos sinvergüenzas hace que parezca que todos están en el mismo saco, que todos son iguales. Pero no. Besitos, jubi.
JAJAJ, buenísimo, y muy real, esto pasa.
Saludos.
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