Todos conocemos lo que suele llamarse «Las lágrimas de San Lorenzo«, en realidad son las Perseidas la lluvia de meteoros más popular del año que puede verse sobre el 10 de agosto, y se produce cuando diminutos fragmentos de polvo provenientes de la cola del cometa Swift-Tuttle, entran en la atmósfera.
Hasta aquí todo correcto, pero ¿sabemos el porqué de manera popular se las llama «Las lágrimas de San Lorenzo»?
Cuenta la leyenda, que después de crucificar al Papa San Sixto II, en el año 258 d. C. los romanos quisieron hacerse con los tesoros de la Iglesia.
Tras la muerte del religioso, el poder romano exige a uno de los diáconos que entregue al gobierno todas las riquezas de la Iglesia. Pasados varios días, el diácono San Lorenzo presentó frente a los romanos las reliquias eclesiásticas: enfermos, pobres, ciegos, tullidos, menesterosos… y se la presentó diciendo que esos eran los bienes de la Iglesia.
El atrevimiento enfureció al emperador Valeriano, que lo mandó matar de una de las formas más crueles conocidas: quemado en una parrilla lentamente. Se dice que en medio del martirio exclamó: «Dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho».
La noche de la ejecución coincidió con una lluvia de Perseidas que marcó el origen de esta relación. Pero no fue hasta la Edad Media y el Renacimiento cuando se asoció esta lluvia de estrellas con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera.
Al leer el titulo pensé que me había perdido la primavera y que tenia que irme a la playa. Me gusta verlas pero últimamente o está nublado o me encuentro en un lugar con demasiada luz eléctrica- Un abrazo
Ester Es que en ocasiones se me ocurren cosas que en el contexto actual no pintan nada, pero si las guardo para agosto, seguro que se me pierden.
Yo he visto las «lágrimas» en bastantes ocasiones, en el pueblo por supuesto mucho mejor.
Abrazos
Me has enseñado hoy también. Muchas gracias : )
Un beso y muchas estrellitas.
Sara O. Durán En España tenemos un dicho que asevera «A la cama no te irás, sin saber una cosa más»
Un beso
No sabia por que se llamaban lagrimas de san lorenzo, pero de nuevo repito, con paciencia siempre se cruza alguien y te dice cosas bonitas
Ahora te cuento un secreto, no es logico que la lluvia nunca la vi, si aguna estrella fugaz,¿por que?, seguro que siempre por algo, pero lo cierto es que no la vi, en directo claro
Un abrazo
Maria Jesus Ruiz Alonso Pues ya sabes algo más, y esta es la historia de las lágrimas de San Lorenzo, o las Perseidas.
Un abrazo
Y una vez asado ¿Se lo zamparon? Supongo que no, pero nunca se sabe… 🙂
Salud
Genín No dicen nada de eso, pero se supone que no.
Saludos
Pues son unas lágrimas preciosas, tan preciosas como cruel el martirio que le dieron a San Lorenzo.
Calandra La foto inicial, creo que tiene truco. ya que se pueden ver seguidas, pero no tantas y tan juntas, normalmente con una cámara buena y en un trípode para que no se mueva la cámara, se abre el obturador durante diez o quince minutos y se ven las estrellas fugaces que han pasado durante ese tiempo.
No conocía la historia. Mi hija va casi todos los años a la zona del Teide porque allí se ven de forma espectacular. Abrazos
Ligia Allí con oscuridad total y buena altura, se tienen que ver de maravilla.
Abrazos
Es una visión que procuro no perderme; muchas veces, acostado sobre la hierba, en una zona despejada y a menos de quinientos metros de la que se dice fue la casa natal del mismísimo Lorenzo -el santuario de Loreto, en Huesca-, lugar del que se dice que, anteriormente, en época prerromana, fue zona de culto del dios Lug, señor de la Luz.
Una mirada… No conocía ese detalle y algo más que me ha llamado la atención aunque no tiene nada que ver, es el dios Lug, un detalle que en la actualidad hay que huir de la luz para tratar de ver las «lágrimas»
Pues fíjate que en la historia del diácono oscense hay muchos «brillos»… Brillan las Perseidas. Brilla el sol agosteño. Brilla el primitivo dios Lug. Brillan las brasas de la parrilla laurentina. Y por brillar, hastra «brilló» -muy a pesar suyo- el emperador Valeriano, ajusticiador de Lorenzo, que murió tras ser obligado a beberse… ¡una copa de oro!
Como ves, muchos brillos y muchas luminosidades. Demasiadas.
…una copa llena de oro líquido, aclaro.
Una mirada… Según la leyenda, el emperador romano, Valeriano murió a manos del rey persa Sapor I, quién le obligó a tragar oro fundido.
Y seguro que no le ofreció ni un trago de vino del Somontano para que pasara mejor. ¡¡¡Pero que bestias eran entonces los emperadores y los reyes!!!
No lo sabía. Qué maravilla de hombre debió ser San Lorenzo.
Besos y que pases un buen día.
Crónicas de una Española en Viena Todos aprendemos de todos y el que diga lo contrario miente.
Espero que hayas disfrutado de este día.
Besos
Yo hace siglos que no veo una estrella fugaz por lo contaminado de luz que está el cielo.
Senior citizen Donde yo vivo se suelen ver si son brillantes, pero de verdad donde las he visto últimamente es en Broto alejándome de la urbanización.