Azuara es un pequeño municipio de la provincia de Zaragoza. En este pueblo, una plaza y una calle comparten el mismo nombre. Una es la calle de la Iglesia. La otra, la Plaza de la Iglesia.
Sobre una casa pesaba una orden de desahucio por impago de préstamo, y los representantes del banco que la ejecutaba para resarcirse de la deuda acudieron a Azuara para hacerla efectiva. El problema es que confundieron la dirección. Y en vez de ir a la Calle de la Iglesia (como indicaba acertadamente la documentación judicial), fueron a la Plaza de la Iglesia. Llamaron a la puerta de la casa equivocada y nadie les respondió (era una segunda vivienda). Así que, siguiendo con el procedimiento habitual, entraron y tomaron posesión de la vivienda.
Cuando se ejecuta un desahucio, todo lo que aparece en el interior de la vivienda se entiende legalmente como abandonado y puede disponer de ellos libremente quien ejecuta el desahucio. Así que quienes allí acudieron procedieron a «limpiar» la casa de todos los muebles y enseres que tenía. La dejaron literalmente pelada. (Creo que las telas de araña las dejaron intactas)
Todos los enseres acabaron en el vertedero y algunos de ellos los disfrutan los vecinos del pueblo que los recogieron de la basura.
La sorpresa se la llevaron sus dueños cuando acudieron días después a disfrutar de unos días de descanso en esta casa. Ellos viven en Zaragoza y tienen la casa de Azuara para fines de semana y días de vacaciones. Al entrar se encontraron con toda su casa desvalijada. Cuando preguntaron se dieron cuenta de que habían sido objeto de un desahucio erróneo.
Desde entonces están en pleitos con el banco para que les resarza por la equivocación. Todos los enseres que tenían allí los han perdido, porque el banco que ejecutó el desahucio (Ibercaja) los echó al vertedero, según ha explicado el abogado que defiende a estos propietarios, Joaquín Tortajada.
Poco después de que los propietarios de la vivienda se dieran cuenta de lo que había ocurrido, el banco les devolvió las llaves y recuperaron la posesión de su casa en el pueblo. Pero los bienes están perdidos y sigue el litigio para resarcirse por dicha pérdida.
Los afectados le reclaman al banco 14.542 euros por el valor de los enseres que les «limpiaron», 11.542 por el valor de lo que han perdido y otros 3.000 por daños morales.
«Se ha visto una bicicleta circulando por el pueblo que estaba en la casa», explica a ABC el letrado Joaquín Tortajada. Y quizás alguno esté viendo la televisión con la que tenían estos vecinos y acabó, como todo lo demás, en el vertedero. De reclamar a quienes los cogieron que los devuelvan, ni intención. «Eran enseres abandonados que estaban en un vertedero y que cualquiera podía haber recogido libremente», apunta el abogado.
Fuente : ABC
No veo que haya nada que discutir, los que tienen que pagar todo eso son los que ejecutaron mal el desahucio. A veces no hay forma de entender la Ley.
Calandra Tu no lo verás, pero seguro que los bancos dicen que esos muebles y enseres no valían más de 2.000 euros y volvemos a lo de siempre la lucha de David contra Goliat. Por supuesto me gustaría que ganara David aunque le tuviera que dar una pedrada a Goliat… a su presidente Amado Franco Lahoz.
¡Absolutamente demencial e increible!
Y encima no pagan de inmediato, se les debería caer la cara de vergüenza, pero como pagan a abogados fijos, que les den a los pobres embargados…
Salud
Genín Los bancos en la actualidad hacen lo que quieren y encima si tienen pérdidas, lo tenemos que pagar entre todos. Es la ley del más fuerte.
Saludos
Yo no sé por qué nadie se atreve a embargar la cuenta de un banco. Todos tienen una en el Banco de España. Quizá soy un ingenuo al pensar que se podría hacer. Un abrazo desde mi mejana
Felipe Tajafuerte Si te refieres a la cuenta de 14.542 euros, con eso no se conseguiría nada y si te refieres a la cuenta total del dinero que pueda tener un banco, pagarían justos por pecadores, gente que tienen allí su dinero o sus nóminas ingresadas no podrían cobrar. Creo que la cosa es más compleja de lo que nos parece.
Saludos
Es que todos debiéramos saber, no sólo los bancos, a quien prestamos nuestro dinero. ¿No crees?
Felipe Tajafuerte El problema es que como se diría «que tire la primera piedra el banco que esté libre de abusos». Me temo que todos han hecho esto, parecido o incluso, peores cosas y creo que Ibercaja no es precisamente de las que suelen aprovecharse excesivamente de sus clientes.
Saludos