El duende del Retiro (Leyenda)

El duende del Retiro (Leyenda)Cuenta la leyenda que, a principios del siglo XVIII, cada vez que el Rey Felipe V, daba un paseo por los jardines del Buen Retiro (que por aquel entonces era un jardín de uso exclusivamente real, perteneciendo a la Corona), entre paseo y paseo, las flores cambiaban. Cada día, el monarca quedaba embelesado con las nuevas y coloridas flores que adornaban sus caminatas, plantas que parecían crecer de la nada, como por arte de magia. El Rey, sorprendido por este fenómeno tan inusual, llamó a los jardineros y les preguntó cómo era posible que pudiesen darse tanta prisa en cambar las flores del parque de un día para otro.

Los jardineros quedaron mudos, ya que no sabían a qué se refería el Rey, ya que ellos no cambiaban cada día las flores del parque e, incluso, les parecía imposible lo que les comentaba el monarca pero, por no contradecirle, decidieron investigar que ocurría. Se quedaron de lo más sorprendidos al descubrir que, los días que iba a pasear el rey, los jardines lucían flores que ellos no habían plantado, siempre distintas y luciendo en todo su esplendor.

Por lo visto, el responsable de estos cambios era un ser pequeño, con rostro grotesco y color verdoso, que cada día se hacía más visible y que cada vez que aparecía conseguía que las flores cambiaran para deleite de Felipe V. Así, cada vez que el Rey acudía al Buen Retiro se encontraba con un paisaje distinto.

Los jardineros decidieron que tenían que atraparle, pero siempre se les escapaba desapareciendo entre la maleza. A este pequeño personaje, le empezaron a denominar el Duende del Retiro.

Tras la Revolución del año 1868, conocida como la Gloriosa, se abrió el Buen Retiro al público y la leyenda cuenta que, nuestro pequeño personaje, se aparecía a las parejas de enamorados y, siempre que su amor fuera verdadero, florecían las plantas en otoño. Así, se afirmaba que las parejas que habían tenido la suerte de verle, disfrutaban para siempre de una relación estable y llena de buenos momentos.

Esta leyenda ha llegado hasta nuestros días y fue en 1985, cuando el Ayuntamiento de Madrid decidió hacer un homenaje a este simpático personaje, encargando al escultor José Noja que realizara una estatua que lo inmortalizara.

Fuente : fotoculturamadrid, Foto de Ediciones La Librería

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8 respuestas a El duende del Retiro (Leyenda)

  1. Ester dijo:

    Genial esta continuación, con detalles notables, seguro que cada parque tiene su leyenda, pero este es un parque importante y merece una leyenda en la que el amor está presente. Habrá que ir a Madrid a conocer al duende. Abrazos

    • unjubilado dijo:

      -Ester- No tenía ni idea de la leyenda, pero al mandarme tu la imagen, empecé a indagar y me encontré con lo que aquí he conseguido poner.
      Abrazos

  2. En otros tiempos, fui con frecuencia al Retiro, pero la verdad es que no vi al duende, quizá porque no soy madrileña.

    • unjubilado dijo:

      -Senior citizen- Actualmente lo podemos contemplar sobre una de las antiguas oseras de la Casa de Fieras. En 1985 es cuando se levantó una pequeña estatua realizada por José Noja. Representa al geniecillo sentado tocando la flauta, con un simpático gorro, enormes orejas picudas y expresión risueña.

  3. Tawaki dijo:

    Tanto tiempo que he vivido en Madrid y desconocía esta leyenda.

    • unjubilado dijo:

      -Tawaki – No es que haya vivido mucho en Madrid, pero me he paseado en muchas ocasiones con mi novia, mi actual mujer por el retiro, y tampoco conocía la leyenda. Pero en ocasiones buscando determinada información en internet, aparecen cosas curiosas, como ha ocurrido en este caso.

  4. Es una leyenda encantadora, para disfrutarla y embelesarse con el duendecillo flautista y jardinero. Otra cosa es lo que aquel rey quisiera ver, ya que el pobre hombre perdió la cordura hasta el punto de vivir la noche como si fuera día y viceversa, trastocando a la propia Corte, que le seguía la corriente porque, cuerdo o loco, seguía siendo el rey.

    • unjubilado dijo:

      -Una mirada…- Pese a las demencias que el rey Felipe V tenía, era el rey, por lo que todos le bailaban la aguas y por ello le seguían con sus visiones, ideas o caprichos, por ello me imagino que surgió la leyenda.

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