¿Te imaginas que una mujer pudiera tener hijos sin necesidad de un hombre? ¿Qué pasaría si pudiéramos activar esta capacidad mediante la manipulación genética?
La madre virgen, es decir, aquella que tiene descendencia sin participación de varón, es una figura frecuente en la mitología de muchas tradiciones. Para la cultura occidental de tradición cristiana, María fue inseminada por el dios bíblico, en forma de espíritu santo. Según la mitología griega Danae, conservando su virginidad, quedó embarazada de Zeus en forma de lluvia dorada. En la mitología egipcia, Horus es hijo de Isis y Osiris, pero sin que hubiera sexo de por medio. Y el dios persa Mitra también es hijo de una virgen.
Más allá de mitos, leyendas y otras ficciones, la maternidad virginal entre seres humanos no es posible. Sin embargo, sí es cierto que muchos animales presentan una particularidad por la cual una hembra puede tener descendencia sin contacto con un macho. Se denomina partenogénesis, y ha despertado la curiosidad de los investigadores desde su descubrimiento.
Los distintos tipos de partenogénesis se pueden resumir en dos formas básicas: la partenogénesis estricta y la partenogénesis facultativa. La estricta es la que presentan aquellas especies que solo pueden reproducirse de ese modo, mientras que la facultativa se da en aquellas especies capaces de reproducirse de ambas formas, por partenogénesis o con la participación del macho.
A lo largo de la historia se han observado múltiples especies con partenogénesis facultativa, desde insectos hasta reptiles y aves, e incluso plantas. Y un nuevo avance explora una posibilidad, hasta ahora, desconocida: inducir la partenogénesis por manipulación genética.
¿Llegará el tiempo en que una mujer pueda parir un ser vivo si necesidad de haber tenido contacto con un hombre?
Créditos : Muy interesante. El pais.