Ya se nos echa encima el invierno, con este frío el cuerpo nos pide sopas y es que las sopas de ajo calientan el cuerpo y dan ánimos al alma. Nuestras abuelas y nuestras madres ya nos preparaban este plato tan natural, y reconfortante. Les bastaba con ajos, pan, agua, aceite, sal…
– Jubi, no les irás a contar como se preparan las sopas de ajo?
No, pero es que con lo que me gustan, ya me estaba animando. Os voy a contar una leyenda de la provincia de Teruel.
El milagro de las sopas de ajo.
Cuenta esta leyenda que, estando el rey Jaime I en la ciudad de Teruel, cayó tan enfermo que todo el mundo temía por su vida. La enfermedad parece ser que le sobrevino como consecuencia de una cacería que había realizado en tierras de Gea de Albarracín.
Ni los médicos judíos de Teruel, ni los propios galenos de la Corte, acertaban el remedio para sus males, y el rey estaba cada vez peor.
A uno de sus súbditos se le ocurrió la idea de aplicar al rey el mismo remedio que había utilizado hacía tiempo, con un familiar suyo, poner a hervir una cazuela con agua, pan y ajos.
Los médicos desesperados, aunque creyendo la idea un disparate, aceptaron la propuesta del súbdito.
Pan y agua sí que había, pero no ajos. Sólo en tierras de Valencia podían conseguirse. Seis jóvenes caballeros se ofrecieron voluntariamente para ir a buscarlos al reino de Valencia, que por aquel entonces todavía estaba bajo dominación mora.
Tras mucho buscar consiguieron cinco cabezas del sabroso condimento. De tan peligrosa expedición sólo volvió sano y salvo uno de ellos, trayendo consigo cinco cabezas de ajos.
Una anciana fue la encargada de preparar las sopas de ajo que curaron en el acto su enfermedad y tras las cuales se le abrió tanto el apetito que continuó con unas chuletas de ciervo.
A la mañana siguiente, tras dormir como un lirón, fue informado de lo caros que habían resultado los ajos, pero el Rey, agradecido, recompensó a los familiares de los caballeros fallecidos así como al superviviente.
Además dispuso que el cultivo de los ajos se propagara por todo su reino a fin de no tener que ir en próximas ocasiones al reino de Valencia y pagarlos tan caros.
Este dicen que fue el origen de las sopas de ajo.
quitan el hambre, y dan sed poca.
Hacen dormir y digerir.
Nunca enfadan, siempre agradan.
Y crían la cara colorada.
Fuente : Red Aragón
Vía verde Teruel
Coem.org
Dímelo a mi. Las tengo aborrecidas de tanto hacerlas. Todos los días del año cenaba yayo Melchor sus sopas de ajo y un huevo pasado por agua. No había forma de cambiar el menú.
trimbolera Recuerdo habérte leído esto mismo en tu blog, y es cierto las tienes que haber aborrecido y si en alguna ocasión te gustaron, ahora seguro que no las quieres ni ver.
Esto tiene una explicación muy simple. El rey se puso enfermo porque se dio un atracón de caza y, como las sopas de ajo son ligeras, con eso se mejoró al dejar su estómago en reposo.
Senior citizen Me gusta tu explicación, y además pudiera ser que las sopas le provocaran la evacuación de todo su intestino y se quedó tan a gusto que volvió a empezar a llenarlo otra vez.
Desconocía esta historia-leyenda.
Y que el ajo en aquella época escaseara.
Te animo a que cuentes más leyendas, jubi, que me gustan mucho!!!!
Un abrazo.
Nélida No te creas mucho los visos de realidad de la leyenda ya que no la he visto documentada en muchos sitios. En cuanto a publicar más leyendas, tengo otras dos en borrador y por lo menos 30 simplemente esperando a recopilar información y prepararlas.
Un abrazo
No puedo asegurar que sea tan milagrosa, pero con lo sencilla que es, y con el huevo a medio cuajar, está insuperable. En mi casa no se hace muy a menudo, pero por supuesto se hace. Además de sus valores, el ajo y la cebolla son imprescindibles en la cocina.
Jesús Yo creo que de milagrosa no tiene nada, pero por lo menos es agradable de tomar en otoño e invierno. Efectivamente el ajo y la cebolla, no solamente son ingrdientes habituales en muchas recetas, sino que además el ajo crudo tiene unas propiedades terapéuticas enormes, al igual que ocurre con la cebolla.
Otra leyenda, te estás convirtiendo en un experto y a mi me estás acostumbrando mal, me gustan mucho y las sopas de ajo también y no las como casi nunca. Un abrazo
Ester Como acabo de comentar tengo otras dos a falta de pulsar el botón de Publicar, y otras 30 aproximadamente en el tintero que no se quedarán sin mi indagación y posterior publicación.
Ayer, me preguntaba mi mujer ¿qué hago mañana para comer?
Sin pensármelo ni un segundo le contesté, de primero sopas de ajo, el resto es cosa tuya.
Abrazos
Que curioso.
Mi vieja le agregaba un par de huevos :))
Hoy día no creas que las suelo comer por la cantidad que me hicieron comer de niño.
Salud
Genín Mi mujer creo que le añade un huevo y ahora soy yo el que se las pide cuando empieza a hacer frío.
Saludos
Me encanta la sopa de ajos… las hago cuando me apetece tomar sopa y no hay hecha en el congelador. De los cubos na da na… Sopa casera… la mejor todo el año.
Rosa María Es cierto, la sopa casera es la mejor de todas ya que no se utiliza ningún producto químico para la conservación y se conocen los productos naturales utilizados en su elaboración. A mi me gusta mucho.
Me encantan las sopas de ajo y si tienen un toque de picante mejor que mejor.
Calandra A mi me encantan, hoy las tengo para comer. El picante nunca me ha gustado en exceso, aunque un pequeño toque no me importa.
Seguro que el rey Jaime I, cayó enfermo de muerte no por las consecuencias de la cacería, atracon incluido de lo cobrado, sino por el intenso frío invernal que padece Teruel. Claro, luego le dieron unas sopas de ajo que «resucitan a un muerto» y ya tenemos la leyenda…
Frajayo Que barbaridad, si nos encontráramos hace unos 800 años seguro que esta leyenda tenía muchas y variadas acepciones.
Pero tienes razón cuando más frío hace en invierno, unas sopas de ajo, unas lonchas de jamón de Teruel y un vinico de gran graduación como era hasta hace poco el de Cariñena hubieran resucitado hasta el rey Jaime I.
Que pasa, ¿es que el vino de Cariñena no es el que era?
Frajayo Desde hace siete u ocho años de una graduación alcohólica de 15 o más grados se ha bajado a los diez u once grados más propios de los vinos de mesa.
Pero mejor te dejo un reportaje de los que he encontrado en internet, aunque es algo antiguo.
Elmundovino.elmundo.es
Muchas graccias por tu atención.
Frajayo Gracias a ti por leer y comentar en este blog.