Dedicado a todos los jubilados que se sientan identificados con el personaje.
La historia que os voy a contar, puede ser la tuya, la mía, y posiblemente la de todos. Recuerdo que fue una ceremonia muy bonita…
Recibido por correo. Gracias Luis.
Dedicado a todos los jubilados que se sientan identificados con el personaje.
La historia que os voy a contar, puede ser la tuya, la mía, y posiblemente la de todos. Recuerdo que fue una ceremonia muy bonita…
Recibido por correo. Gracias Luis.
Muy bueno. Por eso temo jubilarme… Abrazos
Parece mentira, ni me acordaba del pelirrojo Rafa Mendizábal, de muy joven eramos conocidos en San Sebastián, (no estoy seguro de emplear la palabra amigos) y por aquellos tiempos el no tenia ni idea de pensar en escribir, y ya ves…
Besos y salud
Ligia No tengas miedo a jubilarte, aunque es cierto que en ocasiones pasa algo parecido a lo que nos cuenta Rafael Mendizábal.
Abrazos
Genín La vida va cambiando mucho. Quien te iba a decir a ti, en aquella época que ibas a tener tantos amigos en internet?
Saludos
Bendita vida la de jubilada, lo que pasa es que hay que poner un tope a los trabajos que los demás te quieren endilgar, o sea, hay que aprender a decir «no».
Y si no…., de donde ibas a sacar tiempo para el blog. !Que en el banco no te dejan!. Yo estoy pensando meterme relojero, así que si se si te estropea ese fabuloso premio a tantos años de trabajo, te lo arreglare sin falta. Un abrazo.
Leodegundia Tienes mucha razón, pero hay casos en que son tan machacones, que por no oírles, agachas la cabeza y haces lo que te dicen.
Ahora que eso de bendita vida… ya veremos que pasa con los recortes, que a mí cada vez me huele peor.
«Les recortamos un 10% a los jubilados, que total como ya casi ni pueden comer, ni beber, ni viajar, ni… aunque se enfaden les va a dar igual, y de esta manera conseguimos tropecientos millones más, para gastárnoslo en comidas y vicios para nosotros»
Tbo Eso del reloj yo lo practicaba antes, con los relojes grandes, con los pequeños nunca me he atrevido.
Lo puedes ver aquí y observa que entonces, casi ni me llegaba para tabaco ya que fumaba Celtas cortos.
Un abrazo
Venga que va un chiste sobre jubilados. ¡Cuidado con los jubilados!
Pues bien, por ejemplo, el otro día fui a Madrid y entré en el edificio de usos múltiples de la calle Alcalá para presentar una documentación; sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
Cuando salí, un Policía Local estaba poniendo una infracción por estacionamiento prohibido. Rápidamente me acerqué a él y le dije:
¡Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos…! Dios le recompensaría si hiciera un pequeño gesto para con un jubilado… Me ignoró olímpicamente y continuó rellenando la infracción.
La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenía vergüenza.
Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además, el vehículo no tenía la pegatina de la ITV. Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba tratando con un delincuente, que le habían dejado entrar en la Policia porque no servía para otra cosa…
Él acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó con una tercera. No me achiqué y estuve así durante unos 20 minutos llamándole de todo, desde “sieso idiota”, hasta h. de p…… Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba un sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza…
Después de la enésima infracción… le dije: Lo tengo que dejar, porque…
¡Ahí viene mi autobús!
Desde mi jubilación, ensayo cada día cómo divertirme un poco.
Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme.
Paco Gómez Conocía el chiste, si fuera verdad me imagino la cara que se le iría poniendo al policía, claro que igual también soltaba la carcajada el jubilado guasón.