Harto de la burocracia, paga sus impuestos con 300.000 monedas. La hacienda estadounidense empleó más de 12 horas en contar todo el dinero.
Un ciudadano estadounidense llamado Nick Stafford mantuvo una dilatada disputa con el departamento de vehículos de motor (DMV) sobre un impuesto relacionado con el registro de sus dos coches. Cansado de largas esperas y de no ser atendido en numerosas ocasiones, decidió tomarse la venganza por sus propios medios y terminó pagando los casi 3.000 dólares de impuestos en monedas de un centavo. Esto es, 300.000 monedas.
Su lucha con el DMV comenzó en septiembre del pasado año cuando Stafford quiso registrar su nuevo vehículo. En un primer momento, determinó resolver el asunto llamando a la oficina local para preguntar dónde registrar su coche, ya que posee varias propiedades en la zona y no sabía qué oficina le correspondía.
De aquella llamada telefónica terminó derivado a un centro de atención al cliente de Richmond, que lo puso en espera durante más de una hora. Algo impacientado, Stafford determinó realizar otra llamada más, esta vez a un número directo al DMV que se le facilitó. La cosa se puso peliaguda cuando desde ese número le dijeron que no atenderían su llamada y le colgaron.
Nick entregó tantas monedas que las máquinas de contar automatizadas del DMV no pudieron hacer frente al volumen. Stafford dice que el DMV tuvo que aceptar su insólita forma de pago porque una ley de 1965 dice que las monedas de curso legal son “un modo de pago admisible para todas las deudas, gastos públicos e impuestos”.
Para pagar la deuda, compró cinco carretillas que le costaron 400 dólares y que dejó en el departamento. Además, contrató a 11 personas para que le ayudaran a abrir los envases donde estaban las monedas (lo que le costó en total 440 dólares). Además, pagó 165 dólares por tres pleitos. En total fueron 12 horas completas para contar el dinero. Para Stafford, una manera de estar tranquilo, por fin ha consumado su venganza. En cuanto a los funcionarios… quizás tengan más prisa por atender al teléfono la próxima vez.
Fuentes : Crónica directo, cabroworld, Los Replicantes
Muchas molestias se ha tomado, el enfado debe haber sido muy grande. Creo que aquí no se lo hubieran aceptado, en principio las monedas deben ir en un ¿blister? y no se si hay un mínimo, un porcentaje de monedas según la deuda, pero a lo mejor lo busco por si me ocurre. Un abrazo
Ester No, las monedas no deben de ir en un blister ya que en la actualidad solamente se admiten 50.
https://www.bbva.com/es/noticias/economia/cuantas-monedas-se-pueden-usar-como-maximo-en-un-cobro-o-pago/
Un abrazo
Medio obsesivo el hombre y con mucho tiempo libre.
Un beso.
Sara O. Durán También muchas ganas de incordiar a costa de gastarse un buen dinero.
Un beso
El pobre debía de estar ya enfermo… 🙂
Salud
Genín Me imagino que cualquiera de nosotros nos enfadaríamos mucho, pero no nos gastaríamos el dinero de las carretillas, ni de las personas que le ayudaron, ni el gasto de los pleitos.
Saludos
Yo ya vi algo similar, aunque en cantidad mucho mas pequeña, para pagar en un banco una multa.
Pero lo de este buen señor le salió muy caro pues entre las monedas, las carretillas, el contrato que hizo a otras personas y los pleitos, perdió mucho dinero, no se si eso compensa el cabreo.
Calandra Yo conozco el caso de en una boda, los amigos del novio le regalaron una caja de aproximadamente de un metro de larga, por medio de ancha y medio de alta llena de monedas y todas ellas mezcladas con mermelada y miel. La caja casi no se podía llevar entre dos personas, estaba mu bien atada, y sujeta con cuerdas.
En primer lugar en su casa echaron las monedas a la bañera para separarlas de la mermelada y miel, y cuando ya limpias y secas, las llevaron a un banco dejaron allí el dinero para que con tiempo lo contaran.
Pues menudos amigos que tenía el novio, como siempre le respondan así, mejor no tener amigos.
Clandra Son las bromas propias de los amigos del novio, no creas que le sentó mal a este, lo que no se, es la cantidad que le dieron. Eran todavía pesetas.
A fin de cuentas, todos tenemos derecho a un poquito de venganza de vez en cuando… aunque haya salido perdiendo. Abrazos
Ligia Demasiado gasto para una venganza, yo me hubiera quedado con el derecho al pataleo.
Abrazos
Yo creo que estas cosas indignan y su «método » por así llamarlo le habrá liberado parte del cabreo.
Lo que no entiendo de la noticia es que tuvieron que contarlo a mano (se ve en la foto) porque si no cabe todas las monedas de una sola vez se hace de varias y punto. Más rápido y fiable desde luego.
Aunque me hiera encantado un descuadre de un céntimo que le llevara a contar de nuevo buscando el error o confirmando la diferencia, jeje, nada de poner dinero del bote. A veces me asombro, sí, me sale una vena malvada solidaria :-))
Nélida Efectivamente el disgusto se le habrá ido un poco. Lo de contarlas a mano tampoco entra en mi cabeza ya que como bien dices se hace en unas cuantas veces y se va sumando las cuentas parciales.
No creo que por un céntimo nadie se enfade… excepto quizás el que está pagando el impuesto.
Un beso
Menos mal que los funcionarios en Suiza son más eficientes. Eso sí, cuando tengo que lidiar con Hacienda en España ya es otra cosa.
Tawaki Calla, calla, que he estado tres meses para regularizar el nombre de una finca de ocho vecinos, y es que entre los siete restantes, dijeron como Emilio está jubilado tiene mucho tiempo libre.
Me recorrí tres veces el ayuntamiento, una vez el registro de la propiedad, cuatro veces Hacienda, yo creo que ya los funcionarios se escondían de mi debido a que cada vez me mandaban a una ventanilla distinta, pero soy maño, tozudo y al final lo conseguí.