En muchas ciudades del mundo hay siempre una iglesia referente de la ciudad; y para no ser menos, en Bilbao tienen una dedicada a su Amatxu (diminutivo de «ama» (madre)), La Virgen de Begoña, como cariñosamente la denominan los bilbaínos y a la que tienen especial cariño.
Esta iglesia es la Basílica de Begoña y está ubicada en una de las partes altas de la ciudad, por lo que se divisa desde muchas partes de la misma y al revés, desde donde se divisa gran parte de la ciudad de Bilbao.
En el siglo XVI y gracias a las limosnas de los fieles de la época, fue levantado un templo sobre una ermita ya existente en el lugar, este templo se ha ido modificando a través de los siglos hasta llegar a la actual basílica. Se trata de un templo de tres naves, sin crucero y cubiertas con bóvedas de crucería de estilo primordialmente gótico, aunque debido a las modificaciones efectuadas a lo largo de su historia dispone de toques de otros estilos. Dispone de un reloj, un carillón y 24 campanas desde las que se pueden escuchar hasta 7 melodías diferentes.
Gracias a un inventario realizado en 1503 se conoce que el templo primitivo consistía de una única nave techada en madera, con una capilla de piedra que contenía la virgen y un coro, así como una calostra o pórtico de madera. Nada sabemos sobre las dimensiones del edificio, pero probablemente sus trazas coincidan con las de la nave central de la presente basílica. Lo presidía un retablo de estilo flamenco, de gran tamaño, ya que contenía 14 tablas con imágenes de la vida de María.
La amatxu de Begoña es la patrona de Bilbao y su festividad es el 11 de Octubre, fecha en la que se celebran diversos actos para homenajearla.
Begoña fue golpeada por la guerra el 5 de agosto de 1808, cuando las tropas napoleónicas, comandadas por el general Merlin, saquearon la Villa y el santuario, asesinando al párroco del mismo. Durante las últimas fases de la guerra, Begoña cobra una gran relevancia estratégica debido a su posición de dominio sobre la Villa. Este hecho provocará grandes destrozos en el edificio.
Debido a esta ventaja estratégica, Begoña será elegida por Zumalacárregui para instalar una batería artillera durante el sitio de Bilbao, lo cual la convirtió en objetivo preferente de las tropas sitiadas en la iglesia. Pese a haberse mantenido casi indemne hasta la retirada de los carlistas, en 1835 las tropas liberales, para evitar su uso por el enemigo, procedieron a minar el campanario, desplomándose este sobre parte de las bóvedas, destruyéndolas.
Un año después las tropas carlistas volvieron a intentar conquistar Bilbao, pero en esta ocasión fueron las tropas liberales las que ocuparon Begoña, transformándolo en fortín. La soldadesca quemó como combustible todo lo que quedaba en la iglesia, altares, retablos, armarios… incluso el entarimado del templo fue consumido por sus hogueras.
El barrio bilbaíno de «La Salve» recibe su nombre del hecho de que el recodo de la Ría de Bilbao que pasa al lado de este barrio era el primer lugar desde el cual los marineros que volvían a la ciudad veían las torres de la basílica de Begoña, y allí empezaban tradicionalmente a rezar una «Salve» a la Virgen, en agradecimiento por haberles protegido en sus viajes marineros.
Traducción al español de la Salve de la “Amatxu”
tus hijos amados vamos a ti cantando.
Los fieles marineros tienen en ti su nido;
el pastor del monte mira siempre hacia ti;
te rezan obreros y mineros:
eres la luz para ricos y pobres.
Madre amada, acoge y cuida por siempre
a los hijos de Bizkaia de puro y limpio corazón.»
El que desee ver unas cuantas fotos más, lo puede hacer en este álbum.
Fuentes consultadas : Guía Bilbao, Wikipedia.
No la conozco, la verdad es que por esas tierras he ido poco.
Gracias por mostrarnosla.
-Chelo- Gracias a ti por venir a leer esta entrada, poco a poco iré desgranando bastantes cosas de las que por allí estuve viendo.
Prefiero la visita a los templos de las tapas… 🙂
Salud
-Genín- No solo de pan vive el hombre, es cierto que son más agradables los pinchos, pero hay que enseñar de todo un poco.
Saludos
Has hecho una entrada preciosa, bien documentada como es tu costumbre. Conozco la Iglesia es una maravilla, muy querida por los vizcaínos y a muchas niñas les ponían su nombre, ahora menos porque buscan nombres irreconocibles fuera del País Vasco. Abrazos
-Ester- Gracias, me das ánimos para seguir publicando cosas sobre Bilbao.
Begoña era uno de los nombres preferidos para poner a la niñas, creo recordar que sobre los años 60, 70 y 80 del pasado siglo.
Abrazos
Bien, bien.
Aquí sentadito me preparo a visitar todo Bilbao, sin paraguas. Saludos.
–
Ester– Jesus Tienes suerte, efectivamente no te vas a mojar, tampoco nos mojamos nosotros, al menos por fuera, ya que hizo muy buen tiempo.Saludos
Soy Jesus
-Jesus- Usted perdone, es que lo tenía en la puntica del ratón y claro, nada más apoyarlo en el escritorio soltó lo que tenía memorizado. Ya está corregido.
Que pena que no se haya conservado la iglesia primitiva con esas tablas flamencas. De todas formas, es un templo que tiene su encanto con las tres naves.
-Senior citizen- No dicen cuando desapareció el retablo, aunque se supone que sería en una de esas guerras, o en el abandono, aplicando la política de tierra quemada.
A ver si mañana voy con tranquilidad a ver todo el álbum de fotos, que hoy es ya muy tarde.
-Senior citizen- Siempre que no te aburras, puedes visitar lo que quieras.
Gracias por compartir.
No sé si llegaré a visitar algún día Bilbao, es una de mis asignaturas pendientes.
Saludos
-Maria- Me gusta compartir, por ello te agradezco que vengas a leerme desde Chipiona.
Ánimo, que aunque seamos mayores, todavía tenemos que movernos y pensar no con lo que dice el DNI, sino con lo que marca nuestro corazón.
Yo le he dado vuelta a los números y ahora tengo 47 añitos.
Saludos
La iglesia a mí me parece preciosa. Abrazos
-Ligia- Yo también me quedé sorprendido, pensaba que sería poco más que una ermita grande.
Abrazos
Pues fíjate que, con la de veces que he estado sentado en las inmediaciones, nunca he estado en su interior.
-Una mirada…- No era mi idea subir a visitar la Basílica de Begoña, pero el domingo nos quedábamos solos mi mujer y yo, ya que mi hija y su marido iban a participar en la Marcha Cicloturista Internacional Bilbao Bilbao 2019, así que la dejé que ella decidiera donde íbamos, estaba abierta, así que mirando por si estaban prohibidas las fotos en su interior, me decidí a entrar.