Esta artículo está basado en un texto que circuló mucho por las redes sociales durante los años 2010 a 2012. Lo he buscado en mi blog, ya que pensaba que lo tenía publicado, pero no he sabido encontrarlo, así que vuelvo a repetirlo, suponiendo que ya hubiera pasado por esta bitácora.
En la fila de un supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas de plástico no eran buenas para el medio ambiente.
La señora pidió disculpas y explicó: “Es que no existía este tipo de ecología en mis tiempos.”
El empleado le contestó: “Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente.”
Tiene razón, en aquel entonces, las botellas de leche, las de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Pero no teníamos moda verde o ecología en nuestros tiempos.
Subíamos las escaleras andando, ya que no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer dos bloques de viviendas.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no existían desechables.
Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que funcionan con 220 voltios. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre eran modelitos nuevos.
Pero la cajera está en lo cierto: no éramos ecológicos en nuestros días.
En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa, no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo ¿recuerdan?, no una enorme pantalla del tamaño de un estadio de fútbol.
En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hicieran todo por nosotras.
Cuando preparábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no envases de poliestireno expandido o bolitas plásticas.
En aquellos tiempos no arrancábamos el corta césped y quemábamos gasolina sólo para cortar el césped. Usábamos una podadora que funcionaba a mano. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad.
Pero ella está en lo cierto: no había en aquellos tiempos una ecología como la actual.
Bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua.
Recargábamos las plumas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojas de afeitar en vez de echar a la basura toda maquina de afeitar desechable porque la hoja perdió su filo.
Pero no teníamos una moda verde por entonces.
En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un bus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas.
Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.
Así que ¿no les parece triste que la actual generación esté lamentándose cuán botarates éramos los viejos por no tener esta moda verde o ecología en nuestros tiempos?
…Y sobre todo no haciamos negocio con el «ecologismo» me pasa lo mismo con el feminismo cuando más absurdas son las ideas más en contra me pongo porque andamos hacia atrás. Un abrazo
-Ester- Avanzamos, un pasito pa’lante, tres pasitos pa¨tras, pero vivimos mejor, claro que nuestros hijos y nietos nos «agradecerán» lo que hacemos por ellos.
Un abrazo.
Todo es un problema de educación que empieza en las familias y en la escuela, pero hay quien no cree en ello y pone excusas increíbles. España es poco, muy poco ecológico.
Saludos
-emilio- Conozco en España a personas que reciclan absolutamente todo y sin embargo…
España genera anualmente unos 22 millones de toneladas de residuos municipales. O, dicho de otra forma, cada ciudadano produce al año 455 kilogramos de estos desechos (más de 1,2 kilos de basura al día). Aunque el país está algo por debajo de la media europea (521 kilos por habitante) en cuanto a generación de residuos urbanos, cuando se habla de reciclaje existe un grave problema. Porque está en el furgón de cola de la UE.
Lo acabo de leer de un artículo de El País.
Saludos
El ecologimos no solo son los residuos que lo son, es la atención que le damos a nuestros rios, a nuestras costas, muchas banderas azules pero tambien hay demasiadas negras, la limpieza escasa de nuestros bosques con demasiados fuegos provocados, también ecologismo es no comprar ropa que se fabrica en los lugares más pobres del mundo (Zara es una de esas empresas que lo hace y no solo ella) y no saber reutilizar, la tala de arboles en las grandes ciudades y cimentar cada vez más suelo para circulación de vehiculos a motor…..
-emilio- Tienes razón, ecología es talar una hectárea de árboles milenarios para construir un hotel que no tiene autorización, ecología es utilizar el Super Puma, para que una persona que está «haciendo la mili» en Zaragoza, vaya a visitar todos los fines de semana a sus padres a Madrid, ecología es, coger un jet privado para moverse 200 Km, siendo que en coche se tarda menos, ecología es, quitar todos los carriles bicis preparados por el antiguo dignatario para dejar mas paso a los coches, ecología es…
Saludos
Entonces sí que éramos ecológicos. Un beso
-Susana- A la fuerza, ya que no teníamos otros medios para dejar de serlo.
Un beso
No éramos ecológicos con las bolsas… porque no había bolsas e íbamos a la compra con nuestro bolso.
-Senior citizen- Si no había bolsas de plástico, que remedio.
Recuerdo como si fuera ayer cuando llevaba los recipientes de cristal a Alcampo y me devolvían un dinerillo, pero una de las veces, me dijeron que los tirara ya que no me iban a dar nada por ellos, ante mi ignorancia, insistí, me los volví a llevar a casa para devolverlos en algún otro establecimiento y vi que ya no los quería nadie.
Eso pasaba con los envases de vidrio en Sidi Ifni haciendo la mili (años 1968- 1969), se tenían que tirar ya que el llevarlos de nuevo a la Península o a Canarias era más costoso que perder el envase.
Y yo recuerdo cuando, mucho antes, llevabas una botella a la tienda para que te la llenaran de aceite y había quien llevaba también un tarro para que le echaran una cantidad de atún en aceite que sacaban de una lata grande.
-Senior citizen- Y la leche que la vendían a granel y siempre había que hervirla ya que no tenía ningún tipo de pasteurización y lo hacíamos en recipientes especiales para que al hervir no se saliera la leche.
A veces se habla sin saber de qué va la vaina. El reciclaje y la reutilización no son conceptos nuevos, llevan en nuestras vidas décadas, aunque la gente desconociera el significado de la palabra ecología, que practicaban sin saberlo.
-Una mirada…- Antes no reciclábamos, esa palabra todavía no la conocíamos, antes, los residuos los utilizábamos de manera lógica, las sobras de comida que no comíamos las llevábamos a los cerdos para que engordaran, se empezaban a conocer los plásticos en concreto el plexiglás, ¡que gran invento! pesaba menos que el vidrio y se podía reutilizar muchas veces, pero desgraciadamente el reciclaje era muy dificultoso… el plástico acrílico tarda unos 200 años en degradarse.
Hola, si es verdad, me acuerdo de pequeña llevar las botellas vacias a la tienda, entonces ¨ultramarinos¨, no eran super ni nada y teniamos de todo, incluso me acuerdo de las sardinas saladas en la caja de madera, sin saberlo se reciclaba y no ahora, con la colada y no se compraba jabon, lo hacian nuestras madres o abuelas y asi muchas cosas mas.
Besos.
-Piruja- Es cierto llevábamos los recipientes de vidrio para que nos devolvieran una pequeña cantidad de dinero… esas sardinas que mencionas eran lo que de manera popular se llamaba guardias civiles, eran sardinas saladas que había que pelarlas y limpiarlas para poderlas comer, yo aún las compro de vez en cuando, aunque son muy saladas, pero una vez al año no hace daño.
Besos