Todos conocemos el cartel de la imagen que suele estar colocado en distintos medios de locomoción, para recordarnos que debemos de ser amables con determinados colectivos.
También conocemos lo creativos que suelen ser los chinos, claro que en ocasiones se pasan un pelín.
En Pekín, están vendiendo unas falsas barrigas de embarazada, fabricadas en silicona que emulan el color de la piel de la portadora, su utilidad es para caracterizar a personajes de teatro o televisión, las hay de cuatro, seis y hasta de ocho meses de embarazo, emulan el color de la piel de la portadora y según las webs que las venden por Internet, son todo ventajas. Cuestan entre 60 euros y 200, y sus fabricantes aseguran que se ajustan perfectamente y que no pesan demasiado.
En China estas prótesis se han puesto de moda para asuntos más mundanos; como por ejemplo lograr que a una mujer le cedan el asiento en el transporte público.
Pero, pese a este éxito, la existencia de estas «tripitas» falsas había pasado desapercibida en China hasta esta semana, cuando una mujer de Pekín, de apellido Zhang, apareció en las noticias al ser descubierta «in fraganti» con uno de estos implantes en el metro de la capital china.
Zhang, que vive en las afueras de Pekín, adquirió este objeto para disfrutar de mayor comodidad en sus largos desplazamientos diarios en metro a su lugar de trabajo, en el centro de la capital.
Al parecer, la barriga se movía demasiado durante el trayecto y los pasajeros se dieron cuenta del truco, para ridículo de la falsa embarazada.
Así que Zhang, ha llegado incluso a interponer una denuncia por publicidad engañosa, ya que el vientre de silicona no logró dar el pego como prometían los vendedores, pero las autoridades de Pekín no han aceptado a trámite la demanda, argumentando que «si se utiliza para engañar a la gente, hay que asumir las responsabilidades».
Hay gente para todo y con 60 euros de sobra. Abrazos
Ester Demasiado gasto, para ir sentada un rato engañando a la gente. Luego es que dude, sale escarmentado y no vuelve a dejar el sitio a nadie.
Saludos
No los pudo engañar como a chinos…jajaja
Salud
Genín Chinos si, pero no tontos.
Saludos
Hay gente pa to !!!
trimbolera Luego estarán ocho horas en el trabajo sentadas y cuando lleguen a casa para compensar, se tumbarán en el sillón.
Con el embarazo de ese aparatejo es cuando se puede decir lo de tener: un hijo-plástico.
Realmente nose que quiere decir esa expresión, pero la he oído a jovenes.
Jesús Lo de tener un hijo de plástico debe de ser algo parecido a esto.
Parece que el querer engañar es algo que afecta a todo el mundo y en este caso encima la chica tiene el morro de denunciar a los creadores de esa barriga falsa cuando en realidad ese artilugio no fue creado para lo que ella lo utilizaba. Merecía un escarmiento ejemplar.
Leodegundia Como bien dices, el engaño no solamente es privativo del Lazarillo de Tormes y parafraseando un dicho, «En todos los países se cuecen habas y en el mío a calderadas»
LO mismico que aquí. Bárcenas roba un montón de kilos (delito por el que está encausado), y podría percibir el desempleo por despido improcedente. O sea, que la tal Zhang si estuviera en España, seguiría adelante su denuncia por publicidad engañosa
Nuria Campo Es que, lo que está ocurriendo en la actualidad en España no es de recibo. Por cierto una aclaración, inicialmente Bárcenas dijo que se iba a apuntar al paro, pero ha rectificado.
Pues aquí no le serviría para nada, pues en nuestros autobuses no he visto esos carteles y cuando va alguien mayor, con muletas o una mujer embarazada, si acaso le cede el asiento alguien mayor, pues los jóvenes ni se inmutan.
Senior citizen En Zaragoza, en los autobuses que yo frecuento si que existen los carteles, e incluso hay 5 sitios reservados para estos colectivos que además son ligeramente más amplios, por cierto también hay dos espacios especiales para minusválidos con sillas de ruedas, que usualmente son utilizados por sillitas con niños. Si no hay nadie de estos colectivos estos últimos espacios son para el público de pie. Se me olvidaba, en el tranvía también existen los carteles y los espacios reservados para unos y para otros.
Cómo está el patio de Confucio…
Una mirada… No querría dar ideas, pero si estás muy cansado y subes al autobús y antes de llegar a la parada, sacas una gayata plegable y llegas cojeando, el sitio sentado lo tienes asegurado… Bueno espero, que se ven casos que claman al cielo.
Pues fíjate que me daría vergüenza ajena hacer algo así; que uno es izquierdista radical bien educado.
Una mirada… El Bueno espero, que se ven casos que claman al cielo el final del anterior comentario lo hacía recordando que en más de una ocasión -debe ser que sigo siendo joven, achus, achus- he tenido que dejar el asiento a más de una persona con niño en brazos o alguno bastante más mayor que yo cojeando y sujetándose de malas maneras en alguna barra del autobús, mientras que niñatos de 18 a 25 años conversando entre ellos y mirando a los móviles no han sido capaces de moverse, incluso en una ocasión un señor mayor después que le cedía mi asiento les soltaba delante de sus narices, «Gracias por cederme el asiento».
Te puedo asegurar que no se dieron por enterados.