Cuenta la historia que fue inventado por el inglés John Montagu, IV conde de Sandwich, por allá de 1762.
Aunque ahora sea un alimento barato y para nada ostentoso, sus inicios fueron de lo más aristocrático.
Fue el caballero británico John Montagu (1718-1792), cuarto conde de Sándwich e incansable tahur, a quien se le ocurrió la idea de hacerse servir unas rebanadas de pan con algo en medio como queso, vegetales, carne…
¿Para qué? Su afición por las cartas era tal, que no quería perder tiempo en nada más, ni en comer, y con este aperitivo tan fácil de preparar, no necesitaba dejar de jugar para llevarse algo a la boca. Así nació el sandwich, que triunfó primero entre los más ricos para acabar siendo un alimento popular.
Se decía que este estadista británico era aficionado al juego. Según cuenta la historia, en 1762, durante una racha de apuestas de 24 horas, instruyó a un cocinero a preparar su comida de tal manera que no interfiriera con su juego.
Al ver el emparedado, sus invitados le preguntaron qué era, y Montagu les respondió orgulloso: “Es un invento mío y se llama sándwich”.
De hecho, Montague no fue el inventor del sándwich; más bien, durante sus excursiones en el Mediterráneo Oriental, vio pan de pita a la parrilla y pequeños canapés y sándwiches servidos por griegos y turcos durante sus mezes (selección de aperitivos), y copiaron el concepto para su conveniencia.
Sin embargo, no hay duda de que el Conde de Sandwich hizo que este tipo de comida ligera fuera popular entre la nobleza de Inglaterra, y de esta manera, su título se ha asociado con el bocadillo desde entonces.
Fuente : Muy Interesante
Qué apañadico era el hombre… Si no se levantaba ni para comer, me apuesto a que tenía un orinal incorporado a la silla…
A propósito de la palabra sándwich… Me contó una señora que, allá por el sesenta y nueve y setenta, se ganó un par de palmetazos en la mano abierta, en un campamento de la Sección Femenina, por decir sándwich en vez de emparedado. Sería que a las jefas no les gustaban los anglicismos por aquello de «>i>Gibraltar, español».
-Una mirada…- A mi tampoco me gustan los anglicismos y los evito siempre que puedo, claro que hay palabras que se han hecho tan populares que casi no recuerdas los sinónimos que tienen.
Pero este anglicismo está aceptado por la RAE desde finales de los años veinte y forma parte, con la tilde incorporada en 1989, del vocabulario usual. A fin de cuentas, las incorporaciones de vocablos de otras lenguas no hacen sino enriquecer el propio idioma.
-Una mirada…- Anécdota real sobre los cursos que daba en Telefónica. La profesora una psicóloga, (nos controlaban de vez en cuando) me hizo salir de clase y se puso de acuerdo con el resto de compañeros para que me contabilizaran todos los anglicismos o palabras inglesas que decía al dar clases de informática.
Cuando terminé la ficticia clase de unos 15 minutos de duración solamente me contabilizaron dos palabras.
Software y hardware, que previamente les expliqué, que era cada cosa.
Eta me la sabía y es que me encantan los sandwich, al pan de molde durante muchos años antes de Bimbo se le llamaba pan inglés, lo vendían sin cortar y estaba buenísimo. Un abrazo
-Ester- Yo realmente conocí el pan de molde cuando estaba trabajando. En la estación de radio de Codos nevaba abundantemente y se producían muchas averías urgentes, en cierta ocasión otro compañero y yo nos quedamos incomunicados y tuvieron que subir a buscarnos con un quitanieves, pasamos toda la noche y hasta el día siguiente por la tarde no nos rescataron, estábamos sin comer, sin cenar, sin dormir…
Como encargado responsable pensé que había que subir alimentos para que se quedaran en la estación. Pensé en pan de molde, galletas, frutos secos, embutido, café, coñac y algo más que no recuerdo.
Se compró todo y fue un desastre, el pan de molde a los 15 días estaba florecido, el embutido si no se había abierto aguantaba, pero una vez abierto le pasaba lo mismo, las galletas, quedaban blandas y no había quien se las comiera.
Lo único que se salvó fue el café y el coñac.
A partir de entonces solo o acompañado lo primero que hacía antes de tratar de arreglar la avería era calentar agua, me preparaba un carajillo… la temperatura en el interior de la estación era de 5 grados, en el exterior rondaban los 5 bajo cero y si hacía aire, la sensación térmica es que estabas en el Polo Norte.
En la actualidad la estación está abandonada.
Abrazos
A mí no me gustaba el pan de molde, sobre todo sin tostar no lo tragaba, pero ahora me estoy acostumbrando a él por los problemas de la boca y ya no me parece tan malo.
-Senior citizen- Hubo una temporada que para cenar me hacía un sándwich, con el pan tostado, pero ahora hace ya tiempo no lo compro.
Todo eso de sandwich, con su pan esponjoso, cortadito triangulas, con su contenido más hortícola que de fundamento, que quieres que te diga, esta bien para los ingleses; yo me conformo con un buen bocata.
-Frajayo- Estoy de acuerdo contigo, pero cuando los dientes se empiezan a negar a cumplir con su misión, un sándwich casero tostando previamente el pan de molde, cumple perfectamente su misión.
En inglés dicen que el sándwich es lo que se come en la playa, por el juego de palabras de sand=arena.
Vaya aventura la tuya con el frío polar, brrrrrr…
Feliz viernes.
-Magda- Como soy un ignorante y no se inglés, tengo que creerme lo que me dices, pero seguro que es cierto.
En aquella época había muchas batallitas, en ocasiones por el frío, otras veces con la Guardia Civil, fue el periodo del atentado contra Carrero Blanco y nosotros en ocasiones solos viajábamos de día y de noche a las estaciones de Radio… y la Benemérica además de pedirnos la documentación nos registraba todo el coche.
En aquella época iban de tres en tres, pero solamente daba la cara uno y hasta que no se convencían de éramos de Telefónica no aparecían los otros dos al amparo de la oscuridad de la noche, con sus armas largas apuntándonos.
El 3 de noviembre se celebra el Día Mundial del Sándwich. Otra detalle, también existe el «fishwish», ¿cómo traducirlo al castellano? ahí los quiero ver…
-Jenofonte- No conozco más idioma que el español, pero el fishwish, ¿no podría traducirse como sándwich de pescado?
Curioso origen… Y es de suponerse que el hombre ni se lavaba las manos para comerlos. Abrazos.
-Sara O. Durán- Yo de crio, en demasiadas ocasiones me comía el bocadillo en el pueblo con las manos sucias, si las tenía llenas de barro trataba de lavármelas, pero si estaba en el campo y no había agua por los alrededores las frotaba una contra la otra y me comía el bocata.
Abrazos