¡Buenos días!
¡Good days!
Perdón soy español y me gustaría hablar en mi idioma. Creo que usted es inglesa.
Efectivamente de la marca SHELLEY.
Si me permite me gustaría saber como fue creada.
Hace mucho era solo barro. Pero un trabajador artesano cogió un poquito de ese barro y me fue dando forma.
Pero me manoseaba mucho y le grité : ¡Por favor, déjeme en paz!
Él me sonrió y me dijo: Espera un poco. Después me metió en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor! Golpeé la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer en sus labios que me decían: Espera todavía no puedes salir.
Cuando por fin abrió la puerta, me puso en un estante. allí me refresqué un poco, luego me comenzó a arañar, a pulir.
Lo hacía con delicadeza, pero lo pasé muy mal. Me daba vueltas, me contemplaba desde todos los ángulos.
Y empezó a pintarme. La sensación era de axfisia.
Cuando pensaba que había terminado con mi maquillaje, me metió en otro horno, a mucha más temperatura que el primero.
Pensé que no le había salido bien y quería matarme.
Le pedí y le supliqué a mi artesano, que me sacara, que me iba a mandar al otro mundo. Le grité, le sollocé; pero solamente me decía : Espera todavía no he terminado.
Pasado un rato me cogió con unos guantes, me tomó cariñosamente y me llevó a un lugar destacado.
Era precioso. Allí todas las tazas eran hermosas, verdaderas obras de arte, resplandecían como si tuvieran luz propia, y yo era una de ellas.
Mi artesano me dijo : – Yo sé que padeciste al ser moldeada, pero observa ahora tu hermosa figura.
Señorita, me gustaría conocer alguna conversación que haya tenido lugar tomando el té en su tacita.
Lo siento, son muchas las personas a las que he podido escuchar, algunas de ellas muy famosas, pero esto es privado y no puedo revelar mis secretos, ahora estoy exhibida en un precioso salón, pero nadie me toma para añadir un poco de té o café en mi figura.
Perdón, puedo llenar su hermosa tacita con un poco de té y beberlo con mucho cariño?
Se lo agradecería, hace mucho tiempo que no me utilizan para lo que fui creada.
Delicioso. Gracias por la entrevista.
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A veces hay que sufrir, pero seguro que le mereció la pena a la taza tan linda…
Abrazos
🙂 Una entrevista muy interesante, quizás a la pobre taza le gustaría más seguir ofreciendo café o té a pesar del riesgo que tendría de romperse en lugar de estar de exposición.
Ligia Tienes mucha razón, cuando te están moldeando/criando en ocasiones te hacen sufrir, hijo, no comas cucherías, hijo ven pronto a casa, hijo no salgas con ese amigo que no te conviene…
Un abrazo
Leodegundia No me atreví a seguir con la entrevista, así que dejé que ella me contara sus vivencias, en el momento de su creación.
Un abrazo
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Las marcas de carácter, como el maquillaje de la taza, sólo se fijan con el calor de la vida perseverante, y no para ser exhibida en un estante sino para verter en ella todo el té o el café que seamos capaces de consumir. Los ingleses y seguidores con su té, nosotros los colombianos con el café. Buen trabajo, vale la pena releerlo saboreado un café bien caliente, lastima que ella se sienta algo adolorida por el calor.
Un Abrazo