El médico recetó alcohol a Churchill en Estados Unidos a pesar de la ley seca.
Churchill fue a Estados Unidos en 1931 y fue atropellado. Cruzaba una calle en Nueva York y el encontronazo llevó al líder británico al hospital, con un golpe en la cabeza y dos costillas rotas. El propio Churchill reconoció que el error había sido suyo al bajar de la acera y mirar hacia un sólo lado en lugar de mirar a ambos lados.
Seis semanas después del accidente Churchill dejó el hospital, llevando consigo una nota del médico. Una nota muy interesante. Ya saben la afición que tenía nuestro hombre por la comida y por la bebida, así que para sobrellevar esos días de trabajo que le quedaban en Estados Unidos, recuperarse del todo de sus males y soportar el dolor de las costillas rotas, pidió y obtuvo una receta especial.
La nota en cuestión permitía a Churchill consumir alcohol en un país donde la ley seca se lo impedía al resto de mortales que quisieran mantenerse a este lado de la justicia. También es cierto que había un buen número de trucos para escapar de la ley seca, pero ninguna tan directa y legal como esta nota:
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Cuánta gente iría al médico, especialmente en aquel tiempo y lugar, si todas las recetas de los médicos fueran así.
Visto en : Curiosidades y anécdotas históricas
El señor Churchill convencía a todos, a los ingleses les pedía sangre, sudor y lágrimas, y a los médicos americanos su ración de alcohol.
Senior citizen Y a mi me pedía copia de seguridad de W 10 y como no la tenía estoy instalando todas las aplicaciones.
¿Poder de convicción? -No. -su poder político si. Abrazos
Ester ¿Como M. Rajoy?
Abrazos
¡La madre que lo parió!
Para un descosío siempre hay un remiendo
Menudo pájaro
Anarkasis Comer, beber, fumar, menos mal que por lo menos era un buen estadista.
Muy curioso hallazgo, Jubi… médico muy empático con su prominente paciente. Había que paliar susto y dolencias tras su accidente 🙂
Besitos
Sara O. Durán Cualquiera le dice no a Churchill, igual les llevaba la guerra a Nueva York.
Besos
Siendo así de tal manera, bien valdría la pena ser atropellado o enfermarse… las cosaas de ser importante e influyente.
Un abrazo.
Rafael Lizarazo Yo prefiero que no me atropellen, y eso que un buen vaso de vino en las comidas no está nada mal y más si está prohibido tomarlo.
Un abrazo
Vemos que la historia no ha cambiado tanto. Quien tiene el poder, hace (y hacía) con él lo que quiere…..
Curiosa esa nota, una joyita histórica.
Un beso, Jubi.
Faerie Glen Desgraciadamente el dinero y el poder obras maravillas, para bien y para mal.
Un beso
Sí lo he visto comentar esta semana… creo que ha de estar por ahora, entretenido con el mundial.
Besos.
Sara O. Durán Gracias. Me alegro, empezaba a inquietarme, pero si es por eso me parece bien, ya que le gustan mucho los deportes.
Besos
Muy curioso el detalle. ¿No tendrás la dirección del médico, por casualidad?
Tawaki Si que tenía la dirección, pero como desde esa época he cambiado de casa en tres ocasiones y he reformado una de ellas de manera integral un par de veces, he perdido el papelito.
– Jubi, si la hubieras metido en el ordenador…
Entonces seguro que en el primer formateo, ya hubiera pasado a mejor vida.