Esta mañana leyendo un artículo de Analizarte, concrétamente el titulado «Un kilo de cultura, por favor», me he sentido en la obligación de ser mas culto.
Así que dicho y hecho, digo… leido y a por mi kilo y medio de cultura, que la paga que me dan no llega para mucho más.
Además de comprar mis libros quería documentarlo con fotos, pero nada mas entrar aparecen los primeros problemas, (ver la primera imagen).
-Jubilado, como saques la cámara vas a tener problemas…
– Venga a dar vueltas hasta que al final oigo ¡¡Calamar fresco!! desde tres a veinte Euros, depende de si son de importación o frescos, frescos… eso me ha escamado y ya más cerca he oido «El libro del mar» fresco, recién traido de la imprenta, eso me ha animado a seguir y me he encontrado con la segunda imagen.
Primero he pedido guantes al igual que se hace con la fruta, pero la mirada que me han dirigido, ha sido de las que marcan época.
Después de pedir mi kilo y medio de cultura, que pasaba un poco, le he preguntado a la vendedora si podía cortarme unas hojas, para redondear y muy seria me dice:
– Oiga caballero que esto no son coles, que son libros.
– Yo dudando todavía, he pagado religiosomente, con la mano en la cámara de fotos, escondida dentro de la chaqueta y pensando se lo digo o me arriesgo…
Me he arriesgado y al fin, en un momento de descuido y sin conectar el flash para no dar la voz de alarma, he conseguido unas instantáneas, que no se ven muy bien, pero se adivina hasta la báscula que emplean para pesar los libros.
Nada mas hacer las fotos se me acerca un vigilante…
– ¡¡Hay madre, ya se ha dado cuenta y me viene a requisar la cámara!!
– Oiga por favor tiene fuego??.
– Oye que aquí no se puede fumar y hay que respetar las reglas.
– Oiga… es que voy al baño y allí nadie me ve.
(Pues como a mí tampoco me ha visto nadie, ¿como no le voy a dar fuego?)
Y con mi kilo y medio de cultura bajo el brazo y tarareando una canción, para despistar, me fuí a casa con la labor cumplida.
Termino con las palabras de Analizarte «Lo pongo para que reflexionemos un poco. Si ahora vendemos libros a peso…¿qué será lo próximo? ¿El cierre de la Librería General? Ohhhh dios mío, sería el fin…»
Jubi, igual se te daba bien de detective: Lo digo por lo de las fotos.
Por cierto, ¿a como sale el kilo?
Un abrazo
Me imagino pidiendo: «me da quince euros del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y 300 gramos del Quijote de la Mancha». Te diré que con tal de vender lbros y que alguien los lea, todo se vale.
No puedo creer lo que estoy leyendo… ¡Has infringido las normas del establecimiento.. y has sido cómplice de un miembro de seguridad (nada menos) que abandona su puesto para, a su vez, infringir la vigente ley anti tabaco, recién sacada del horno, fumándose un cigarro en el baño! Ay, ay.. qué vándalo… vaya ejemplooooo vaya ejemplo… :O
Pero, entrando de lleno en la parte legal del post 😀 he de decir que Analizarte se alarma un tanto gratuitamente. O innecesariamente (aunque comprendo la naturaleza nostálgica de su alarma). La gente no lee. Y resulta que leyendo se ejercita la imaginación y la capacidad de abastraerse, de reflexionar, de llenar la memoria de mensajes que calen. Cuando la gente no lee necesita llenar ese hueco que, vacío, le aburre. Lo más práctico, entonces, es recurrir al automatismo fácil: botellón, consignas, carreras de coches, hinchadas agresivas, etc… o, sencillamente, el abandono didáctico.
Ustedes dan una importancia a los libros que, en realidad, no tienen. La tuvieron, como mecanismo de transformación de la cultura oral a la escrita, como soporte de tal progreso. Pero lo verdaderamente esencial fue la supervivencia del conocimiento abstracto en sí. Y la siguen teniendo (importancia), precisamente, como clásico sostén material del mismo. Siguen resultando prácticos. Creo, incluso, que son a la cultura lo que un fetiche al sexo. Y son entrañables, una reliquia, testigo y huella de nuestro devenir histórico.
Pero, una vez más, lo verdaderamente importante es que el conocimiento abstracto sobreviva, que la gente se impregne de él y, en ese sentido, resulta igual de útil una pantalla, igual de honrosa y está igual de legitimada. Yo prácticamente no leo libros (excepto antojos concretos). Por alguna razón me da una inmensa pereza. Sin embargo, me encanta leer en internet y combino artículos científicos, lúdicos, noticias, consultas al diccionario, ebooks, wikis….
Y, por supuesto, foros, chats ¡blogs! Ahora mismo no estoy tomando tequilas. Estoy leyendo. Y estoy reflexionando. Y estoy interactuando con el VÁNDALO de Jubilado y compañía. Estoy recibiendo datos y cultura y sirviendo de espejo que la hace rebotar para transmitirla en más direcciones. Y, como yo, muchos más que lo / me lean.
¿Cuál alarma…?
Los libros, no nos engañemos, acabarán desapareciendo o evolucionarán. No sé, páginas electrónicas (ya existen pantallas flexibles) o libros digitales, una evolución del actual soporte, sea cual sea, pero que evite sostener su peso y dejar fluidos en las esquinas, al pasar página, entre otras muchas más cosas. Los de siempre, los de papel, serán nuestros tesoros del pasado.
🙂
P.D.
perdón por la extensión. Me calenté y…. 😛
Julio Al igual que pasa con las frutas y las verduras, no es lo mismo comprar un kilo de peras, que uva moscatel… según el tipo de libro que compres tiene un precio u otro, creo que los mas baratos están a 3 euros y los mas caros a 20, pasando por 6, 7, 10, 15. Imagínate una historia de la pintura en donde la mayoría de las páginas tienen enormes grabados, ese tipo de libros se compra a 20 Euros el kilo…
Saludos
josé r. Normalmente se hace al revés, vas cogiendo los libros que te gustan y los van pesando por referencias, al igual que he explicado en el comentario anterior. Pero podría ser una buena idea esa de cuarto y mitad del Diccionario de la Real Academia.
Saludos
Monocamy ¿Que habrás hecho tú para que los comentarios te los mande al Spam? Claro que eso me pasa a mí de vez en cuando con blog editados con el WordPress.
Mea culpa, mea culpa… pero si a la televisión local y a los periódicos les dejan hacer fotos y vídeos, ¿que pasa que yo soy un ciudadano de tercera?.
Me estuve informando, en otro expositor y me dijeron que posiblemente si se lo pedía al supervisor me darían permiso, pero no me garantizaban que fuera para ese día. Así que me adelanté a todos lo trámites «burrocráticos» que igual cuando me daban el permiso ya no podía hacer fotos de lo que me interesaba. En cuanto a lo de fumar ¡¡poblecillo!! seguro que llevaba cinco horas sin llevarse nada a la boca y se iba a un sitio con extractor de aire y seguro que lo que menos molestaba era el humo del tabaco.
Es posible que los libros de papel desaparezcan, pero tardarán en hacerlo ya que llevar un ordenador a un parque aunque tenga Wifi, no está al alcance de todo el mundo.
Señor confesor estoy perdonado?
Saludos
mmm
me veo pidiendo… cuarto y mitad de novela de intriga, por favor.
🙂
Estás hecho todo un Paparacci ¿se escribe así? me temo que no…
un abrazo!
Es la primera vez en mi vida que veo lo de libros al peso :-O
Pero es buena idea como fomento de la lectura. Lo que no tengo claro es que por mucho leer aumente la cultura. Lo mismo que no por mucho madrugar amanece más temprano…
Un beso.
la literatura es muy mala… la lectura mucho peor… pobre alonso quijano y gerundio de campazas… y cuantos quijotes hay ahora en la actualidad por ahí…
Creo que suscribo el comentario de Monocamy, básicamente porque explica todo lo que yo querría decir pero que, vagancia de fin de semana, no me sale. En definitiva, cambiarán los formatos, ya están cambiando, pero el contenido, el saber, el placer, la curiosidad, el conocimiento, ahí están, y es bueno que llegue hasta a los más perezosos… ¿a peso? ¡pues a peso! ¡Con tal de que luego la gente se lea alguno!
Eso sí, el olorcillo de un libro recién abierto, eso sí que a los nostálgicos no nos lo quitará la tecnología… 🙂 Abrazos!
Almena Intriga, ciencia ficción y aventuras son las que más me gustan. Lo he tenido que consultar pero creo que se escribe paparazzi.
Pero que conste que no soy un papa «razzista»
Abrazos
Sirenita Yo también lo desconocía, de ahí que quise ilustrarlo con alguna foto. Soy de la opinión que si lees mucho y entiendes lo que lees, siempre algo se queda algo , claro que a veces después de leer algún libro de historia antigua piensas que la odisea, es la que hicieron los americanos al mandar un hombre a la Luna ¿¿??
Besitos
Jio Si alguien no te conoce, va a pensar que no te gusta la lectura, ni la literatura…
Merche Supongo que efectivamente los formatos irán cambiando y ediciones en papel ya se van pasando a la red para que todo el mundo que lo desee se los puedan bajar y leerlos en el ordenador.
Abrazos
bueno, no sería el primero en decir lo que digo, hay muchos ejemplos ilustres de autores a lo largo de toda la historia de la literatura (¿me sabes decir alguno más que no sea de los que te suelo citar?). desde los siglos aureos se avisaba al pueblo que la lectura era mala. el que lee muchas novelas del oeste, como antes podían ser de caballerías, no es que se estuviera educando, ni fuera más culto por leer más. así que reivindico siempre mi postura por mi propia experiencia, la literatura condena el alma.
No creo que por venderlos al peso cambie el precio de los libros ya que según el libro que cojas tiene un precio u otro, como tampoco creo que por promocionarlos de esta forma se vendan más lo que no significa leer más ya que hay quien compra libros para «adornar» una repisa, para que la gente se aficione a la lectura habría que enseñarle casi desde que se nace y elegir bien los libros de los niños para que sientan interés y siento decir que en muchos colegios los libros que eligen como obligatorios para los niños logran todo lo contrario.
Espero de corazón que los libros tal y como son ahora no desaparezcan jamás.
Un saludo
Pero que cosas dice jio…las imagino producto de la resaca.
ya sabes mi niña pez que digo cada cosa… 😛
Jio Yo escribo de todo un poco, perdón, copio mucho y quizás mis comentarios no están de acuerdo con mis conocimientos y por supuesto cuando hablo de libros y literatura, tengo muy poco que decir.
El artículo solamente ha querido ser una curiosidad mas, ya que al menos yo no lo había visto nunca.
Leodegundia Efectivamente el precio es similar al que se puede encontrar en cualquier centro comercial con un descuento de un 10 ó un 15%, además no son libros actuales, me imagino que son los que menos se venden, pero quizás rebuscando los expertos puedan conseguir algún libro en condiciones.
En el bachillerato nos obligaron a leer «Sotileza» o «Peñas Arriba», le cogí manía a estos libros y por extensión a José Mª de Pereda.
Saludos
Sirenita Creo que Jio ya te ha contestado.