El cuadro ampliado lo podéis ver aquí.
Observáis la tonsura y el hábito que lleva uno de los fusilados? Es Francisco Gallego Dávila, presbítero y sacristán del Real Convento de la Encarnación de Madrid.
Las nuevas identificaciones han rescatado también del olvido, la historia de los albañiles que trabajaban en la restauración de la iglesia de Santiago y que se enfrentaron como una milicia organizada a los soldados franceses. Tres de ellos -José Reyes Magro, Antonio Méndez Villamil y Manuel Rubio- acaban de ser añadidos a la lista de ejecutados con sus compañeros de obra: Antonio Zambrano, Domingo Méndez, el carpintero Fernando Madrid y José Amador.
El jubilado Miguel Gómez Morales se acercó con un amigo a la Plazuela de Palacio donde se combatía duramente. Nadie pudo salvarle del pelotón.
Juan Suárez, el único superviviente de los fusilamientos. Su relato, guardado en el Archivo de la Villa, es el único testimonio que existe sobre lo que pasó.
No se ha podido encontrar a ningún descendiente de estos 29 ajusticiados. El tiempo protegió con el anonimato sus linajes, ahora rescatados para el bicentenario.
Leer la noticia en El Mundo.
Anda, qué interesante!! La verdad es que me estoy enterando más gracias a tí de la expo que aquí del 2 de mayo…
Interesantísimo esto que escribes …ya me fijé en el monje pero no sabía tanto de esto.