El cierre de discotecas en Catalunya se transforma en fiestas sin control en las calles y playas.
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Nos la estamos buscando entre todos…
-Senior citizen- La inconsciencia de los jóvenes.
Botellón ha habido siempre, y desde siempre ha estado prohibido pero no perseguido ni multado en condiciones, quien lo practica se defiende diciendo que los precios de las copas en los locales son abusivos. No proliferan ahora hace tiempo que es así, de hecho son dos públicos distintos el que va a la discoteca y el del botellon. Habría que sancionar y cobrar las multas como las de trafico, mientras sigamos sin cobrarlas no habrá fin. Abrazos
-Ester- Es cierto botellón, ha existido siempre, pero normalmente las autoridades han hecho la vista gorda. El problema en la actualidad es el que todos conocemos, no guardar la distancia, compartir vasos y botellas y lógicamente el contagio está asegurado.
Abrazos
Los jóvenes viven el momento. Un beso
-Susana- Ellos viven a su aire sin pensar en su familia, padres y abuelos que son los que en definitiva pagarán, ya que son mucho más vulnerables.
Un beso
Como señala Ester, los botellones no son de ahora. Cuando yo era adolescente también los hacíamos, solo que no se llamaban botellones y éramos más discretos, reuniéndonos en lugares fuera de la vista de la gente en general -hasta en los bajos de las obras-, porque sabíamos la que se montaría si nos pillaban, y hasta, en alguna ocasión, hubo que llevar a un par de personas a urgencias con unas cogorzas de campeonato, lo que no quiere decir que todos nos emborracháramos. El problema es que esa «moda» ha perdido su carácter clandestino para convertirse en pública, populosa, molesta y, en estos tiempos de pandemia, foco de contagios.
-Una mirada…- En la actualidad y antes de la pandemia el problema era la enorme cantidad de residuos y porquería que se dejaban en los parques y jardines. Ahora además el principal problema es el posible contagio del coronavirus.
Completamente de acuerdo. Es un problema de salud e higiene públicas que debería haber sido atajado sin contemplaciones antes de este barambán vírico.
-Una mirada…- Esto me ha recordado un detalle muy antiguo. En los tranvías de Zaragoza de hace 60 años había carteles que prohibían fumar, pero nadie respetaba la prohibición y pasó lo que tenía que pasar, a una mujer bastante influyente le quemaron el abrigo de pieles que llevaba con un cigarrillo.
Lógicamente los detalles internos no se dieron a conocer, pero quitaron los carteles de «Prohibido fumar» durante uno o dos meses, para volverlos a poner y empezar a poner multas los revisores y en ocasiones la policía municipal, a partir de entonces se respetó la prohibición.
Los bares, pubs y otros establecimientos del ramo, se quejan y con razón ante esta ley del embudo, quienes pagan su contribución y demás tasas, están sometidos a una serie de mandatos penados con correctivos económicos que no guardan parangón con los que van a su aire con las mochilas bien cargadas de bebidas alcohólicas, como todo gasto.
-Frajayo- Es una competencia desleal la que hacen los jóvenes con respecto a los bares y cafeterías. Unos pagan sus impuestos y otros tiran la basura por cualquier sitio.
Una cosa es que arrojen basura, que es aberrante, y otra eso de la «competencia desleal». No hay tal competencia. Cada cual, con su dinero, compra las bebidas donde mejor le salen de precio y, cuando se pagan, se incluyen los impuestos correspondientes.
-Una mirada…- Es cierto no hay competencia ¿o si?
Ponerse a beber delante del establecimiento al que las autoridades han obligado a cerrar para evitar posibles contagios y liarse con bebidas compradas legalmente en cualquier súper y que a la cafetería le impondrían una muy elevada multa por no cumplir a rajatabla con el horario de cierre y dejar a los «botelloneros» que sigan con sus juergas, posiblemente por el miedo a enfrentarse a ellos, quizás no sea competencia, posible y desgraciadamente sea la ley del más fuerte.
¿Pero no sabes la cantidad de garitos de ocio multados por no cumplir las normas mínimas de aforo, horarios y con el personal, incluídos los camareros, sin mascarilla…? A ver si va a resultar que todos los bares son escrupulosos y las multas y cierres han sido por capricho…
-Una mirada…- Si ya lo se y presumiblemente en bastantes casos el propietario del establecimiento tenga miedo de cerrar por la reacción que pudiera tener su clientela.
Hola, esta gente no se en que mundo vive dado las circunstancias que estamos viviendo, parece que no tienen padres ni abuelos y no tienen miedo a contagiarlos, esta claro que siempre han existido pero caray que piensen un poco que no estamos en las mismas condiciones de antes, el otro día salio una chavala diciendo que lo hacen por si nos confinan de nuevo, gracias a ellos llevamos ese camino, manda narices.
Besos.
-Piruja- Quiero pensar que son tan inconscientes que no piensan que si se contagian y lógicamente van a su casa lo van a pagar sus familiares y amigos más allegados.
Besos
Están en guerra contra el turismo y se sacrifican para aumentar las estadísticas y que no venga nadie, y de paso, la ruina, matan dos pájaros de un tiro… 🙂
Salud
-Genín- La mayoría de los que acuden a los botellones están contra todo y contra todos y no piensan para nada en las consecuencias.
Saludos
No sé qué no entienden, no concibo su sensación de ser invulnerables.
Un abrazo
-Albada- Será que los medios de comunicación han incidido mucho en que afecta a la personas mayores.
Un abrazo