¿Sabéis que es una poya? Pregunto por poya, no confundir con polla que puede ser, una gallina joven, medianamente crecida, que todavía no pone huevos o bien el pene, aunque en hispano América tiene muchos más significados.
La ‘poya’ era el pago que se realizaba por utilizar un horno común. Muchos eran los pueblos en los que antiguamente no se permitía disponer de horno en las casas particulares, por lo que para hornear el pan debían acudir a uno comunitario. Ese lugar era conocido como ‘horno de poya’.
Este tipo de locales donde se encontraba el horno para uso común surgió alrededor del siglo XVI y solía estar en una casa propiedad de uno de los señores feudales o del Concejo municipal siendo una persona (el hornero) la encargada de mantener el horno encendido y preparado (durante todos los días del año) para su uso por todos aquellos lugareños que lo necesitasen, teniendo éstos que pagar por el derecho de uso (que podía ser en especies: parte del pan horneado o con dinero), este acto de remunerar al hornero es lo que se conocía como ‘poyar’.
Anualmente, mediante subasta pública, se elegía al hornero que se ocuparía de tener el horno de poya listo durante todos los siguientes 365 días.
También se llamaba a la tabla o banco de piedra utilizado como encimera que se colocaba en las cocinas llamándose poyos o poyetes. En los hornos de poya esa encimera (poyo) estaba colocada junto al horno y ahí era donde se dejaba la masa para que se asentase antes de introducirla para ser horneada.
Fuentes : RAE, 20 minutos, thefreedictionary
En Montoro, pueblo de Córdoba, donde todas las calles tienen tanta pendiente que hay una llamada Calle Llana, a la puerta de la casa se accede mediante una elevación sobre la acera con escalones laterales. Estos escalones y la elevación los llaman «poyatos».
-CCM- Gracias por la visita y por tu aportación.
El otro día vi un documental donde, entre otras cosas, hablaban de esto.
De hecho, en algunos pueblos de España se sigue utilizando y el vídeo lo mostraba también. Me encantó.
Un abrazo, Jubi.
-Contadora de Libros- Yo lo viví de joven en el pueblo de mi padre, aunque allí el horno era del ayuntamiento y no había que pagar nada.
Un abrazo
Qué interesante. Siempre se aprende algo. Un beso
-susana- » A la cama no te irás sin saber una cosa más»
Un beso
Que interesante.
Sin llegar a tanto, cuando era pequeña mi madre y otras mujeres del pueblo iban «al horno» ( casa del panadero) y allí hacían magdalenas, galletas y demás , cada una con su propia receta.
-Chelo- Yo también lo he vivido en el pueblo de mi padre y a los chiquillos nos daban un pedacito de masa para que hiciéramos una figura, que inmediatamente iba al horno para una vez cocida nos la daban para mantenernos entretenidos.
Como siempre este tipo de entradas las defiendes muy bien, es interesante de lo que nos enteramos, una amiga mejicana al principio de estar en España pedía en el bar (ya podría haber pedido una «Coronita» una polla, una bebida de leche con canela. Abrazos
-Ester- Ya sabes que me gusta indagar en el uso y costumbres de otras épocas y trato de hacer la entrada agradable.
Abrazos
Aquí le llamamos poyo o poyete un sitio de obra o piedra para sentarse.
Por estos lares, también.
-Una mirada…- Es cierto.
-Senior citizen- De hecho lo recoge la RAE : Banco de piedra u otra materia arrimado a las paredes, ordinariamente a la puerta de las casas de zonas rurales.
Un inciso: ¿Se ha notado el terremoto en Broto, Jubi? Donde yo vivo, ha habido dos intensas sacudidas.
-Una mirada…- No lo sabía, ahora he indagado y he visto que se produjo en la cuenca de Pamplona, en la localidad de Lizoáin. Este movimiento también ha dejado notar en varios puntos de la provincia de Huesca con menor intensidad. El suceso ocurría a las 00.02 horas.
El Instituto Geográfico Nacional ha confirmado un terremoto de 4.3 grados en la escala Richter.
De Radio Huesca.
A esa hora estaba levantado y quizás paseando y sinceramente no noté nada.
Economía de gastos en aquellas calendas, utilizar un horno común para el abastecimiento de pan a todo un pueblo mediante el pago de la ‘poya’ Espabiladas cabezas tomaban las decisiones más ventajosas cuando no podían disponer de horno propio.
-Frajayo- No todas las familias podían tener un horno de pan en casa, así que lo hacían de manera comunitaria pagando un canon o poya.