Ocho adoquines en Madrid recuerdan a republicanos españoles deportados a campos nazis.
Familiares y personas comprometidas con la memoria histórica colocan en la capital ocho «stolpersteine«, las placas que vienen instalándose por toda Europa en recuerdo de las víctimas de Hitler.
Stolpersteine (piedras que hacen tropezar). De las que yo me hice eco en mi visita a Berlín, en esta entrada, incluso viendo la forma como las colocaban.
Estas son las historias de ocho hombres que, de algún modo, han regresado a sus casas. Han vuelto en forma de adoquines dorados que han sido colocados recientemente en diversas calles de Madrid. Ocho placas cúbicas en las que hay inscritos un nombre y una biografía escueta, de estilo telegráfico. Son las llamadas stolpersteine, palabra que significa literalmente “piedras que hacen tropezar” en alemán.
Fueron ideadas por el artista berlinés Gunter Demnig en 1992, que decidió plantar baldosas para recordar a las víctimas del nazismo en el último lugar donde estuvieron instaladas antes de ser deportadas a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Las primeras se inauguraron en Austria, pero poco a poco han ido traspasando las fronteras hasta brotar por toda Europa, y rozan ya las 100.000.
La información completa, en este enlace.
Ni perdón ni olvido para ese monstruo.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- No, el tiempo no perdona y no se debe de olvidar, para que esa acción u otras similares no lleguen a repetirse nunca más.
Un abrazo
Ya era hora que la iniciativa tuviera sello español, porque fueron muchos los españoles que cayeron en las garras del nazismo y merecen nuestro recuerdo. No olvidemos que muchos republicanos españoles lucharon junto a los Aliados contra la Alemania nazi, tanto en el campo de batalla como en el del espionaje y, de ellos, tambiénn fueron muchos los que se dejaron la vida en ello, sin más recompensa que el olvido.
(También, en su momento, dediqué un post al Proyecto Stolpersteine y, como en tu caso, vi con mis propios ojos algunos de esos adoquines que hacian referencia a personas judías y romaníes asesinadas).
-Una mirada…- Esto me emociona, me encoge el corazón… y recordando a Pablo Neruda en Sube a nacer conmigo, hermano.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Alemania siente vergüenza ajena por lo que pasó, se siente culpable y llena el país de disculpas. Todas aceptadas. Poner adoquines, placas en los edificios, es un detalle. Un abrazo
-Ester- Alemania y ahora también en España se está intentando recordar lo que nunca debe llegar a olvidarse.
Un abrazo
¡Ya era hora de que en España se empiece a recordar!
Es una iniciativa preciosa.
Muchos besos.
-Montse- Es bueno recordar y no olvidar y que nunca más se repita semejante atrocidad.
Besos
Ojalá sirvan, además, para que la memoria del horror nunca se pierda e impida que tales atrocidades puedan repetirse.
Un abrazo, Jubi.
-bisílaba- Para eso deberían de servir, para recordar siempre y evitar volver a reincidir, pese a que desgraciadamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Valga en este caso la redundancia con respecto a la traducción de la palabra «stolpersteine».
Un abrazo
Que raro que el alcalde de Madrid haya permitido esto. No está en su línea…
-Senior citizen- ¿Se dejará aconsejar, lo hizo en un momento de despiste o perdió alguna apuesta?
¿Y qué iba alegar en contra? ¿Que eran unas placas revanchistas?
-Una mirada…- De el y de su amiga Ayuso nos podemos esperar cualquier cosa, a Almeida ya lo llaman arboricida, por talar árboles y asfixiarlos rodeándolos de asfalto hasta el tronco y ella hace lo mismo con la sanidad y las personas.
Una gran entrada, tan didáctica como inolvidable, pero con el objetivo principal y necesario que nunca más esas monstruosidades se repitan.
Gracias Emilio.
Abrazos.
-Mari Carmen Franconetti- Es algo que siempre que pienso en ello me emociona, la primera vez que vi una de estas piedras en Berlín, realmente no conocía su significado, pero traduciendo la información, ya vi de que se trataba y cuando veías cuatro o cinco juntas con los mismos apellidos delante de una casa, se te ponían los pelos de punta.
Abrazos