La Villa Quijano, popularmente conocida como El Capricho, es un edificio modernista situado en la localidad cántabra de Comillas. Fue proyectado por Antoni Gaudí y construido entre 1883 y 1885 bajo la dirección de Cristóbal Cascante, ayudante del arquitecto reusense, por encargo del indiano Máximo Díaz de Quijano. Es una de las pocas obras que Gaudí proyectó fuera de Cataluña.
Esta obra pertenece a la etapa orientalista de Gaudí (1883-1888), periodo en que el arquitecto realizó una serie de obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente (India, Persia, Japón), así como en el arte islámico hispánico, principalmente el mudéjar y nazarí. Gaudí empleó con gran profusión la decoración en azulejo cerámico así como los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula.
El edificio cayó en el abandono tras la Guerra Civil, estado en el que siguió pese a su declaración como Bien de Interés Cultural en 1969. En 1977 la última descendiente de los López-Díaz de Quijano, Pilar Güell Martos, vendió la propiedad al empresario Antonio Díaz quien lo restauró en 1988 y lo convirtió en un restaurante. En 1992 fue comprado por el grupo japonés Mido Development. Por último, en 2009, el edificio se convirtió en museo.
Información de Wikipedia. Montaje de unjubilado.
Nos has vuelto a la época de los recortables. Con mis hijos hicimos muchos, entre ellos La Pilarica.
-Jesus- Esto en realidad no es un recortable es cartón precortado y solamente hay que armarlo, lo malo es que hay piezas que no encajan y las he tenido que modificar con el cúter, prefiero los recortables.
Menos mal quie no es de verdad, te iba a costar una pasta amoblarlo… 🙂
Salud
-Genín- Siempre existía la posibilidad de hacer muebles recortables de papel.
Saludos
Cierto, como tengo familia en Santander visité el Capricho ya museo en Comillas y es hermoso, me gustó como todo lo de Gaudí.
Vengo del blog de Ester y siempre eres el primer comentario que leo.
Tu montaje es además de entretenido, muy majete.
Saludos.
-Airblue- Si he de ser sincero, yo no conozco este edificio, la maqueta me la trajo un hijo que es profesor en Cantabria.
Yo he ido a tu blog en alguna ocasión, aunque nunca he dejado ningún comentario.
Gracias por la visita y el comentario.
Saludos
Soy de Santander, lo conozco
Otra cosa bonita de mi tierra
un abrazo
-maria jesus- Santander y sus alrededores los conozco por encima, ya que estuve recibiendo un curso de radioenlace… en italiano.
Un abrazo
Admiro mucho el esmero con que haces tus construcciones réplicas. Te quedan de maravilla. ; )
Un abrazo.
-Sara O. Durán- Gracias, tengo que ponerme al día con los comentarios en tu blog, ya que aunque te he leído, no te lo he dicho.
Un abrazo
Un gran trabajo, no es fácil, lo hicimos de pequeños pero con peores resultados. Lo he visitado in situ , es una de sus primeras obras y como no puede ser de otra manera por encargo de un indiano, que llenaron Santander de preciosas palacetes se distinguen por las palmeras. Un abrazo
-Ester- Aunque había oído hablar de el, no conocía este edificio, así que he tenido que informarme un poco, antes de montarlo para saber un poco más.
Un abrazo
Luego te tocará subir de nivel y realizar maquetas con materiales más consistentes. Apntalados o no los cimientos -jejeje- la composición te ha quedado bien.
-Una mirada…- Antes me gustaba hacer este tipo de manualidades, pero ahora son mis hijos los que de vez en cuando me traen, lo que ellos creen que me va a alegrar un rato.
Se ve que eres todavía joven cuando tienes paciencia y ganas para hacer estas cosas.
-Senior citizen- ¿O será que se me está terminando la paciencia para publicar en un blog y acudo a otros métodos distintos de distracción?