En una entrada anterior, me preguntaba ¿de donde venían las medallas olímpicas?
Desde las dunas y los caminos polvorientos del desierto del Gobi, Mongolia es ya protagonista de los Juegos Olímpicos Londres 2012 y sin necesidad de competir. Este país es quien suministra gran parte de los metales que sirven para la fabricación de las medallas del evento.
Transformados en preseas (*), el oro y el cobre mongoles se custodian en la Torre de Londres, a la espera del inicio de la competición, el viernes 27.
Para cada uno de los 4.700 atletas que suban al podio, las medallas son ante todo un momento de gloria individual, pero para Mongolia son un símbolo de orgullo nacional.
Las medallas de Londres han sido fabricadas con casi 9 toneladas de metal extraídas de la mina Kennecott Utah Copper de Rio Tinto, situada en Salt Lake City; y de su ‘filial’, la mina Oyu Tolgoi, situada en Mongolia.
La Casa de la Moneda Real de Gales del Sur es la encargada de elaborar las medallas en un proceso de 10 horas, que requiere un horno de 760º C y cerca de 1.000 toneladas de peso en una prensa especial. Hasta el comienzo de los Juegos, las 2.300 medallas se encuentran custodiadas en la Torre de Londres.
Solo hay 6 gramos de oro en las medallas olímpicas El oro olímpico es el gran sueño de la mayoría de los deportistas. Sin embargo, sus ansiadas medallas apenas contienen el metal precioso. De los 412 gramos aproximadamente que pesa cada presea (*) solo unos 6 son de oro, lo que equivale a un escaso 1,34%. Casi todo lo demás es de plata. En concreto, la plata supone en torno al 93%, quedando el 6% restante para el cobre, lo que da lugar a un valor aproximado de 535 euros.
La de plata, formada por un 93% de plata y un 7% de cobre, alcanza un valor estimado de 276 euros. Por último, la de bronce, compuesta mayoritariamente de cobre, vale poco más de 4 euros. La última vez que en los Juegos Olímpicos se entregaron medallas de oro macizo fue en la edición de 1912, celebrada en Estocolmo.
Medallas subastadas Evidentemente, el valor de una medalla olímpica es mucho mayor para los campeones olímpicos y sus aficionados. Rara vez se acaban revendiendo, pero cuando sucede, su valor crece exponencialmente respecto al de su composición. Por ejemplo, la medalla de oro que subastó Mark Wells, miembro del equipo estadounidense de hockey sobre hielo de 1980, conocidos como ‘El Milagro sobre Hielo’, alcanzó algo más de 250.000 euros.
El nadador Anthony Ervin, medallista en 2000, subastó su oro por casi 14.000 euros por las víctimas del tsunami del Oceáno Índico en 2004. Y el oro de Ken Spain, miembro del equipo de baloncesto estadounidense de 1968, fue vendido recientemente por algo más de 21.000 euros.
(*) Medalla que se otorga al ganador de una competición.
Fuentes consultadas :
180.com
eurosport.yahoo.com
revista don juan.com
Creo que un judoka brasileño ya rompió la suya en la ducha, ja, ja… Supongo que le darían una nueva. Abrazos
Ligia Tienes razón, no conocía la noticia, la voy a publicar como cosa curiosa, pero igual que tu me la has contado lo voy a hacer yo, ya que en realidad (cosa que no termino de entender) «se le cayó al suelo de la ducha y se le rompió la correa que sustenta el metal»
Un abrazo, gracias por la información.
Muy interesante todo lo que cuentas.
Luego volveré para leer y ver los videos con calma.
Salud
No te digo, nos enteramos mejor en tu blog que si hubiéramos ido hasta Londres.
Genin ¡Que esto no corre prisa! Nos lo tenemos que tomar con la misma calma que los atletas para conseguir las medallas.
Saludos
Leodegundia Me alegro que pienses eso, pero te puedo asegurar que el que más aprende soy yo.
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