Escudo de Aragón : Escudo cuartelado en cruz: Primer cuartel, sobre campo de oro, una encina desarraigada, con siete raigones, en sus colores naturales, coronada por cruz latina cortada y de gules. Segundo, sobre campo de azur, cruz patada de plata, apuntada en el brazo inferior y adiestrada en el cantón del jefe. Tercero, sobre campo de plata, una cruz de San Jorge, de gules, cantonada de cuatro cabezas de moro, de sable y encintadas de plata. Cuarto, sobre campo de oro, cuatro palos gules iguales entre sí y a los espacios del campo. Todo el escudo, timbrado de corona real abierta de ocho florones, cuatro de ellos visibles, con perlas, y ocho flores de lis, cinco visibles, con rubíes y esmeraldas en el aro, en proporción con el escudo de dos y medio a seis.
Imagen izquierda. El escudo de Aragón, por vez primera atestiguado en su disposición más conocida en 1499, Crónica de Aragón. Incunable impreso en Zaragoza en 1499 por Pablo Hurus.
El primer cuartel, es el conocido como el de la «Cruz de Sobrarbe», y se fundamenta en una épica leyenda. Este símbolo correspondería a la aparición «milagrosa» de una cruz cristiana sobre un árbol, como símbolo inequívoco de victoria de las tropas aragonesas sobre las musulmanas, en el enfrentamiento que ambos ejércitos mantuvieron en Sobrarbe con ocasión de la reconquista aragonesa.
Leyenda : A las afueras del pueblo medieval de Aínsa se eleva un templete en recuerdo de la batalla que ganaron los cristianos a los musulmanes, una batalla en la que la leyenda dice que se les apareció una cruz en llamas sobre una carrasca (1), lo cual fue todo un revulsivo para las mermadas fuerzas de los sobrarbenses.
Según la leyenda, antes de la batalla, el número de musulmanes era muy superior al de los cristianos, sin embargo éstos vencieron gracias al ánimo que les dio su jefe Garci Jiménez, pero sobre todo porque en plena lucha se les apareció sobre una carrasca una gran cruz roja resplandeciente, lo cual fue tomado como un buen presagio y como una confirmación de que Dios luchaba de su lado contra el infiel.
En la actualidad se sigue celebrando en Aínsa la fiesta de La Morisma (2) en la que se rememora el triunfo de los ejércitos cristianos sobre los musulmanes a la puertas de la villa en el año 724.
Pero mejor veamos un vídeo de Aragón Televisión
Fuentes consultadas :
CAI Aragón
Memoria Aragonesa
Wikipedia
(1) Encina, generalmente pequeña.
(2) En la Morisma, los vecinos de Aínsa, encarnan a los personajes que intervinieron en tan legendario hecho, representándolo en la Plaza porticada de la localidad.
Las leyendas es lo que tienen, cualquiera sabe que fue cierto…
Salud
Genín La mayor parte de las leyendas tienes un fondo de verdad, aunque posteriormente vox pópuli, se ha encargado de adornarlo a su manera.
Saludos
Yo creo que en toda leyenda siempre hay un poso de verdad al que luego se le adorna mas o menos.
Calandra Soy de tu misma opinión. Tengo preparada la leyenda de los amantes de Teruel que creo todos conocemos, pero yo ahí me quedaba, sin embargo al buscar información he encontrado dos momias de un hombre y una mujer…
¿Por qué será que, siempre que los del norte habláis de vencedores y vencidos, yo me siento de los vencidos?
Senior citizen Me temo que es como consecuencia de sentirte un poco musulmana como consecuencia de estar en el sitio donde se encontraba el último
estadoreino musulmán de la Península Ibérica.Estado no, reino, que eso de estado suena a tus vecinos.
Senior citizen Perdona, tienes razón, no se que estaría yo pensando, ya está corregido.
Los mitos y leyendas nacieron tres o cuatro siglos después de producirse el enfrentamiento entre navarroaragoneses e hispanomusulmanes. No fue una guerra de religión sino de poder. La zona era apetecible para los carolingios y la plaza era lo suficientemente importante como para batirse por ella. Quedan, para el regocijo de la vista, los recintos y viviendas que los exquisitos arquitectos hispanomusulmanes levantaron por el territorio árabe de La Barbitania, en el al-Ándalus del Norte y las correrías que, por ese espacio, llevo a cabo al-Malik, hijo de Almanzor.
Una mirada… En este caso la leyenda nace con bastante diferencia de la fecha en la que sucedieron los hechos, pero no obstante es lo que tienen la mayoría de leyendas, visos de realidad y posteriormente el hacer popular las ha elevado a la categoría de acciones extraordinarias con arreglo a lo que se podía hacer o pensar en aquel tiempo.