Nos encontramos en la Plaza del Justicia de Zaragoza, no debería ser ningún secreto que el Casco Histórico de Zaragoza se estructura en torno a sus plazas, cada una con su abanico de atractivos.
Situada en el corazón de la parte antigua de la ciudad, esta plaza sorprende por su forma irregular, muy diferente de la delimitación, generalmente cuadrada o rectangular, de las plazas tradicionales. Tampoco es habitual encontrar en Zaragoza la esencia de su ambiente popular, su resistencia de barrio sin imposturas.
De momento vamos a centrarnos en el monumento al cofrade.
Fotos propias, se pueden ampliar.
La obra se ubica en la Plaza del Justicia a la derecha de la Fuente de la Samaritana, sita en el mismo lugar. Las dos figuras que la componen representan a un padre y a su hijo que se dirigen a la Iglesia de San Cayetano para participar en una procesión. Ambos van ataviados con túnica y tambor sin que se aprecie distintivo singular de ninguna de las 24 cofradías. La escultura-monumento pretende rendir un homenaje a los 15.000 cofrades de Zaragoza y ser un recuerdo permanente de la Semana Santa de la ciudad.
Como es sabido, las celebraciones de la Semana Santa en Zaragoza son fiestas declaradas de interés turístico nacional, reconocimiento que es consecuencia de su trascendente significación social y cultural a lo largo del tiempo, realidad que sigue vigente sobre todo por el destacado papel organizativo y de difusión y promoción que han desempeñado históricamente y siguen desempeñando las distintas cofradías existentes en la ciudad, muchas de las cuales tienen una trayectoria más que centenaria.
Precisamente para lograr que la ya muy destacada presencia de las actividades semanasantistas en Zaragoza tuviese una representación permanente a lo largo del año, la Asociación Cultural Terceroles, estrechamente vinculada con el ámbito de las cofradías y cuya finalidad principal es la promoción de la Semana Santa en Zaragoza, propuso al Ayuntamiento de la ciudad la realización de una escultura monumental que reflejase, en la figura de dos cofrades, uno adulto y otro niño, el fundamental papel representado por todos los miembros de las cofradías en la conservación y la proyección futura de las tradiciones semanasantistas. Sigue leyendo →