Viene de esta entrada.
Brujas como todos sabemos es una ciudad belga. Su nombre proviene del germánico occidental «Bryggia» («puentes», «muelles», «atracaderos»). Es interesante destacar que, en el neerlandés, «brug» significa «puente», y que esta ciudad ostenta como nombre el plural de esta palabra, debido a la gran cantidad de puentes que en ella existen.
El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2000. Aunque en gran parte ha sido reconstruido, dicho centro urbano es uno de los más grandes atractivos europeos, ya que mantiene intactas las estructuras. Al igual que Ámsterdam, Gotemburgo y Hamburgo, entre otras, Brujas es conocida como «la Venecia del norte», debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad y a la belleza de los mismos.
Puesto que nos habíamos quedado en mitad de los canales, en esta ocasión vamos a ver de pasada y por el exterior la Iglesia de la Virgen María o Notre-Dame de Brujas, y me centraré en una leyenda existente en la ciudad.
De entre todas las maravillas que posee quizás, sea la iglesia de Notre Dame (Nuestra Señora) el monumento más destacado. Este templo, levantado entre los siglos XIII XIV y XV, con su torre de 122 metros de altura hecha de ladrillo, es uno de los edificios realizados en este material más altos del mundo. Concretamente el segundo, después de la iglesia de San Martín de Landshut (Alemania).
Su bello estilo gótico del exterior contrasta con la decoración barroca del interior, un hecho muy común en varias iglesias belgas y es que dicen que debido a las revueltas protestantes y también al poco aprecio que se tenia al rey Carlos I de España y V de Alemania, acabaron con la destrucción de todo lo que tenía relación con la iglesia católica. Una vez repuesto el catolicismo, se vuelven a decorar las iglesias con el estilo predominante de la época, el barroco. Su enorme torre que se puede divisar desde casi cualquier parte de la ciudad, para la construcción de esta iglesia fueron necesarios casi 200 años, entre los siglos XIII y XV. Su exterior es bonito sin ser recargado.
Los cisnes de brujas : Una de las visitas que no podemos eludir, es el famoso Het Minnewater o Lago del Amor. Sin embargo tras este inocente nombre, se esconde una tormentosa historia de amor.
Todo ocurrió en los tiempos de la conquista de Galia por los romanos, en una pequeña y austera casa donde un marinero vivía con su única hija, la bella Minna. Por aquél entonces Brujas era una pequeña colonia, rodeada de bosques y pantanos. El oficio de pescador, en aquella época no daba suficiente dinero como para sustentar a su familia y el padre de Minna ansiaba el momento de poder casarla con Horneck, el joven hijo de una familia adinerada.
El corazón de la preciosa Minna vibraba por otra persona, el apuesto Stromberg, un guerrero de la tribu vecina, con el que pasaba largas tardes escuchando y recitando poemas a escondidas de su padre. Un mal día de tormenta, los romanos deciden iniciar una invasión, y todos los guerreros de la región son llamados a la guerra. Con ellos, ha de partir un preocupado Stromberg que deja a Minna entre sollozos.
El padre, se impacienta cada día más por la soltería de Minna, llegando a amenazarla con que esa misma noche la prometerá a Horneck, y la boda se celebrará en 3 días, si nada se lo impide. La chica, totalmente desesperada decide escaparse al bosque donde su padre no la pueda encontrar. Hace frio, las frutas silvestres ya no son suficientes para alimentar a una esmirriada y cansada Minna. Pero al fin, acaba la invasión romana, y con la vuelta de las tropas, Stromberg vuelve a Brujas a buscar a su amada. La encuentra demacrada tras unos arbustos a orillas de un pequeño río, pero solo es capaz de pronunciar un “te quiero” justo antes de morir de inanición en sus brazos.
La leyenda : Todo ocurrió en 1488. Faltaban 12 años para que Colón llegase a América. Los ciudadanos de Brujas estaban orgullosos de la prosperidad de su ciudad y de las libertades con las que vivían. Después de varios siglos, habían conseguido una enorme riqueza gracias al comercio de los paños. Pero el Conde de Flandes quería tener un mayor control sobre todo ello y acabó provocando la ira de la ciudad. Los habitantes de Brujas se sublevaron, lo hicieron prisionero y cortaron la cabeza a su hombre de confianza, el gobernador de la ciudad. Fue una declaración de guerra en toda regla… Pero esa guerra la perdió Brujas. Fue la sentencia de muerte para la ciudad porque, al perder el apoyo del Conde para el comercio, los barcos dejaron de llegar, y simple y llanamente, murió.
¿Y los cisnes? ¿Qué tienen que ver con todo esto? Pues tienen que ver con el gobernador al que cortaron la cabeza, porque de alguna manera son su espíritu. Se llamaba Pieter Lanchals. Su apellido podría traducirse como «cuello largo» y, de hecho, en su escudo de armas aparecía un cisne blanco. Pues bien, cuenta la leyenda que, tras sofocar la sublevación, el Conde ordenó que en lo sucesivo la ciudad cuidase y alimentase unos cisnes en lo que había sido su imponente puerto como recuerdo y escarmiento de lo ocurrido.
Los cisnes acabaron por ocupar para siempre el lugar que habían ocupado los barcos. Estas aguas no quedaron sin vida. Brujas comenzaba a salir de la Historia… pero empezaba a entrar en la Leyenda.
Fuentes consultadas para este y el anterior artículo : Erasmus en Flandes, La guia de Brujas, Unos amigos de Paradores, Cultura inquieta, Buen día tours, Brujas.
Una entrada magnífica, con leyenda incluida, las explicaciones del principio me han parecido estupendas y las fotos tambien. Creo que ya te comenté que no conozco la ciudad pero cada vez tengo más ganas. Gracias y un abrazo
-Ester- Creo que te he dicho en más de una ocasión, que se me da bastante bien el copia y pega y lo de las fotos, es una compacta que tiene un buen zoom y le tengo mucho aprecio, por ello, la cámara me trata bien.
Gracias a ti, un abrazo.
Mal negocio cambiar barcos por cisnes… 🙂
Salud
Genín Tienes mucha razón, pero es mucho mas ecológico que tener barcos a la puerta de casa.
Saludos
Qué curioso el significado real de «brujas», tan alejado del que la palabra tiene en castellano. Cualquiera imaginaría un festival de escobas voladoras con brujas clásicas haciendo barridos por los cielos de la ciudad.
Una mirada… Cuando los guías nos preguntan si conocemos el significado de Brujas, la mayoría decimos que no y es cuando nos lo cuentan, luego en mi caso por si acaso, lo consulto con la gran enciclopedia que es internet, aunque no hay que fiarse al cien por cien de ella en este caso parece ser cierto.
Hola, me ha encantado todo lo que nos cuentas de Brujas y el significado de su nombre así como todo lo demás, las imágenes que nos muestras como la de la entrada anterior son magnificas y con todas tus explicaciones parece que vamos paseando por ella, da gusto como lo explicas todo de bien:)
Besos.
-Piruja- Como le acabo de comentar a Ester, el copiar y pegar se me da bastante bien, el problema es que cuanto más consulto, más me puedo repetir y meter la pata, sin embargo como en la mayoría de ocasiones tengo todo el tiempo del mundo…
Gracias, besos.
Nos has despertado las ganas de viajar, debió ser un viaje excepcional.
Jesus No creo que tu necesites muchos ánimos para ayudarte a viajar.
Qué bonito todo!! La historia de Brujas, del lago del amor y de los cisnes… En un solo post he aprendido muchas cosas. Abrazos
-Ligia- Seguro que todos aprendemos de los blog que visitamos.
Abrazos
Es una ciudad preciosa, por la que da gusto pasear y navegar. Y por lo que nos cuentas, cargada de historias y leyendas. Sueño con volver algún día, a recordar viejos tiempos.
-Tawaki- Esto es lo que me han contado, he leído y he aprendido, la pena es que teníamos que haber estado más tiempo en cada una de las ciudades por donde pasamos.