En el corazón del Valle de Tena en el pueblecito de Piedrafita de Jaca, nos encontramos con el Parque Faunístico de Lacuniacha, una actividad para disfrutar toda la familia en vuestra visita o vacaciones en los pirineos. Ven a conocer a un montón de animales en semilibertad que seguro te sorprenderán.
Situado bajo Peña Telera, Piedrafita de Jaca conserva todo el encanto de los pueblos del Pirineo. Osos, sarrios, ciervos y otras muchas especies de animales te esperan en un precioso bosque en pleno corazón del Pirineo.
Lacuniacha es un “Bioparque”[1] de 30 hectáreas donde podremos encontrar una representación tanto de flora como de fauna de las especies que viven o vivieron en algún momento en el Pirineo.
En un doble mapa podemos ver, en el de la izquierda el recorrido para poder observar todas la especies animales y en el de la derecha, la vegetación existente.
Aquí podemos comprobar que el recorrido es de 4,5 kilómetros, con un desnivel de 200 metros y un tiempo estimado de 2,30 horas.
Nos hemos acercado excesivamente a los gamos, que están recibiendo la primera comida y nos miran con desconfianza.
La baja calidad de alguna de las imágenes es debido a que tenía que poner el zoom a máximo y en determinadas ocasiones no podía apoyarme en ningún sitio, así cualquiera que se moviera, salía como su nombre indica, movido.
El muflón europeo se caracteriza por su enorme cornamenta.
Este corzo estaba muy nervioso, no hacía nada más que tratar de arrancar la valla con sus cuernecillos.
Su dieta consiste en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Es un animal más ramoneador que de pastos, aun cuando se adapta fácilmente a esta dieta donde falta la masa arbustiva.
Parece un gato, pero su morfología lo convierte en un depredador especialmente adaptado al bosque. Caza en solitario y al acecho aprovechando la espesura que le ofrece la vegetación. El lince captura liebres y otros animales de pequeño tamaño, pero también es capaz de abatir animales de mayores dimensiones.
[1] Un Bioparque es un lugar que combina los objetivos de los Jardines Botánicos, Zoológicos, Acuarios y Museos de Historia Natural y Antropología, donde los visitantes pueden entrar en contacto con la naturaleza, conocer numerosas especies de animales y plantas, y aprender acerca de la protección y preservación de las mismas.
La segunda parte, continuará en Lacuniacha (2ª parte)
Me encantaría visitar ese parque. Un beso
-Susana- Queda la segunda parte, quizás donde se encuentran los animales de mayor tamaño, con mi relativa poca movilidad, fui capaz de recorrer esos 4,5 Km y especialmente el desnivel de 200 metros.
Un beso
Fantástico ese parque para poder disfrutar de ver a esos animales de cerca, aunque al jabalí lo vemos mucho en las cercanías a pueblos y urbanizaciones y son causantes de destrozos en los cultivos y gallineros.
Un abrazo.
-Montse- Faltan de ver los osos, los búfalos europeos, unos caballos casi extintos, unos buitres, estos últimos se colaron sin entrada y metiendo el zoom a tope, con dificultad logré fotografiarlos.
El jabalí empieza a hacer estragos en determinadas poblaciones.
Un abrazo.
«¿Logrará ese corzo arrancar la valla?»
«No se pierda nuestro próximo capítulo» 😃
También a mí me gustaría conocer ese lugar.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- El corzo no logró arrancar la valla, pero debía de tener los cuernecillos molestándole ya que no hacía nada más que rascarse, pero no consiguió nada más que dañar la valla.
Un abrazo
Espléndido reportaje con unas estupendas fotos. Un lugar precioso, digno de visitar y que paso a mi agenda de viajes pendientes. Corro de inmediato a la segunda parte. Abrazo.
-Sabius- Gracias por tus palabras, pero me llevé una desilusión al ver las fotos y es que al estar tan lejos, tenía que meter el zoom a tope y en demasiadas ocasiones no podía apoyarme en ningún sitio, por ello tuve que borrar cerca de 30.
Abrazo
Estos animales tienen más libertad que en un zoológico, pero de todas formas estarían mejor en completa libertad.
-Senior citizen- Tienes razón, ellos estarían mejor en libertad, pero también es cierto que vivirían menos.
El oso pardo, de media en la naturaleza suele vivir entre 20-25 años, pero si se encuentra en cautividad puede llegar a alcanzar más de 45 años.
Los bisontes europeos han vivido hasta 30 años en cautiverio, aunque en la naturaleza su vida útil es de dieciocho a veintidós años.
De Lacuniacha me gusta que esos animales, que no dejan de estar encerrados, gozan del mismo paisaje que tendrían a su disposición si vivieran en libertad;más reducido y con barreras, eso sí. No soy muy amigo de mantener tras vallas a animales salvajes, salvo para su recuperación y posterior puesta en libertad.
Las fotos, querido Jubi, excelentes.
-Una mirada…- La idea que yo tenía de Lacuniacha era bastante peor de lo que pude ver y observar, no solamente de los animales sino también de la amabilidad del personal que los atendía.
De las fotos no me sentí orgulloso, pero es lógico salir como se pueden ver.