Fragmento de la pelicula «Las chicas de la Cruz Roja»
Buscar en este blog
Categorías
Archivos mensuales
Comentarios recientes
- Mari Carmen Franconetti en Descansa en paz Jubilado
- Laura. M en Descansa en paz Jubilado
- Carmen en Descansa en paz Jubilado
- Montse en Descansa en paz Jubilado
- Chelo en Descansa en paz Jubilado
- Frajayo en Descansa en paz Jubilado
- José A. García en Descansa en paz Jubilado
- El Demiurgo de Hurlingham en Descansa en paz Jubilado
- Tawaki en Descansa en paz Jubilado
- Martin en Descansa en paz Jubilado
- Frodo en Descansa en paz Jubilado
- Contadora de Libros en Descansa en paz Jubilado
- Maite en Descansa en paz Jubilado
- Susana en Descansa en paz Jubilado
- Macondo en Descansa en paz Jubilado
Blogs
- Alí Reyes H
- Albada Dos
- Antón Castro
- Así me gusta el mundo
- Autodidacta
- Cómo disfrutar de tu jubilación
- Chelo
- Contadora de Libros
- Dama de agua
- Desde el desván
- Desde mi mejana
- El corazón del escorpión
- Emilio Manuel
- Expresiones coloquiales…
- Franconetti
- FrodoBlog
- Jenofonte
- Jose (Mi recetario)
- Magda (Desde mi taller)
- Magda (Instagram)
- Más extraño que la ficción
- Mi herencia…
- Miniguías
- Montse
- Palabrilandia
- Piruja
- Primo
- Proyecto Azúcar
- Sabius
- Sara O. Durán
- Senior Citizen
- Susana
- Una mirada alrededor
- Versos al vuelo
Meta
Spam bloqueado
¿Será de aquí de donde viene ese dicho tan conocido?
Salud
-Genín- Creo que no viene de aquí, he buscado información y aparece esto o similar en muchos sitios, incluso en EEUU. pero nadie da pie a indicar la procedencia.
Saludos
Tiene toda la razón. El coste tiene menor importancia si te solucionan un problema.
-Jesús- Hace dos años en Broto vinieron mi hija y su marido y al dar el agua les salía a chorros por el calentador, como la semana anterior era invierno y no habían vaciado las tuberías les reventó, se habían helado.
Yo por teléfono les indique varias cosas, pero siguieron sin poder dar el agua, ni la fría ni la caliente, al final me decidí a que llamaran a un fontanero conocido que vive en la urbanización de Broto.
Cuando llegó les dijo, os vais a quedar sin agua caliente, hay que cambiar el calentador, pero tendréis agua fría. Cerró un grifo y ya pudieron dar el agua para toda la casa, cocina, y baño.
¿Cuanto debemos?
– 20 euros, les dijo.
Aquí se podía aplicar el mismo dicho por cerrar un grifo nada, por saber cual cerrar 20 euros.
Y por el desplazamiento, que aunque esté en la casa de al lado, te lo cobran.
-Senior citizen- En este caso su chalet se encuentra a unos 250 metros del mio, pero aún así agradecidos ya que en caso contrario se hubieran tenido que dar la vuelta sin poder estar el fin de semana.
Hace unos días estuvimos viendo esa película, y la frase no se si es de la película o la tomó prestada pero la he escuchado infinidad de veces. Un abrazo
-ester- Efectivamente la frase se usa mucho, pero no se sabe la procedencia, al menos yo no he conseguido encontrarla.
Un abrazo
Sin duda. Saberlo tiene su costo. Bien podrían haber seguido por horas sin dar con la falla.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- Evidentemente lo que conoce un especialista en la disciplina con la que trabaja, no lo conoce nadie.
Un abrazo
Muy bueno.
Hoy en día, a veces restamos valor al trabajo de los demás cuando lo medimos por el tiempo que tardan en realizarlo. Pero es bien cierto que los conocimientos se pagan, no hay otra. No es lo que tarda, o lo que ha hecho, es lo que conoce para haber dado con la solución.
-Contadora de Libros- Exacto, el conocimiento y la experiencia de una rama del saber es necesaria en muchos casos para poder llegar a la solución adecuada, y a mayor conocimiento, normalmente menos es el tiempo que se tarda en solucionar algo.
Hace años, llamé a un técnico para que me arreglara un mando de la cocina que se había salido. Tardó solo unos minutos, me cobró y, cuando le dije que me parecía caro, me contestó que estaba pagando una hora de su tiempo, que eso era el mínimo. Entonces le dije: «Bueno, pues siéntese en esa silla y me hace compañía lo que resta de la hora»… Se echó a reír y me dijo que era muy ingeniosa… pero no se quedó.
-Senior citizen- Los trabajos los suelen facturar por horas. Hay un caso concreto y totalmente real de un empresa que al cabo del día facturaba 26 ó incluso 28 horas de trabajo. Era telefónica cuando el tiempo lo medía de tres en tres minutos y las esperas para hablar con determinados sitios hacían que las demoras fueran enormes, esos circuitos conseguían más de 24 horas al día.
Ja ja, qué bueno. Apretarlo es gratis… Abrazos
-Ligia- Bueno, pero absolutamente real.
Abrazos
Una argumentación parecida me soltó el técnico del lavavajillas -incluso antes de que se me ocurriera abrir la boca para protestar por el precio-, que apañó en un pispás la avería limitándose a apretar ligeramente el filtro en un arreglo exprés para el que debió desplazarse en un jet, por el montante que suponía la factura.
-Una mirada…- Creo que a la mayoría de nosotros nos ha ocurrido algún episodio muy similar a este.