Foto izquierda, cigueña (Ciconia ciconia) cazada y disecada en 1822. Hoy en día se puede ver expuesta en la Universidad de Rostock Fuente: Zoo Schwerin
Ya hace más de 2000 años se conocían las migraciones de las aves, aunque no tan bien como actualmente. El filósofo Aristóteles ya se dio cuenta del paso de miles de tórtolas viniendo del norte y entrando mar adentro volando hacia el sur con la llegada del otoño. También pensaban que las golondrinas, que se reunían en grandes grupos sobre humedales al llegar la noche se metían en el agua, y allí pasaban el invierno.
A finales del siglo. XIX, Mortensen, un ornitólogo danés, se preguntó qué ocurría con los estorninos que criaban en su ciudad pero desaparecían durante el invierno. Para saberlo, les puso unas anillas de metal en las patas, con una inscripción en la que pedía a quien encontrara ese estornino que le enviara información. Es el nacimiento del anillamiento científico de aves, que ha supuesto el método de estudio de la migración más importante. Hoy en día, se siguen anillando varios millones de aves todos los años, entre otras cosas, para estudiar su migración.
Hasta el siglo XIX, la repentina desaparición anual de todas las cigüeñas a finales de agosto, era un misterio para los observadores de aves. En su época Aristóteles, creía que las cigüeñas entraban en hibernación como el resto de las aves que desaparecían, quizás en el fondo del mar o bajo las aguas de profundos lagos. Teoría que también mantuvieron naturalistas como Carlos Linneo y Gilbert White.
Incluso hubo teorías en que las se convertían en ratones que permanecían ocultos en chimeneas hasta la primavera. Y en un alarde de imaginación en un ensayo del año 1703 titulado: «¿De dónde vienen la cigüeña, la tórtola, la grulla y la golondrina?, ¿cuando conocer y observar el tiempo señalado de su venida?«, se argumentaba que las aves volaban a la luna a pasar el invierno.
De este modo, comprendieron que la cigüeña había venido volando desde África con la lanza clavada, y, de este modo, nació el concepto Pfeilstorch, nombre alemán que se usa para indicar una cigüeña herida por una flecha cuando pasa el invierno en África y que vuelve a Europa con la flecha en su cuerpo. A pesar de que pueda parecer algo milagroso y excepcional, desde entonces se han detectado 25 Pfeilstorch en Europa.
Créditos : Seo.org, Meridianos, Pito-Real.
Lo de la lanza me ha sorprendido mucho, hay qué ver qué cosas !!
trimbolera Siempre hay curiosidades que nos dejan asombrados, lo mismo me ocurrió a mi al ver la imagen por lo que decidí seguirle la pista.
¡Pobres cigüeñas!
Calandra Pobres. Lo que no me explico es como aguantaron semejante viaje.
Dan repelús esas fotos aunque sepamos que las cigüeñas están disecadas.
Pero piensa que antes de estar disecadas estaban vivas y tuvieron que volar con eso clavado en el cuerpo, eso si que da repelús.
Senior citizen Pues imagina el sufrimiento que tuvieron que aguantar para hacer un viaje de tal envergadura con esas flechas clavadas en su cuerpo.
Calandra Yo creo que si me lo cuentan no me lo creo, lo que ocurre es que son tantos los testimonios existentes, que no hay más remedio que pensar que es completamente cierto.
Qué interesante y qué curioso lo que cuentas de las cigüeñas… Abrazos
Ligia Pienso que es algo que conoce muy poca gente, a mi también me resultó curioso y extraño.
Abrazos
De aquí ya no emigran, se han quedado para siempre, en gran parte, gracias a los basureros que les aseguran alimentación constante, y además el cambio climático, por lo visto, les ha sentado bien… 🙂
Salud
Genín Las temperaturas que se registraban hace 50 o más años en España no tienen nada que ver con las actuales y además aquí encuentran mayor cantidad de alimento y mayor variedad. Campos cultivados que a los agricultores les hace muy poca gracia que haya media docena de parejas en las proximidades de sus cultivos.
Saludos
Muy interesante, una cigüeña volando con una lanza clavada, ahora ya casi no se mueven de donde viven, se han aclimatado. Abrazos
Ester Antes el «Casero» las echaba en invierno debido a las bajas temperaturas, pero ahora les ha puesto calefacción y aunque esta, en algún momento les resulte algo escasa, prefieren quedarse aquí que pagar un billete en avión para estar más calentitas.
Abrazos
Que fuera capaz de retornar pese a a estar herida da una idea de la fortaleza de estos animales que, como dice Genin, han dejado, en muchas zonas, de ser aves migratorias para convertirse en aves famiiares habituales en todas las estaciones. Son, además, unas albañilas metódicas que refuerzan sus impresionantes nidos constantemente llevando en su pico materiales que parece imposible que puedan transportar.
Una mirada… Pero son albañiles con muy pocos estudios, no prevén la resistencia de los materiales donde apoyan su casa y en ocasiones se llega a romper o antes de que ocurra tienen que cambiarles el nido para evitar que la torre de alguna iglesia se desmorone con ellas encima.
Hay que pedir a Íñigo Mendez que se olvide de la LOMCE y prepare unas clases de resistencia de materiales para que aprendan lo que puede aguantar un edificio con sus nidos.
La que mas me ha gustado es la teoría de que en invierno volaban ala luna, y eran científicos, supongo.
Jesus Tranquilo que pronto aparecerá algún escrito de la época Neandertal, diciendo que ellos cuando estaban hartos de alguna persona, de una patada lo mandaban a la Luna.
Que curioso, no lo sabia, ahora sw quedan ¿que tendra España? aqui se queda tolo el que llega.
Unos besos
mjesus En este caso la razón de quedarse es muy simple, es como consecuencia del cambio climático, las temperaturas son más altas que antes y por ello no necesitan emigrar.
Más besos
En Malpartida de Cáceres hay una gran colonia les tienen hechos unos nidos y creo que no se van.
Buen domingo.
Un beso.
Laura. M No, no se van, se las trata bien y la temperatura en invierno es bastante mejor que hace unos años.
Malpartida de Cáceres fue nombrado Pueblo Europeo de la Cigüeña en 1997 por la organización internacional para la protección de la naturaleza Fondo Patrimonio Natural Europeo (EURONATUR). De esta forma fue incluido dentro del proyecto de creación de la Red de Pueblos Europeos de la Cigüeña que se gestó a comienzos de la década de los 90, de manos del Dr. Martin Schneider-Jacoby.
Un beso
Curiosa forma de demostrar una migración. Nunca la habría imaginado.
Tawaki Me ocurrió lo mismo, y al ver de manera fortuita la primera imagen le seguí la pista y por ello me enteré.