Viene de Puente la Reina de Jaca, el año de la gran sequía.
La trilla
La trilla era un trabajo arduo, pesado, sin moverse de la era, atendiendo a las mulas que arrastraban el trillo(1)
Además de trillar, había que encontornar(2), y una vez que la parva(3) se consideraba que estaba lo suficientemente fragmentada había que aventar(4), había dos maneras de hacerlo, una era totalmente manual, con una horca(5) y la más moderna con una máquina aventadora que había que darle a la manivela constantemente para que separara el grano de la paja.
El trillo de cuchillas era peligroso, recuerdo el caso de una persona mayor en el pueblo, que por culpa de un perro pequeño con muchas ganas de jugar, asustó a la yunta y las mulas se echaron a correr, el hombre se cayó de un trillo de cuchillas, atrapándole el brazo de tal manera que se lo tuvieron que amputar. El hijo lo primero que se le ocurrió fue matar al perro, pero el abuelo dijo que no, que sus nietos eran los que tenían la culpa, ya que les había dicho que trillando ataran al perro pero no le hicieron caso. No recuerdo el castigo a los nietos, pero al perro no lo mataron.
(1) Instrumento antiguo que se destinaba a separar el trigo de la paja, había dos tipos, unos con «ruedas cortantes» y otro de arrastre, este último se utilizaba para terminar de separar los granos de la cabeza del trigo.
(2) Dar vuelta a la parva que se estaba trillando en la era, para ayudar a fragmentar bien la mies.
(3) Mies tendida en la era para trillarla, o después de trillada y antes de separar el grano.
(4) Echar al viento los granos que se limpian en la era.
(5) Palo que remata en dos o más púas, con el cual los labradores hacinan las mieses, las echan en el carro, levantan la paja y revuelven la parva.
Como todavía tengo alguna cosilla que contar, seguiré en «Almuerzo en el campo durante la siega«.
Qué recuerdos más bonitos!! Te dejo el enlace donde yo escribí hace años de los míos en Las Carboneras cuando íbamos en verano a pasar unos días allí y claro, la trilla era un momento para recordar…
http://livaex.blogspot.com.es/2011/07/las-carboneras.html
Abrazos
Ligia Es cierto en verano lo que más se recuerda es la trilla, ya que la era suele estar al lado del pueblo y es espectacular ver y en algunos caos poder montar en el trillo al menos como diversión a la hora de trabajar ya es otra cosa.
Abrazos
Nunca había visto una maquina como esa, y he ido a la era un par de veces, tambien en época de vacaciones pero sin saber tantas cosas como tu. Un abrazo
Ester Es que en mi caso tenía que trabajar, aunque entonce para mi era una «diversión».
Quizás recuerdes las primitivas trilladoras, más modernas que las aventadoras.
Un abrazo
Menos mal que no se cargaron al pobre perro…
Yo llegué a conocer, y no hace tanto, esos artilugios funcionando en Avila, pero pronto se impusieron las empresas con las grandes cosechadoras que hacían todo el trabajo de todos, pequeños y medianos agricultores, que grandes en esa zona, no había.
Salud
Genín Ávila es otra región podre, por ello había campos pequeños. Posteriormente en Bailo hubo una concentración parcelaria con objeto de hacer los campos más grandes, para que pudieran entrar las cosechadoras.
Saludos
Es muy interesante conocer cómo realizaban esas labores y cómo han ido cambiando. Eran todos los productos orgánicos.
Estuvo perfecto el café, que también ha enfriado bastante hoy por acá.
Besos.
Sara O. Durán Son labores que, al menos en España no se volverán a ver nunca más, hoy en día todo es más moderno y se hace de distinta manera.
Aquí necesitamos que llueva, ya que ríos y pantanos están a mínimo, en muchos sitios ya ni siquiera tienen agua de boca.
Besos
Pues menos mal que el perro se salvó porque casi siempre los animales son los que pagan por todo aunque no sean los responsables del desastre.
Calandra En aquel caso, el abuelo fue consciente de quien había tenido la culpa, por ello el perro se salvó.
En un pueblo donde pasé algunos veranos hasta los ocho años, al terminar todas esas tareas, se hacía una fiesta en la era y había baile.
Senior Citizen En este caso, cuando se terminaba la trilla, se limpiaba la cuadra y la zolle y se llevaba el estiércol a los campos para abonarlos.
El sistema para hacerlo era este, la parte inferior llevaba unas tapas que al soltarlas el abono caía en dos enormes montones al suelo y luego yo aprovechaba para subirme y volver a casa montado en la caballería.
No sabía yo que los trillos eran tan peligrosos. Sí que cortan entonces… Y pensar que ahora los tienen expuestos en algunos lugares simplemente como decoración. Deberían advertir que no son un juguete.
Tawaki El que mayor peligro tenía era el de cuchillas circulares, aunque el de arrastre tampoco te haría gracia que te pasara por encima ya que llevaba unas cuchillas del tamaño de un dedo pulgar y pedernal, claro que era mucho más difícil meter la mano o el brazo debajo.
Como comenta Tawaki, actualmente los trillos son objetos museísticos y aún hay casas que los conservan junto con otros aperos y avíos de las caballerías, hoy en desuso.
Una mirada… En el huerto de casa había un apero, un brabam (no se como se escribe) era un arado algo especial, los dos trillos en un granero en el huerto, una silla de montar a caballo, varios collerones de fiesta.
Todo ello ha desaparecido, me imagino que se vendió a precios irrisorios.