– Jubi, te estas confundiendo…
¡¡Huyyy, que fallo!!, ya decía yo que estas cartas eran muy grandes.
Es que como en este hotel de Praga estamos a media luz…
– Jubi, te estas confundiendo…
¡¡Huyyy, que fallo!!, ya decía yo que estas cartas eran muy grandes.
Es que como en este hotel de Praga estamos a media luz…
Qué cartas, madre mía, todas guiñotes !!
Ay, a media luz y con esa pareja se pone carne de gallina.
trimbolera Y cantando las cuarenta, las ochenta y las mil por lo menos.
Que bien se te ve bailando, prefiero el baile que las cartas. Un abrazo
Ester Que más quisiera yo saber bailar así, también prefiero el baile, pero es que las cartas como eran de todos me hicieron comprobar el dinero que teníamos para empezar al día siguiente y se me ocurrió, lo que solamente se me ocurre hacer a mi, hacer una foto con las manos en la masa.
Abrazos
Que listo eres, le dices al camarero la propina escoja usted, y ya lo tienes ganado para toda la semana.
Lei hace tiempo que en el Son Vida de Mallorca, con clientela millonetis, fue un jeque árabe con toda su comitiva, y a cada cosa que precisaban la propina era un billete de cien dólares, llegando a quejarse a dirección el resto de los huespedes pues los camareros y botones solo estaban pendientes de los árabes.
Jesús Un primo de mi mujer, fallecido recientemente, en una boda en la que estábamos en su misma mesa, le preguntó a un camarero que si era el que se iba a encargar de atendernos.
Al contestarle que si, le dio un billete de mil pesetas, y le dijo en esta mesa que no falte, vino, agua, refrescos y todo lo que te quieran pedir.
El hombre se desvivió por servirnos y efectivamente todo lo que le pedíamos nos lo proporcionaba al momento.
Aunque ya conocíamos al pariente, nos dijo «las propinas al final no sirven de nada, las que se dan al principio son las que de verdad hacen efecto» (Esta anécdota es totalmente cierta)
Eso es algo comprobado, al principio siempre hacen mas efecto.
Calandra Y predicaba con el ejemplo, en cualquier comida que celebrábamos por los alrededores de Segovia, hacía lo mismo, su hermano también utilizaba la misma técnica.
Gracias por este tango, hacía mucho tiempo que no la oia ….Crecí escuchando a Gardel, Sara montiel y Alberto Cortez en un picú que tenía mi padre, le gustaba mucho la música, y nos sentabamos en el suelo a ver como daba vueltas.
Lo he puesto dos veces.
Un beso
Laura. M Me alegro que te haya traído buenos recuerdos la música, como verás la foto no tiene relación con el baile y sin embargo forzando la situación y utilizando pegamento fuerte, encajan juntos y no se pegan de tortas.
Un beso
Jajajaja.
¡Qué simpático!
Con esas cartas uno siempre sale ganando!!!!
Un beso.
Nélida Lo malo es que para conseguir esas «cartas» los únicos que ganaron fueron los cambistas.
Un beso.