Christchurch es una ciudad de Nueva Zelanda, fundada en 1850 y ubicada aproximadamente a 300 kilómetros al sur de la capital, Wellington en la costa este de la Isla Sur, en la provincia de Canterbury.
A las 4:35 de la mañana (hora local) del 4 de septiembre de 2010, sufrió un terremoto de 7,1 que originó destrozos en el centro de la ciudad por NZ$2 mil millones. El epicentro del sismo fue localizado aproximadamente a 40 km al oeste de la ciudad, a 10 km al sudeste de Darfield.
Nuevamente el 22 de febrero de 2011, un fuerte seismo de 6,3 grados sacudió la ciudad de Christchurch a la hora de mayor actividad,
provocando el derrumbe de altos edificios e iglesias (incluida la propia catedral de Christchurch y la catedral del Santísimo Sacramento), cuyos escombros cayeron sobre las calles congestionadas por el tráfico, aplastaron autobuses y por lo menos 75 personas murieron en uno de los peores desastres naturales del país.
Visto en Helektron.
Tremendo Jubi, esta vez a pesar de ser de menos intensidad fue más devastador ya que se produjo sólo a cuatro kilómetros de profundidad y como sabes, cuanto más cerca se produzca de la superficie más destrozos ocasiona. Lo se de primera mano y a pesar que que en lo que a mi me toca no hubo desgracias personales el miedo persiste pues todavía hay que esperar muchas réplicas.
Buen día.
A mí, una de las cosas que más pánico me causa es la posibilidad de un terremoto. Es algo que me impresiona sin poder evitarlo.
En Granada sabéis que estamos en zona sísmica y que, según las estadísticas, ya nos «toca» un terremoto grande. Como también se da el caso de que hace tiempo que no hemos tenido movimientos pequeños de los que liberan energía, se puede decir que estamos «con la peste en un canuto», como vulgamente se dice.
Que pena Jubi, y pensar que el año pasado por estas fechas yo estaba allí.Lo de menos son los edificios, lo peor son la pérdidas humanas.
Saludos
Hola y buenas noches..
Bello fin de semana sin lluvia y con el color de la primavera flotando en el aire..
Buen fin de semana y dulces sueños