El otro día a raíz de una entrada sobre los falsos ovnis en Galicia, Pilar, del blog «A encesa de llum» me recordó una fábula de Esopo.
Un joven pastor, que cuidaba un rebaño de ovejas cerca de una villa, alarmó a los habitantes tres o cuatro veces gritando
-¡El lobo, el lobo!
Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle, se reía viendo sus preocupaciones. Mas el lobo, un día de tantos, sí llegó de verdad. El joven pastor, ahora alarmado él mismo, gritaba lleno de terror:
– Por favor, vengan y ayúdenme; el lobo está matando a las ovejas.
Pero ya nadie puso atención a sus gritos, y mucho menos pensar en acudir a auxiliarlo. Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno, hirió y destrozó a su antojo todo el rebaño.
Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando diga la verdad.
Para algunos políticos, charlatanes, cuentistas, mentirosos, creadores de bromas absurdas… para todos ellos les dedico esta fábula.
Esa es una de las fabulas que dificilmente se pueden olvidar. Besitos, jubi.
Políticos??? UYYYYYYY!!! Mejor me tapo las orejas, los ojos y la boca. Como los monos.
Me gustan las fábulas y los cuentos. Se suele aprender mucho con ellos.
Qué recuerdos! Escuché muchas veces esta fábula cuando era niño. También recuerdo lo que se decía el último día del año de «Hoy viene el hombre con más orejas que días tiene el año» … y que no entendí hasta hace poco.
Este es uno de los cuentos que más me contaba mi padre cuando yo era una niña muy pequeña y que hasta la fecha no olvido. Ahora como madre se los cuento a mis hijos tal y cual mi padre lo hizo conmigo.
A todos Creo que esta fábula nos la han contado a todos nuestras madres para concienciarnos de no ser mentirosos.
Saludos