Latigazos en el infierno

Diablo Llegan tres hombres al infierno: un americano, un hindú y un español.

El diablo les dice:
-Les daré una oportunidad de ir al cielo. Aquel que aguante tres latigazos míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán ponerse lo que quieran en la espalda.
!A ver si los aguantan!

Los hombres aceptan.

Primero el americano: Coge una enorme piedra y el diablo, al primer latigazo, la rompe.
El americano grita desesperado:
– !Vale! !Vale! !Me quedo!

Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada.

Dice el diablo asombrado:
– ¡Este sí que tiene dos c… narices! ?No te vas a poner nada en la espalda?
– !Sólo necesito meditación!
– Bueno, como quieras.

Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, luego el tercer latigazo y el hindú fresco como una lechuga.

Entonces dice el diablo:
– Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.

– Sí… dice el hindú… pero antes quiero ver al español, que siempre termina ganando en los chistes.
– Quiero ver con que mariconada sale…

El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que dice el diablo:

– ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
– ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?

– !Lo que quieras!

– A ver, hindú, ven aquí y ponte a mi espalda!

Recibido por correo.
La imagen es un fragmento de un dibujo de Teodoro Gascón, de 1924.

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9 respuestas a Latigazos en el infierno

  1. Adrián dijo:

    Es muy gracioso el chiste. Saludos!

  2. desiree dijo:

    Muy bueno, y aunque mi salon de baile este cerrado, te agradezco la visita, a ver cuando lo abro de nuevo, y los jubilados entran gratis,,jajaja

  3. unjubilado dijo:

    Adrián, Miguel Estamos en época de cielos, infiernos, cementerios… así que se me ocurrió guardar este chiste para estos días.
    Saludos a ambos

    desiree Baila morena, baila morena
    Perreo pa los nenes, perreo pa las nenas
    Baila morena, baila morena
    Dale morena, vamonos a fuegote
    Baila morena, baila morena…
    Jubilados gratis con derecho a silla para ver el espectáculo que si me pongo a bailar soy como una apisonadora.
    Un besito.

  4. iván dijo:

    Je je… Ya lo decían nuestros padres: más vale maña que fuerza. O inteligencia antes que aguante.
    Ya tenía dura la piel el hindú. A ver como tenía la espalda.
    Un saludo!

  5. Leodegundia dijo:

    🙂 Si en la vida real los españoles tuviéramos tanta inventiva como en los chistes, no habría quien pudiera con nosotros.
    Es bueno llegar al sábado y encontrarnos con una historieta que nos hace reir.
    Gracias por ello y buen fin de semana.

  6. unjubilado dijo:

    iván Y eso que no era maño, si lo llega a ser el muy cabezota, se pone una piel de cabra en la espalda y «Allá me las den todas»
    Saludos

    Leodegundia No es por llevarte la contraria, pero dicen que de manera individual en todas las ramas del saber (pintura, poesia, ciencias de todo tipo…), somos muy creativos, originales, pero como nos junten a diez personas para una labor de investigación hay doce opiniones distintas y no somos capaces de ponernos de acuerdo.
    Saludos

  7. Silvia dijo:

    ¡Qué bueno el chiste! ¡Y qué pardillo el hindú!
    Pues yo creo que de inventiva no andamos mal, pero fallamos en otros aspectos como puede ser eficiencia o responsabilidad.
    Un saludo

  8. unjubilado dijo:

    Silvia Cuando se habla de eficiencia o responsabilidad me pongo negro. Tengo un coche que marca de forma contínua la presión de las cuatro ruedas, pinché una de ellas y la llevé a reparar a la marca oficial, diciéndoles que me pusieran las que mejor estaban delante, pese a que el librito de instrucciones decía que no se podía hacer. Me contestaron qe no había problemas que con el ordenador le dirían al coche en que posición quedaba cada una de ellas. Pasó un día y las dos ruedas que me habian intercambiado no marcaban, nuevo vieje al servicio oficial. Comentario, si, es que ayer el ordenador no andaba muy fino. Al día siguiente igual.
    Tuvieron que llamar al que entendía para asegurarse si lo hacían bien, me querían volver a mandar a casa, pero les dije que de allí no salía sin que me marcara bien la presión de las ruedas.
    Al final el librito que nadie se lee tenía razón, las ruedas no son intercambiables, me pusieron cada una donde estaba y a funcianar.
    ¿Resposabilidad? Ninguna

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