Una psicóloga en una sesión de gestión de estrés levantó un vaso de agua y todo el mundo esperaba la pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?”
Sin embargo, ella preguntó: “¿Cuánto pesa este vaso?”
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la psicóloga respondió: «El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve.
Y continuó: «El estrés y las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellos todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada. Es importante acordarse de dejar las tensiones tan pronto como puedas, al llegar a casa suelta todas tus cargas. No las acarrees días y días. Acuérdate de soltar el vaso!»
Es un consejo muy importante y que, ejercitando la voluntad, algo se consigue.
trimbolera En muchas ocasiones hay que tratar de separar asuntos caseros con los del trabajo y por supuesto los de la diversión.
Pues fíjate cuatro años soportando la jarra de agua fría de este Gobierno… 🙂
Salud
Genín Y lo malo es que no la podemos soltar aunque queramos, gracias a que la sujetamos entre todos y aunque no es un alivio, según dicen «Mal de muchos, consuelo de tontos»
Saludos
Muy simpático el comentario de Genín ¿Hay un tirachinas ?
La verdad es que la señora tiene razón, lo podemos cargar con los problemas todo el tiempo, si tienen solución se arreglan y si no la tienen entonces ya no son un prolema.
Un abrazo
Ester Es que Genín es muy guasón. Si no tienen solución creo que entonces el problema es enorme.
Un abrazo.
Tiene toda la razón, el problema está en que no es fácil quitarse de encima las preocupaciones ni el estrés como si fueran una pieza de ropa, ellas se aferran a la mente y no se van por las buenas.