Una persona decide alquilar su casa y pone un aviso en un diario.
El primero que acude es un judío, y le dice : – YO INTERESADO EN CASA QUE USTED ALQUILA.
El propietario, le dice: – No señor, sabe, he descubierto que tengo varias tejas rotas, así que hay goteras. Hasta que no las arregle no la alquilo.
– El interesado responde: – NO IMPORTA SEÑOR, YO TENGO HERMANO TECHISTA EL ARREGLA RÁPIDO, SIGO INTERESADO EN CASA.
– No señor, ¿ve esos niños que juegan?, molestan tremendamente a la hora de la siesta y por la mañana temprano, mejor no la alquilo.
– NO IMPORTA SEÑOR, TENGO OTRO HERMANO JUGUETERO, REGALO JUGUETES Y ME HAGO AMIGO DE NIÑOS. SIGO INTERESADO EN CASA.
– El tipo se cansa y le dice : – ¿Sabe señor?, yo no le quiero alquilar la casa a un judío.
– ¿YO JUDÍO SEÑOR? NOOO YO CATÓLICO.
– ¿Ah sí? ¿Así que es católico? A ver, ¿cuántos dioses hay?
– DIOS UNO SOLO, PERO EN REALIDAD 3: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO.
– ¿Y cómo se llama el hijo de Dios?
– HIJO DE DIOS, JESUCRISTO.
– Ah y ¿dónde nació Jesucristo?
– JESUCRISTO NACIÓ EN BELÉN.
– Ah, seguramente en un palacio importante siendo el hijo de Dios.
– NO, POBRECITO, NACIÓ EN PESEBRE, CON VAQUITA, BURRITO, MUY POBRE.
– Ah, y ¿por qué nació en un pesebre?
– ¡¡PORQUE CRISTIANOS DE MIERDA NO QUERÍAN ALQUILAR CASA A JUDÍOS!!
Dios le preguntó a los romanos:
– Ustedes quieren un mandamiento?
– ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
– ¡No matarás!
– No, gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.
Entonces Dios le preguntó a los egipcios:
– ¿Ustedes quieren un mandamiento?
– ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
– ¡No cometerás adulterio!
– No, gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.
Dios entonces les preguntó a los sirios:
– ¿Ustedes quieren un mandamiento?
– ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
– ¡No robarás!
– No, gracias. Eso arruinaría nuestra economía.
Y así Dios fue preguntando a todos los pueblos hasta llegar a los judíos:
– ¿Ustedes quieren un mandamiento?
– ¿Cuánto costaría?
– Es gratis.
– Entonces mándanos diez.
Y de ahí surgieron los Diez Mandamientos.
Con un café, sentada detras de los cristales viendo y oyendo llover, con la perspectiva de un día feliz leer tus chiste es un regalo añadido. Son muy buenos. Abrazos
Ester Por donde tu te encuentres no se si lloverá, pero por mi tierra, la lluvia nos está eliminado la contaminación atmosférica y de paso nos limpia todas las alcantarillas. Si yo me tomo un café «cafeinado» no duermo en toda la noche.
Abrazos
Aunque no es de judíos, este también me hizo mucha gracia:
Después del tono internacional se escucha la siguiente conversación telefónica:
– Disculpe ¿ya llegó Julio allá?
– Caballero, no sé de donde llama usted, pero aquí todavía es Mayo:
Frajayo Muy buen chiste. Aquí nos ha llegado la época de las lluvias, por lo menos hoy, mañana Dios dirá.
Intento seguir un orden. Primero contesto a los comentarios de mi blog, seguidamente pongo mis tonterías y después voy a refitoliar por los vuestros … me lo paso divinamente y para postre tus chistes, da igual que esté haciendo un día invernal, ya me he reído. Gracias.
trimbolera Creo que nunca he sido ordenado, excepto quizás en el trabajo. En el blog, tan pronto escribo uno, como dos artículos, en ocasiones mañana y tarde, pero si surge una noticia relevante la publico de forma inmediata, procuro contestar todos los comentarios antes de escribir otro artículo, sin embargo tampoco es seguro, incluso hubo una época que no contestaba a nadie. Ahora si me dejo alguno es por olvido. Recapacité y vi que si me saludan, lo justo es que conteste a todos y cada uno de los comentaristas.
jajajajaja Muy buenos 🙂
Salud
Genín Creo que un poco de humor con los tiempos que corren nunca nos viene mal.
Saludos
A los judíos les pasa como a los de Lepe, todo son chistes a su costa.
Calandra Cría fama y échate a dormir, eso les pasa a todos los que son «famosos» por sus chistes.
Que ciertos son los refranes… Cria fama…
Siempre vienen bien unas risas.
Un beso.
Supongo que a Israel no piensas viajar… 😀
Una mirada… Ya me han dicho que estoy en la lista de las personas non gratas, así que me ahorraré el disgusto de ir y que no me dejen bajar del avión.