¡¡¡Ojo!!! No son chuletas para asar en una barbacoa, son las clásicas «chuletas» que todo mal estudiante, hemos tratado de llevar en los exámenes para engañar al profesor y poder aprobar.
Veamos como un estudiante llamado Elijah Bowen se la jugó a su profesor.
La ocurrencia de este estudiante del colegio Anne Arundel Community College (Maryland, Estados Unidos) se ha hecho viral después de que su propio maestro, Reb Beatty, contase la anécdota en su cuenta personal de Instagram. El docente permite a sus alumnos asistir a sus exámenes con una pequeña tarjeta de apoyo, algo así como una «chuleta» permitida. Antes de la prueba, Beatty informó a su clase sobre las medidas máximas de esa hoja de apoyo… pero por lo que se ve, olvidó un detalle vital: concretar la unidad de longitud a la que se refería.
Primer examen del semestre y, como siempre, permito una tarjeta de notas de 3×5, explicaba el maestro en su post.
Preciso como soy, parece que nunca especifiqué que hablaba de 3×5 pulgadas (7.62 por 12.70 centímetros), así que tuve que admitir que un alumno, me trajera una tarjeta (chuleta), de 91.44 por 152.40 centímetros es decir 3×5 pies.
Algunos de sus estudiantes han dejado sus impresiones en la publicación, en su mayoría para aplaudir la audacia de su compañero. «¿Cómo no se me ocurrió a mí el curso pasado?», lamenta una alumna. «Sin duda alguna, es el más listo de la clase», añade otra. El propio Elijah Bowen se ha animado a dejar un comentario para su profesor. «Si suspendo, puedes quedarte mi monopatín», bromea el protagonista de la historia.
Está claro, además de escribir bien, hay que especificar con claridad lo que se pretende trasmitir.
Fuente : Instagram
Listo y audaz el estudiante, si yo fuera el profe le aprobaría y con nota (Se supone que el examen lo respondió correctamente). Necesitamos personas como Elijah Bowen. Un abrazo
ester De aprobado no dice nada, pero se supone. Así que no tendría que regalarle el monopatín.
Abrazos
Menuda cara dura la del niño… 🙁
Salud
Genín Supo engañar al profesor.
Saludos
Solo por eso ya merece el aprobado. Genial.
Tawaki Se la jugó y le salió bien.
Puede que el chico fuera muy listo pero está claro que su idea no era precisamente estudiar sino encontrar la manera de llevar un «chuletón» al examen.
Calandra Evidentemente así es, pero ha habido grandes genios que dicen han sido malos estudiantes, aunque yo no me lo creo.
Por ejemplo, el profesor de Albert Einstein escribió: “Este chico no llegará nunca a ningún sitio”. Tampoco es que fuera un desastre (se ha exagerado mucho este aspecto), pero es cierto que sus maestros encontraban al joven Einstein lento y se quejaban de que reflexionaba demasiado antes de contestar a una pregunta.
Otro es alumno en cuestión es John Gurdon («no puede ni siquiera aprender las bases de la biología, no tiene posibilidades de desempeñar el trabajo de un especialista. Sería una pura pérdida de tiempo no sólo para él, sino también para los que deberán enseñarle”. Medio siglo después de este juicio demoledor, en el 2012, a sus 64 primaveras, Gurdon se ha tomado su revancha al ganar el premio Nobel de Medicina. Sus pobres resultados en la Eton School, donde los académicos todavía se acuerdan de que sacó en una prueba una miserable puntuación de 2 sobre 50, no le impidieron llegar a lo más alto en su carrera profesional.
Y seguro que le tiene mucho cariño a su monopatín, como para jugárselo. Iba a ganar y lo tenía claro con semejante chuleta 🙂
Simpática anécdota, Jubi. Gracias por compartir. Yo era tan honrada que no hacía chuletas, me ponía muy nerviosa solo con la idea de que pudieran pillarme jaja
Nélida He de reconocer que yo si he preparado «chuletas» pero en raras ocasiones las he utilizado, ya que al elaborarlas y escribirlas recordaba perfectamente lo que había escrito, así que me servían para aprender, sin tener luego que utilizarlas.
Un abrazo
Esta audacia se le olvidó al autor del Manual Ilustrado de copia y chuletaje. 😀
Una mirada… Como no conozco el libro, quizás se refiera únicamente a malos estudiantes, en este caso el fallo es el de un profesor.