Nos encontramos a la entrada del Parque Grande José Antonio Labordeta de la ciudad de Zaragoza y entre los pinos puedo distinguir lo que aparentemente es una casa pirenaica.
La Casa Pirenaica, en general, se construye aislada de las otras, con cuatro fachadas y sin unir los tejados. Los materiales constructivos son los que brinda el entorno más próximo: piedra, madera y lajas de pizarra o de piedra.
De planta cuadrada o rectangular, con cubierta a dos o más vertientes, siempre bien inclinadas para facilitar el deslizamiento de las nieves invernales. Del tejado emerge la gran chimenea, que en nuestro caso es cilíndrica y en muchos casos se remata por el espantabrujas, pieza de piedra con forma humana.
La Casa Pirenaica, que reproduce un modelo de vivienda tradicional, se construyó siguiendo los modelos de las casas del Pirineo, aunando elementos de diversos valles y pueblos, especialmente de los valles de Benasque, Ansó, Hecho y Sierra de Guara, de manera que es, en sí misma, un interesante elemento patrimonial, testimonio de los modos constructivos tradicionales en la montaña.
Subiendo por unas amplias escaleras de madera, ya intuimos una cocina de leña con fuego bajo del Pirineo Aragonés.
La cadiera* mira al hogar, alma de cualquier casa del Pirineo –y más en los días de frío-. Del centro cuelga el calderizo o el cremallo, del que pende el puchero. Estos elementos esbozan una cocina pirenaica.
*Cadiera : Tradicional banco de madera con reposabrazos que se usaba en la cocina o en la bodega y que solía tener una tabla desplegable en medio a modo de mesita.
Podemos apreciar los distintos útiles de la cocina.
Morillos, puchero, caldero, trébedes con sartén, tenazas, parrilla…
Alacena : Es un mueble con estantes para guardar infinidad de piezas de vajilla.
Habitación de juegos.
Bolos, juego infantil de café o té, a la derecha pequeño dormitorio.
También podemos ver una peonza de madera con su cuerda.
Al fondo dos muñecos con los trajes típicos del pirineo.
Caballito de madera, presumiblemente de haya, pintado.
Vista general del dormitorio.
Vista del joyero, con diversas joyas.
El calentador de cama de brasas fue un utensilio utilizado antiguamente en las casas de clima frío para calentar las camas.
El calentador consistía en un recipiente similar a una sartén con una tapa con o sin perforaciones y un mango largo que se deslizaba entre las sábanas de las camas.
Antiguo reloj policromado de pared.
Capilla con Cristo, candela, velón y tablillas funerarias.
Continuará la 2ª parte en este enlace.
Hoy raro es el pueblo o la ciudad que no tiene su museo etnológico, es una manera de seguir atrayendo a turistas, lo curioso es que en el se ponen las cosas más peregrinas, algunas de ellas bastante modernas.
Saludos
-emilio- En Zaragoza, existen varias secciones diferenciadas,. Antigüedad y Bellas Artes en el edificio de la Plaza de los de los Sitios, Cerámica y Etnología en las Casas de Albarracín y Pirenaica del Parque José Antonio Labordeta. Los servicios generales se localizan en la Plaza de los Sitios.
Los edificios de Etnología y Cerámica (de este último hablaré otro día), se construyeron en 1955 y son obra del mismo arquitecto, Alejandro Allánegui.
Del de Etnología, tengo otra entrada anterior del año 2012, pero hace unos años se cambiaron varias cosas, por lo que me decidí volver a visitarlo.
Saludos
Ha cambiado demasiado la manera de vivir, por tanto, estos sitios cobran mayor relevancia, pues resultan fascinantes.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- Últimamente todo cambia a velocidades astronómicas, en demasiados casos no da tiempo a adaptarse a la nuevas reglas.
Un abrazo
Muy interesante. Un beso
-Susana- Es interesante ya que podemos observar el conjunto de las creaciones de todo tipo de los grupos sociales humanos.
Un beso
Siempre es de interés visitar estos museos en donde se conservan utensilios y cosas que han quedado obsoletas pero que apenas hace unos años aún existían en las casas de nuestros abuelos.
Me resulta curios comprobar que la «cadiera» o banco de madera para sentarse tiene un nombre muy similar en catalán «cadira» llamamos aquí a las sillas ¡hay palabras que nos acercan!
Muchos besos.
-Montse- En estos museos podemos ver la manera de vivir de nuestros abuelos.
Es cierto, según Wikipedia, una cadira es un mueble empleado para sentarse, generalmente con respaldo pero sin brazos, es decir una silla.
Muchos besos
Entonces, ¿tu Casa Pirenaica de Broto no es así? Pues vas a desilusionar a los turistas…
-Senior citizen- Evidentemente en la actualidad no se construye así, se utilizan materiales mas modernos, menos costosos y a la vez mas aislantes para evitar calor en verano y frío en invierno, cosa que no se tenía en cuenta antiguamente.
Yo he vivido en una casa pirenaica de tres pisos más buhardilla [Bailo (Huesca)], donde todo el calor que se generaba en el fuego bajo, se escapaba por la enorme chimenea que existía encima de esa cocina, en los días de frio te quemabas las piernas y sin embargo te congelabas por la espalda.
Viendo las fotos me ha venido a la memoria el Museo Ángel Orensanz y Artes del Serrablo, en Sabiñánigo, que también tiene una casa tradicional con todos los elementos y habitáculos de antaño.
-Una mirada…- Es cierto y recuerdo que ya lo comentaste en cierta ocasión, esperaré a que vuelvan a abrir este año, una vez restauradas las maquetas, el parque de maquetas de Pirenarium después de 12 años cerrado, lo visité una vez, pero perdí todas las fotos. Quizás entonces visite el de Orensanz.