Acabo de recibir este correo. Gracias Luis.
Querría compartirlo con todos los que leen este blog.
Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de su pulgar.
El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.
Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo ví mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.
Mientras le realizaba las curaciones, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
El me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
Me sorprendió, y entonces le pregunté, ‘Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es usted?’
El sonrió : ‘Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella.’
Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé, ‘Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.’
El Amor Verdadero no es físico, ni romántico.
El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será.
Con todas las bromas y cosas divertidas que hay en los e-mails, a veces viene uno que tiene un importante mensaje. Este es uno que creo puedo compartir con vosotros.
La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor que pueden.
Cuando lees este tipo de historias, te das cuenta de lo mucho que tenemos y no somos conscientes. Todos queremos un amor así, verdadero, incondicional.
Un abrazo
Conmueve la fidelidad de este anciano que por nada del mundo quiere abandonar a su esposa en algo tan acostumbrado como la hora del desayuno. Espero y quisiera reaccionar como él, que también tengo 80 años, si la vida me coloca en situación semejante; contar con la ilusión de compartir un momento con ella aunque no nos conozca es una necesidad vital, porque ha formado y forma feliz parte de nuestra propia existencia.
la verdad que me erizo con estas tiernas historias, la verdad es que cada vez que leo cosas asi mi amor a la vida se agiganta, el amor a mi mujer a mi madre a mi familia………… QUE DIOS TE VENDIGA MIL, DOS MIL NO, INFINIDAD DE VECES……………………………..
Nalda Hoy en día se vive mucho más, pero en ocasiones la calidad de vida deja mucho que desear, por ello estas situaciones que cada vez son más comunes nos hacen reflexionar mucho.
Hace un año en el clínico oí algo parecido, una mujer muy mayor tenía a su marido ingresado con pocas probabilidades de salir bien, su comentario era «después de más de 40 años casados, quiero cuidarlo en casa, allí le daré todo lo que a él le gusta y estará mucho mejor que ingresado»
Un abrazo.
Frajayo Tengo a mi madre con 94 años en una residencia a 40 Km de Zaragoza (fue petición de mi madre, no hubo manera de obligarla a que se quedara en nuestra casa), la voy a visitar como mínimo cada dos días, se encuentra en una silla de ruedas, pero las facultades mentales no le han abandonado. En ocasiones me dice «Hijo, no hace falta que vengas casi todos los días, aquí estoy bien, me cuidan de maravilla», pero yo veo en su semblante que se alegra de esas visitas, perdona no sigo…
dominican republic lawyers Si lees mis dos comentarios anteriores creo que conocerás mi opinión sobre mi familia.