Un ingenioso ejemplo de Oratoria y de Política, ocurrido hace algún tiempo en las Naciones Unidas, hizo sonreír a la comunidad mundial presente.
El representante de Israel ante las Naciones Unidas: – «Antes de empezar mi discurso querría contarles algo sobre Moisés». Cuando Moisés golpeó la roca y de ella salió agua, pensó «qué buena oportunidad para darme un baño».
Se quitó la ropa, la dejó junto a la roca y entró en el agua. Cuando acabó su baño y quiso vestirse, su ropa no estaba allí. Se la habían robado los palestinos.
El representante de Palestina saltó furioso y dijo : – «¡Qué dice! ¡Si los Palestinos no estaban allí entonces!»
El representante de Israel sonrió y dijo : – «Muy bien… y ahora que ha quedado claro quienes llegamos primero a este territorio y quienes fueron sus invasores, comenzaré mi discurso«.
🙂 Es buenísimo, no hacen falta palabras.
Leodegundia Haciendo limpieza de ordenador lo encontré en una esquinica del disco duro, lo había recibido por correo, y pese a ver que ya existían muchas publicaciones en la red, no me resistí a publicarlo.
Hace bastantes años que escuché esta narración como «chiste». Esa primera vez la historia era la contraria. No lo digo por polemizar con este asunto sino por lo curioso de la cuestión. Esta segunda versión me ha llegado por varias vías recientemente. Curioso el devenir de las «historias» y el servicio ilustrador de éstas.
Saludos
Josemari Yo como chiste lo he publicado, lo tengo en la categoría de humor, y efectivamente me lo enviaron por correo hace ya un tiempo. La versión que tu comentas no la conozco.
Saludos