Papá, ¡no quiero que vengas a verme al partido!
Si piensas que siempre tengo que ser el mejor, no vengas.
Si para ti el resultado es lo más importante, no vengas.
Si vas a gritar al árbitro cada vez que crees que se equivoca, no vengas.
Si no puedes soportar que esté en el banquillo, no vengas.
Y si te vas a enfadar cada vez que fallo, no vengas.
Si vienes, ven a disfrutar, a animar. Y a descansar. Yo solo quiero jugar feliz. Y verte feliz.
El fútbol es un juego y se lo estamos robando a los niños.
Pues sí, hay padres y madres que olvidan que su cometido es ver, animar y aplaudir; y si no son capaces de asumirlo, lo mejor es que se limiten a llevar y traer al partido a sus hijos e hijas sin asomarse al graderío.
-Una mirada…- Al lado de donde vivo hay una campo de fútbol de un colegio y muchos domingos, pese a que no veo ni siquiera el campo, oigo perfectamente chillar a los padres.
Presionan tanto a los chicos, que los trauman, en vez de que el deporte les beneficie.
Es que la competitividad es terrible.
Abrazos.
-Sara O. Durán- No solamente los presionan, además se enfrentan entre ellos y en ocasiones llegan a las manos entre padres e incluso pegan al árbitro.
Abrazos
Es un tema bochornoso. Un beso
-Susana- tienes razón, cuando los padres se enfrentan entre si e incluso con el árbitro realmente es algo denigrante.
Un beso
Penoso.
Los niños saben perfectamente resolver situaciones de competitividad, con espíritu deportivo y colaborador.
Los padres no.
Abrazo!
-bisílaba- Los pequeños se comportan mucho mejor que los adultos y ellos son capaces de jugar y pierda quien pierda, al final siguen siendo amigos.
Abrazos
Dejemos a los niños que resuelvan sus cuitas, ellos no son rencorosos y cuando termina el partido vuelven a ser amigos. Se siente vergüenza ajena al ver a algunos padres ponerse violentos y tomar partido ciegamente por sus hijos. Muy buen texto, debería estar en la entrada de los campos juveniles. Un abrazo
-ester- Es la realidad, ellos se comportan mejor que los adultos y al final siguen siendo los mismos amigos que siempre han sido, tanto si han ganado unos como los otros.
Un abrazo
Un video precioso y estimulante. Yo he acompañado a mis hijos a muchas actividades deportivas, entre ellas atletismo y fútbol y precisamente el ambiente que rodea el fútbol incluso a nivel infantil y juvenil es muy dañino y perjudicial para los chicos. Todo lo contrario que el atletismo, donde se aplaude al ganador(a) aunque no represente a nuestro club o aunque haya derrotado a nuestro hijo. Ambos deportes tienen valores muy diferentes. Un abrazo.
-Sabius- Cada deporte tiene su propias peculiaridades, el fútbol, precisamente por ser un deporte de masas es el que sale mas perjudicado y es el que todos tienen derecho a soltar todos los improperios que en condiciones normales no soltarían.
Un abrazo
Yo conozco un padre al que no le gusta el fútbol y, cuando llevaba al niño un partido, lo único que hacía era aburrirse y pasar frío sentado en la grada.
-Senior citizen- Eso me pasaba a mi con mis hijos, cuando los llevaba a hacer algún tipo de deporte organizado por el colegio correspondiente.
No recuerdo qué deportista español de élite comentaba las broncas que a veces ha visto de padres a niños, padres que quieren «fabricar» un deportista profesional. Muy triste.
También recuerdo un divertidísimo episodio de la serie South Park en la que el grupo protagonista aplaude una actuación de este tipo deplorable de un padre y de esta manera quedan desclasificados, con lo cual no tienen que seguir compitiendo y pueden dedicar el verano a lo que quieran.
Feliz viernes.
-Magda- Es bastante normal este tipo de reacciones entre los padres, por ello hay niños que aunque les lleven los padres al deporte que sea, prefieren que se vayan a la cafetería a pasar el rato, en lugar de estar pendientes del juego.
Saludos
Algunos padres, energúmenos, dan un mal ejemplo a sus hijos.
Mil besos.
-Montse- En demasiadas ocasiones y especialmente en el deporte nacional, los padres no saben comportarse adecuadamente.
¿Mil? Oye los voy a contar.
Besos