Una presentadora, en las colas del hambre: «Cada vez hay más gente bien vestida que tiene que mendigar»
La pandemia ha dejado sin trabajo a personas de todos los sectores, y la televisión no ha sido la excepción. Así lo evidencia el testimonio de una actriz y exmodelo que contó su historia en «Buenos días Madrid» (Telemadrid).
Por teléfono –para no mostrar su rostro–, la actriz contó que se ha visto obligada a hacer cola en los comedores sociales por la falta de trabajo. «Nos puede pasar a todos; nos puede afectar así la pandemia, pues efectivamente nadie puede saber cómo le afectará. Ahora me encuentro en esta circunstancia y tengo que acudir a los comedores sociales», reveló asegurando, además, que «cada vez hay más gente en las colas del hambre que vivía desahogadamente, bien vestida, empresarios arruinados y que ahora tienen que mendigar».
La situación de la actriz y exmodelo ha empeorado por la imposibilidad de cobrar su pensión debido a que ni ella, ni su difunto esposo (paciente de párkinson), llegaron a cotizar lo suficiente, además tuvo que enfrentar la ludopatía de su pareja, que hizo desaparecer los ahorros de ambos. Su edad hace más difícil que pueda conseguir un trabajo: «Después de los 50 [años], las mujeres somos invisibles, ya somos mayores».
Su historia es reflejo de lo que miles de ciudadanos de España y el mundo han tenido que enfrentar por culpa de la pandemia. Pero, por fortuna, la actriz ha tenido más suerte que muchos pues su aparición anónima en «Buenos días Madrid» parece haberle abierto la puerta a un nuevo comienzo.
Una segunda entrevista en «Cuatro al día» terminó con una oferta de trabajo durante la emisión. Una empresaria, que tampoco quiso revelar su identidad, llamó para ofrecer ayuda a la presentadora: «Estaba escuchando la historia y se me removían las tripas. Afortunadamente yo tengo marido e hijos, pero hubo un tiempo en que estuve muy mal y me ayudaron. Ahora creo que me toca a mí».
Fuente : abc.es
Es una situación terrible. Un beso
-Susana- Es cierto tiene que ser algo tremendo, de tener de todo, a no poder ni comer.
Un beso
Hay muchos casos así en este momento y que, encima, no tienen el recurso de ser escuchados en los medios.
-Senior citizen- Completamente de acuerdo contigo, son personas de todo tipo, desde autónomos que han ido revirtiendo en su negocio las ganancias, hasta grandes restaurantes con tres estrellas Michelín que han tenido que echar el cierre definitivo, pasando por trabajadores por cuenta ajena que pese a los ERTE no pueden llegar a todo.
Poder comer es una cosa pero sobreponerse a esa situación otra muy distinta, y peor cuanto mayor es quien lo vive.
Otro tema el de la cotización y los ahorros, con ese tendríamos tema hasta verano.
Un saludo de sabado-domingo.
-Magda- La diferencia entre comer y recobrarse de la situación es muy distinta.
Es un tema que daría mucho para hablar.
Un saludo
Es la España más triste. Son las personas que dejamos de lado mientras tememos contagiarnos de su desgracia. En un país que se supone pertenece al primer mundo, es una auténtica desgracia que haya quienes no tienen qué comer. Gente válida que es apartada, además. Menos mal que en este caso una empresaria acudió al rescate, pero yo lo veo como un fracaso de la sociedad.
-Tawaki- Con esta pandemia me he dado cuenta que que ni la sanidad es lo mejor del mundo como nos decían, ni la economía tan boyante.
Pero tenemos la ventaja sobre otros países de que existen esos comedores sociales. Los que conocemos más o menos esos comedores y quienes los sostienen, sabemos que aquí nadie pasa hambre, a nadie le falta un plato de comida o una bolsa para llevarla a su casa en esta situación. Esta presentadora habla de la humillación de ponerse en cola, pero también están previstas formas de evitar esa humillación. Al menos, en las parroquias se que la hay.
-Senior citizen- Es cierto, hay ONGs, servicios sociales en todas las autonomías, Cáritas, comedores sociales… sin embargo no llegan a cubrir todas las necesidades.
He visto en tres o cuatro ocasiones personas, con un palo rebuscando en los contenedores de basura, desechos de comida, incluso en una de ellas, di un pequeño billete para que esa persona pudiera comer.
Me pregunto: Esa gente bien vestida que mendiga ahora, ¿cómo veía, antes de la pandemia, a los que tenían que mendigar?
-Jenofonte- Eso se lo tendríamos que preguntar a ellos, yo no tengo ni idea.
En mi caso durante la pandemia he gastado menos que otras veces por dos motivos, casi no he utilizado el coche, luego el consumo de combustible ha disminuido drásticamente, y no me he gastado nada en bares o restaurantes, ya que prácticamente no he salido de casa, por supuesto la pensión de jubilación me la han mantenido como antes.
La pandemia no ha creado, sino aumentado, la pobreza y sería bueno que, además de conmoversse, la sociedad reaccionara para colaborar, según las posibilidades de cada cual, en la ayuda a quienes se han visto obligados a sobrevivir de prestado. Porque no faltan ONGes, faltan ayudas.
-Una mirada…- Por supuesto la pandemia no ha creado estas colas, siempre han existido, pero ahora las ha incrementado y en bastantes casos aparecen personajes que en teoría no deberían de estar allí, o mejor dicho que era inimaginable que antes pudieran estar esperando mendigar un plato de comida.