El tiempo no existe. El tiempo sólo son las cosas que te pasan, por eso pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada. Después de Reyes, un día notarás que la luz dorada de la tarde se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta será primavera. Ajenos a ti en algunos valles florecerán los cerezos y en la ciudad habrá otros maniquíes en los escaparates.
Una mañana radiante, camino del trabajo, puede que sientas una pulsión en la sangre cuando te cruces en la acera con un cuerpo juvenil que estalla por las costuras, y un atardecer con olor a paja quemada oirás que canta el cuclillo y a las fruterías habrán llegado las cerezas, las fresas y los melocotones y sin saber por qué ya será verano. De pronto te sorprenderás a ti mismo rodeado de niños cargando la sombrilla, el flotador y las sillas plegables en el coche para cumplir con el rito de olvidarte del jefe y de los compañeros de la oficina, pero el gran atasco de regreso a la ciudad será la señal de que las vacaciones han terminado y de la playa te llevarás el recuerdo de un sol que no podrás distinguir del sol del año pasado.
El bronceado permanecerá un mes en tu piel y una tarde descubrirás que la pared de enfrente oscurece antes de hora. Enseguida volverán los anuncios de turrones, sonará el primer villancico y será otra vez Navidad. La monotonía hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. Los inviernos de la niñez, los veranos de la adolescencia eran largos e intensos porque cada día había sensaciones nuevas y con ellas te abrías camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo.
En forma de miedo o de aventura estrenabas el mundo cada mañana al levantarte de la cama. No existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos, maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables, venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño.
El tiempo por Manuel Vicent
Cuando escribió eso Manuel Vicent, no habría fresas en invierno, pero ahora duran todo el año.
-Senior citizen- Todo ello es relativo. En Venezuela no existe la primavera y el otoño… Venezuela tiene dos estaciones distintivas: el invierno, que va de Mayo a Noviembre, es la estación húmeda, con temperaturas entre los 24° C y los 27° C; el verano, que va de Diciembre a Abril, es la estación seca, la temperatura puede ascender hasta 32° C durante el día.
Pues casi, casi y según la velocidad a que leas, pasa las vida. Desde la ótica del tiempo, para cuando te das cuenta ya eres un abuelete Cascarrabias que estás dando la pelmada a toda la familia contando batallitas a diestro y siniestro e insistiendo que lo de antes era incomparablemente mejor que lo de ahora, que ya no soportas nada. Claro, lo que pasa es que antes era muchísimo más joven y veías la vida de otro color.
-Frajayo- ¿Tu también cuentas y te gustan las batallitas de cuando eras joven, las de la mili, o quizás en tu trabajo…?
Pues ya somos dos, lo malo es que al menos en mi caso, no me escuchan, no me dicen que me callen, pero se ponen a hablar de sus cosas y ya no me dejan meter baza.
Pues mira, tu y yo lo que podemos hacer es alzar bien la voz hasta epatar a los vocingleros, porque a gritones e insistentes, no nos gana nadie
-Frajayo- Mira prefiero callarme y escuchar, en ocasiones salto cuando hay un error manifiesto, sin embargo me reservo para cuando están solos y los puedo coger uno a uno.
Curioso el comentario de los maniquíes en las tiendas, me ha recordado la clásica película «La máquina del tiempo» basada en una novela de H.G.Wells. En una escena el protagonista, que viaja en la máquina, ve cambiar de ropa al maniquí de la tienda frente a su casa, y no la de temporada sino la de décadas.
Y ya estamos en 2023…
-Magda- Esta película no la conocía, he encontrado muchos tráilers, pero ninguno en español y como mis conocimientos de idiomas es tan amplio…
La que si he encontrado completa en español es «La vida futura«.
¿Ya hemos dejado atrás el 2022? ¡Qué suerte!
Bueno, es que el título es distinto en la película, pero seguro que la has visto porque por tv han pasado tanto la clásica
(https://es.wikipedia.org/wiki/The_Time_Machine_(pel%C3%ADcula_de_1960))
protagonizada por Rod Taylor, como la más reciente
https://es.wikipedia.org/wiki/La_m%C3%A1quina_del_tiempo_(pel%C3%ADcula_de_2002)
El final en ambas es más dulce, en la novela es un poco más duro.
«La vida futura» es también muy interesante película basada igualmente en la obra de Wells.
Feliz martes.
-Magda- Creo que no la he visto, la confundía con Regreso al futuro.
Saludos
Buenísima la reflexión de Vicent.
Lo de que «el tiempo vuela» no es sólo un dicho, es real.
Un abrazo, Jubi
-bisílaba- Y es que a mayor edad, más rápidamente vuela y eso que no sabía que tenía alas.
Un abrazo
Qué buena reflexión y qué bien escrita… Ah, el tiempo, ese medidor subjetivo de nuestros momentos…
-Una mirada…- El tiempo es algo muy relativo, lo que para una persona es 5 para otra puede ser cuatro o seis.
Hemos inventado los relojes para medir el tiempo y sin embargo existe el fenómeno del envejecimiento más lento de los astronautas respecto a las personas que vivimos en la Tierra, y de acuerdo con las teorías de la relatividad de Einstein, el tiempo no puede estar separado de las tres dimensiones espaciales, sino que al igual que ellas, este depende del estado de movimiento del observador.